Nace una ‘nueva’ remolacha, basada en la agricultura digital y en un enfoque más sostenible del cultivo para recuperar parte de la rentabilidad pérdida
El director de Tierras Congresos Fernando de Paz (izqda), el consejero de Agricultura de CyL Jesus Julio Carnero, el presidente de Acor Justino Medrano, y el técnico de CASER Juanjo de Río.
JORNADA ACOR & TIERRAS
Más de 400 cultivadores y técnicos asistieron a la ‘ I Jornada Técnica: REMOLACHA UN CULTIVO CON FUTURO’, que la revista Tierras y la cooperativa ACOR organizaron el pasado 24 de enero en Valladolid, para darle un impulso a este cultivo, insuflando el ánimo a los agricultores que durante las últimas campañas han visto como se reducía la superficie y bajaban los precios empujando al cultivo hacia un futuro incierto.
Lo peor, sin embargo, ya ha pasado, coincidieron en señalar todos los intervinientes en el acto de inauguración de la jornada, y hay buenas expectativas para creer que la remolacha va a mejorar la situación actual, recuperando una parte de la superficie pérdida y, sobre todo, incrementando la rentabilidad que ofrece a los agricultores.
INAUGURACIÓN: MENSAJE DE ESPERANZA
Abrió el acto inaugural el director de TIERRAS, FERNANDO DE PAZ, quien recordó que la remolacha ha sido y debe seguir siendo una de las piezas claves de la agricultura de regadío en el Valle del Duero. En los últimos años, el cultivo ha perdido atractivo porque se ha eliminado el sistema de cuotas y de precio asegurado, lo que ha mermado su rentabilidad. Sin embargo, De Paz recordó que está naciendo una nueva remolacha, basada en la agricultura digital y en un enfoque más sostenible del cultivo que va a permitir recuperar gran parte de esa rentabilidad pérdida y la está haciendo de nuevo atractiva para muchos agricultores, aunque sea con un modelo de explotación diferente al tradicional.
El técnico de CASER, JUANJO DEL RÍO, como entidad patrocinadora principal de la Jornada, participó en la apertura recordando el importante papel que juegan los seguros agrarios en la agricultura actual, para garantizar a los profesionales unos ingresos suficientes que eviten el colapso económico de la explotación cuando llega una mala campaña, como las últimas. Aseguró además que la compañía invierte y trabaja de forma continua para seguir mejorando la gestión y las coberturas, en el marco de Enesa y Agroseguro, aplicando cada vez más las nuevas tecnologías para asegurar un coste eficiente y una atención ágil. Y recordó que el escenario actual, con una mayor incertidumbre climática y un incremento de los riesgos permanente, hacen más necesario que nunca el sistema de seguros agrarios.
El presidente de ACOR, JUSTINO MEDRANO, intervino a continuación para poner de manifiesto la apuesta renovada y permanente de la cooperativa por este cultivo, que constituye el soporte fundamental de su actividad y una de las claves para asegurar la rentabilidad de las explotaciones de sus socios. Medrano recordó que los últimos años han sido difíciles para la remolacha y ACOR ha estado en todo momento al lado de los cultivadores, dándoles el apoyo necesario y movilizando todos los recursos de que disponía para asegurar la continuidad del cultivo y la supervivencia del sector, aunque le haya exigido hacer grandes esfuerzos como empresa y llevar al límite todo su equipo y sus recursos. Ahora, sin embargo, parece que lo peor ya ha pasado -recordó., y ha llegado el momento de impulsar de nuevo el cultivo abriendo nuevos caminos para el azúcar y renovando los sistemas de trabajo en las explotaciones, poniendo especial énfasis en los costes energéticos, que han sido uno de los aspectos más limitantes para la rentabilidad de la remolacha en los últimos años y ahora ofrecen nuevas oportunidades con el uso de energías alternativas, como la fotovoltaica, o con la aplicación de las nuevas tecnologías. La remolacha -continuo- vive un momento esperanzador, porque el mercado del azúcar ha tocado fondo y ahora está mejorando. Por eso, pidió tanto a los cultivadores que vuelvan a confiar en ella, y reclamó de las administraciones una apuesta más decidida por el futuro de este sector: “tienen que mojarse más, porque es una producción estratégica para Castilla y León, y constituye un elemento fundamental en el desarrollo rural, como garantía de la continuidad de la actividad económica en muchas comarcas”.
Remató el acto inaugural el consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, JESÚS JULIO CARNERO, quien destacó también la importancia del sector para el presente y el futuro de la Comunidad en términos económicos y en cuanto a los beneficios sociales que conlleva para el desarrollo rural e incluso por su contribución medioambiental, ya que es un cultivo imprescindible para las rotaciones y constituye un sumidero de CO2 y, por tanto, muy en línea con uno de los principales retos de la nueva PAC y con el anunciado ‘Pacto Verde’.
Carnero recordó que la Junta de Castilla y León mantiene una importante apuesta por el sector remolachero desde hace tiempo: cada año se destinan 22 millones de euros, entre ayudas asociadas PAC (12 millones) y ayudas agroambientales (10 millones). Y la va a seguir manteniendo en el futuro defendiéndolo y apostando por la continuidad de las actuales líneas de ayuda en la nueva PAC post 2020”.
El consejero puso en valor en su intervención también los esfuerzos que hace el propio sector, tanto agricultores, industrias, como empresas relacionadas, que realizan importantes inversiones en la mejora constante del cultivo, especialmente en cuestiones relacionadas con la mejora genética en las semillas, la obtención de variedades resistentes a enfermedades y en la optimización del abonado y del riego en busca de un cultivo más sostenible.
A este respecto, el consejero se refirió al protocolo de colaboración entre ACOR, AZUCARERA, AIMCRA y el ITACYL, para trabajar en un marco estable para mejorar la competitividad y el futuro del sector remolachero en base a la investigación y la innovación. Se parte de las colaboraciones puntuales que ya venían existiendo de manera bilateral entre el ITACYL y ambas empresas, que ahora se amplían, refuerzan y estabilizan de manera conjunta y coordinada.
La colaboración planteada se desarrollará mediante el establecimiento de protocolos específicos para cada proyecto y buscará siempre trabajar de manera coordinada en las áreas de los medios de producción, genética, plagas y enfermedades, abonados, infraestructuras y tecnología, sostenibilidad y bioeconomía, lo que permitirá emitir recomendaciones unificadas para orientar a los remolacheros de Castilla y León en la aplicación de las últimas innovaciones tecnológicas de una forma rápida y más eficiente. Para ello, se diseñará una plataforma de transferencia tecnológica que realizará de forma conjunta actividades de promoción y difusión de resultados.
Como colofón, Carnero recordó también que la remolacha y la industria azucarera son sectores estratégicos para el medio rural, tanto desde el punto de vista económico y del empleo, como social, en tanto que revitalizan la zona y contribuyen a fijar población.
CÓMO MEJORAR LA EFICIENCIA DE LA REMOLACHA
La primera ponencia de la jornada tuvo como protagonista a JOAQUÍN ORTIZ, técnico del Servicio Agronómico y de Cultivos de ACOR. En su intervención hizo un repaso de los principales aspectos que inciden en la eficiencia y la rentabilidad del cultivo, a través de un análisis DAFO basado en las debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades que afectan a la remolacha.
De la primera parte de su charla cabe destacar la “preocupación” que está generando la paulatina supresión de materias activas autorizadas para este cultivo. Entre ellas se encuentran las clasificadas dentro de la familia de los insecticidas neonicotinoides, como son imidacloprid, clotianidina y tiametoxan. Su eliminación del mercado viene a sumarse a la tendencia que desde el año 2004 ha provocado que se pasara de tener más de 100 sustancias activas disponibles a prácticamente 40 en la actualidad, lo que supone un “enorme reto fitosanitario para la gestión del cultivo”. En el lado positivo, Ortiz señaló que la remolacha mantiene desde hace bastantes años una “evolución creciente y sostenida de los rendimientos” obtenidos en campo. Esta progresión que se refleja en las 105 tm/ha que la cooperativa espera lograr de media en la campaña 19/20, se debe según el técnico de ACOR a dos factores principales como son la mejora genética y la mejora de las técnicas empleadas en el uso de fitosanitarios, en la aplicación de fertilizantes y en la optimización del riego. La semilla monogermen con protección fitosanitaria y la tolerancia a rizomanía, rhizoctonia y cercospora de determinadas variedades comerciales, ha supuesto un “importante avance” para la viabilidad del cultivo en muchas zonas. Asimismo, el ajuste de la cantidad de nutrientes que se ha logrado en el cultivo ha ido en paralelo al aumento de los rendimientos medios por hectárea. En cuanto al riego, se resaltó la importancia de la reducción en el gasto de este factor de producción –que supone el 30% del total del coste por hectárea- como demostró Ortiz al señalar que actualmente el cultivo consume 7.000 m3 de agua por hectárea frente a los 10.000 que se necesitaban en los años 70 y 80. Otro punto que invita al optimismo sobre el futuro de la remolacha es el relacionado con el programa de investigación abierto por la cooperativa y que persigue objetivos tan ambiciosos como la evaluación de nuevas variedades tolerantes a cercospora o resistentes a la amarillez virótica. Dentro de este programa también se contemplan medidas como el perfeccionamiento en el uso de los fitosanitarios, el ajuste del abonado NPK o la evaluación de la eficacia de los bioestimulantes. Por último, se expusieron varias tablas en las que se reflejaba la rentabilidad de la remolacha en comparación con otros cultivos en regadío, como la patata, el puerro o la zanahoria. En el caso de la remolacha, para una producción de 100 t/ha y un coste de 3.048 €/ha se estima un beneficio de 1.151 €/ha, teniendo como referencia un precio de 42 €/t que es el que actualmente abona la cooperativa.
CASOS DE ÉXITO EN LA MEJORA DEL CULTIVO
Seguidamente, fue el turno para la mesa redonda titulada ‘Diálogos sobre el futuro de la remolacha’. Este coloquio estuvo moderado por ADRIÁN JIMÉNEZ, técnico de ACOR, que antes de dar la palabra a los socios participantes en la mesa expuso una serie de reflexiones alrededor de la idea de mejorar en la rentabilidad y eficiencia del cultivo. Jiménez comenzó recordando el ajuste que los remolacheros de ACOR han venido implementando en el capítulo del abonado. Los estudios de la cooperativa cifran el ahorro en fertilización en el 33,8% desde la década de 1970 hasta la actualidad, siendo el Nitrógeno con un 48% el elemento que más se ha rebajado durante este periodo de tiempo. De la misma forma, el uso de fitosanitarios se ha conseguido reducir un 50,2% en el mismo plazo. Por último, se apuntó al ahorro de agua como el factor quizás más importante para la reducción de costes. El gasto en riego se habría reducido hasta los 6.500 m3 que actualmente se necesitan en una hectárea con sistema de pívot, gracias en buena medida a las nuevas fuentes de energía que han aparecido. Otro factor que se mencionó fue el nivel de captura de CO2 que alcanza este cultivo y que es capaz de mitigar emisiones a la atmósfera y por ello tener un reconocimiento medioambiental por parte de las administraciones. La ponencia introductoria a la mesa de debate señaló además la importancia la extensificación del cultivo en las explotaciones de los socios. Desde 2011 la superficie media de cultivo ha pasado de algo más de 5 hectáreas a más de 7 hectáreas por cultivador registradas en el año 2018. Según Jiménez, este aumento resulta beneficioso ya que “equilibra la rotación y mejora la eficiencia de la explotación y diluye sus costes fijos”. Finalmente se hizo alusión a la importancia de la digitalización en un cultivo como la remolacha, dado que se trata de un cultivo social que puede romper la brecha digital y estimula la incorporación o el mantenimiento de jóvenes en la actividad agraria. Por otro lado, el uso de estas herramientas contribuye a un uso más eficiente de los recursos hídricos, energéticos e insumos…
El coloquio posterior contó con la presencia de tres socios de ACOR: CONCHITA GONZÁLEZ, PEDRO ANTONIO ALONSO Y NURIA ALONSO, quienes compartieron con el público asistente sus ideas y reflexiones acerca del futuro del cultivo. Pedro Antonio Alonso aludió a que resulta “muy complicado ajustar aún más los costes derivados de la fertilización”, mientras que le preocupa los ataques de cercospora que se han sufrido en las últimas campañas. Además, cree que la mejora en la rentabilidad del cultivo pasa por “reducir los costes energéticos derivados del riego”, poniéndose él mismo como ejemplo en la utilización de energía solar fotovoltaica. Como idea para el futuro sugirió la posibilidad de aumentar la riqueza de la remolacha vía mejora de las variedades actuales. En el caso de Nuria Alonso, su sistema de riego por perforación le limita la rentabilidad del cultivo al suponer “un coste de 960 €/ha por los 300 €/ha de otras zonas”, comentó. Para Conchita González la viabilidad del cultivo pasa también por mejorar la eficiencia en el riego y reducir el coste actual, en su caso del 27% del total de inputs. No obstante, apuntó a otros factores como el abonado en el que todavía queda margen de mejora para reducir el gasto que supone el cultivo de remolacha.
ITACYL IMPULSARÁ LA INNOVACIÓN DE LA REMOLACHA
Una vez finalizado el debate con los socios de ACOR tomó la palabra el Jefe del Área de Investigación Agrícola de ITACYL, JUAN CARLOS PRIETO. En su intervención relató los puntos más importantes del acuerdo de colaboración que han suscrito recientemente las industrias Azucarera y ACOR junto con AIMCRA y el propio ITACYL para llevar a cabo el proyecto de transferencia de I+D+i en el sector remolachero de Castilla y León. Prieto afirmó que la Junta de Castilla y León sigue considerando a la remolacha como “un cultivo estratégico para la Comunidad, donde se producen los rendimientos por hectárea más altos de Europa y se moltura el 85% de toda la remolacha de España” (el 15% restante se encuentra en Andalucía). La Red de Innovación i+R Remolacha tiene los siguientes objetivos:
- Colaborar en materia de I+D+i para seguir incrementando la competitividad de las producciones primarias y la industria regional del sector de la remolacha azucarera contribuyendo al desarrollo de la bioeconomía agroalimentaria de Castilla y León.
- Orientar la producción de los agricultores de nuestra Comunidad hacia las necesidades de la industria transformadora, mejorando la renta agraria y respondiendo a las necesidades de autoabastecimiento y calidad exigidas por la industria regional.
- Optimizar los recursos técnicos y económicos, mediante el establecimiento de mecanismos de cooperación para realizar actividades conjuntas que permitan crear sinergias en materia de producción competitiva y sostenible.
- Desarrollo de experiencias y ensayos conjuntos para la emisión de recomendaciones agronómicas unificadas.
- Colaborar en el desarrollo de la línea de valorización de subproductos que permitan incrementar la rentabilidad de una manera sostenible a partir de la materia prima obtenida.
- Establecer mecanismos de cooperación en materia de utilización conjunta de laboratorios y equipos tanto para la realización de estudios y experiencias como para controlar la calidad de las materias primas y los productos elaborados.
- Realizar de forma conjunta actividades de promoción y difusión de resultados que permitan poner estos a disposición del sector productor y los consumidores.
Para coordinar el trabajo a desarrollar conjuntamente entre los integrantes de la red, el ITACYL espera lanzar en breve un portal web como herramienta de transferencia. “El remolachero deberá darse de alta en la web con unos datos mínimos (localización de la explotación, teléfono móvil…), para recibir las alertas en su teléfono (SMS). Los integrantes de la red emitirán alertas unificadas de gran interés para los productores”, recalcó Prieto al final de su intervención.
SEMINARIO ‘MEJORA DE LOS FACTORES DE PRODUCCIÓN’
¦ EN EL RIEGO SE JUEGA LA RENTABILIDAD: La experiencia de UCOGAL.
Tras el café se desarrolló el Seminario sobre ‘Mejora de los Factores de Producción’. El primer ponente de esta fase fue ÁLVARO TEJERINA, técnico de la cooperativa UCOGAL, quien habló sobre ‘Optimización del riego como factor clave en la rentabilidad del cultivo de remolacha’.
Una vez dejado por sentada la importancia del cultivo de la remolacha en la región, respondiendo a la pregunta clave de cuándo regar, Tejerina informó que siempre hay que hacerlo en el punto en el que el agua esté fácilmente utilizable por la remolacha, no recomendando el riego deficitario controlado que se hace en otros cultivos y, por supuesto, sin llegar nunca al punto de marchitez.
Sobre la cantidad de agua a aplicar, el técnico de UCOGAL señaló que, como ni las zonas ni las parcelas son homogéneas, hay que regar en función de los análisis de tierra realizados, sin sobrepasar en ningún caso los 40 litros/m2 por riego.
En este punto, Álvaro Tejerina habló del Proyecto de Optimización de Riego que, desde hace tres años, desarrollan en UCOGAL, con los objetivos de buscar mayor rentabilidad de los cultivos y menor consumo de agua, semilla, fitosanitarios y fertilizantes. Para lograr estos objetivos hacen mapeos de las fincas con quad geoposicionados, que miden la resistividad del suelo a 35-50 centímetros y a 80-100 centímetros de profundidad. Con los datos obtenidos, entre ellos Ph, conductividad y materia orgánica, se ha visto que hay hasta siete u ocho tipos de suelo, incluso en una misma parcela puede haber tres o cuatro tipos diferentes.
Tejerina también comentó que hacen mapas de nutrientes del suelo ya que, metiendo la información en una abonadora de dosis variables, han comprobado que se puede ahorrar hasta el 50% de fertilizante en algunas parcelas.
Asimismo, el técnico informó sobre los datos, más o menos precisos, que se obtienen de los diversos satélites disponibles, como Landsat, Sentinel o Pleiades. Se pueden obtener imágenes que informan sobre el Índice NDVI (de desarrollo de la vegetación), sobre el Índice de Evapotranspiración, etc, que se pueden utilizar para optimizar el riego o las aplicaciones fertilizantes y fitosanitarias.
Para concluir, añadió que se hacen monitorización de las parcelas con drones y mapas de cosecha para acotar las zonas de más o menos producción y cruzarlas con los datos de suelo para, en la siguiente campaña, aplicarlos en la siembra y en la aplicación de insumos. Con todo ello, Álvaro Tejerina, aparte de un importante ahorro en el cultivo, se puede ahorrar hasta un 21% en los costes de la energía empleada en el riego.
¦ KWS, AVANCES EN LA SEMILLA PARA UN CULTIVO MAS SOSTENIBLE.
A continuación, JAVIER FUERTES responsable del Servicio Agronómico de KWS, desarrolló una ponencia titulada ‘Avances en la selección de las variedades de remolacha para un cultivo más sostenible’. Hizo en primer lugar un repaso de la evolución las semillas de remolacha desde que, en el siglo XXI, España era líder mundial en producción de azúcar, debido a la producción de caña en Cuba y Filipinas, hasta ahora. En todo este tiempo, los objetivos con los que se realizaba la mejora de la semilla han ido cambiando. En un principio, ya desde el siglo XIX, lo que se pretendía sobre todo era incrementar la riqueza y facilitar los arranques. Un salto importante se produjo en 1980 cuando empezaron a comercializar las variedades monogermen genéticas. A partir de ahí, los avances más destacados se han encaminado a mejorar la lucha contra enfermedades que comprometían el cultivo de forma importante, primero buscando tolerancias a la rizomanía y después a los nematodos. A partir del año 2000, se empezó a trabajar buscando una mejora en la gestión de las malas hierbas, con variedades resistentes al herbicida Roundup (glifosato). Ya en 2015, KWS y Bayer, lanzaron las variedades resistentes al herbicida Conviso. Y en estos momentos, el reto más importante en encontrar variedades que reduzcan el problema de cercospora, amarillez virosa (BYV), rizonamía agresiva, o síndrome de baja riqueza (SBR), que permitan desarrollar un cultivo más sostenible, aportando además soluciones a la reducción de materia activas disponibles, que hace cada día más difícil la gestión de la sanidad de la remolacha. En la última década, destacó, se ha reducido en un 45% el número de las materias activas insecticidas disponibles, el 60% de las materias activas con acción fungicidas, y el 35% el número de materias activas herbicidas. Y ello está planteando problemas graves en el control de amarillez virosa (BYV), de la pulguilla, o del síndrome de baja riqueza (SBR), que habrá que afrontar de otra manera.
KWS, aseguró, viene desarrollando diversos ensayos para reorientar la lucha contra todas estas plagas y enfermedades, para definir nuevas estrategias, dosis, momentos de actuación o sistemas de aplicación…, de los que hizo una exposición detallada.
La segunda parte de su exposición, la dedicó a destacar las ventajas que ofrece el uso de CONVISO como sistema de control de las malas hierbas que permite resolver muchos de los nuevos problemas que se están planteando. Para garantizar su efectividad, precisó, es preciso ceñirse a unos calendarios de rotaciones, tener en cuenta el tipo de malas hierbas y el nivel de infestación de las parcelas, y aplicar unas estrategias y unas buenas prácticas determinadas.
¦ CONTROL DE MALAS HIERBAS MÁS COMPLEJO CADA DÍA UPL
Seguidamente, JOSÉ ANTONIO BARJOLA, crop manager de la empresa UPL, desarrolló una ponencia titulada ‘Estrategias de UPL en el control de malas hierbas de remolacha’, en la que reflexionó sobre la creciente dificultad que tienen los cultivadores para el control de las malas hierbas en este cultivo y sobre los riesgos crecientes de aparición de resistencias, que complican todavía más su gestión.
Barjola empezó la charla hablando sobre el importante desarrollo que ha tenido UPL en los últimos años, que le han permitido, tras la compra de Arysta LifeScience, convertirse en el quinto grupo fitosanitario más importante del mundo por su volumen de facturación y colocarse en una posición de liderazgo en la creación de la cadena de valor alimentaria, basada en una fuerte presencia en los mercados en alza y en la optimización de la cadena de suministros. La suma de ambas compañías les ha permitido convertirse en líderes globales en sustancias activas como el mancozeb, el azufre, el acefato, el cobre, la pendimetalina y el glufosinato.
Esa integración de Arysta LifeScience, ha permitido además reforzar el lanzamiento de la propuesta de valor denominada OpenAg, que supone una nueva visión de la agricultura que lleva a la creación de una red de agricultura abierta que abastezca, alimente y crezca de manera sostenible para todos, sin límites ni fronteras. A través de ella se ofrecen soluciones sostenibles (OpenSolutions), competitivas (OpenManufacturing) e innovadoras (OpenInnovation) para todos los agricultores en cualquier parte del mundo (OpenAccess), comprometidos con el desarrollo de las comunidades agrícolas (OpenHearts), y con acuerdos de colaboración con centros de referencia en cada cultivo (OpenCollaboration).
En relación con el cultivo de la remolacha, José Antonio Barjona habló del éxito de sus productos en control de amarantus, chenopodium y Solanum nigrun, en los ensayos que han hecho con una combinación de cuatro materias activas: fenmedifam, etofumesato, metamitrona y Triflusulfuron-metil,.
¦ FERTIBERIA. HAY DE BUSCAR ASESORAMIENTO PARA EL ABONADO
Para cerrar el seminario, JOSÉ ÁNGEL CORTIJO, responsable agronómico de Fertiberia en la zona Noroeste, desarrolló una charla titulada ‘Las claves de una fertilización racional en la remolacha’.
Cortijo inició su charla con una descripción del papel de liderazgo que el Grupo Fertiberia juega en el mercado, con 14 centros de producción en España y Portugal, que suministran más de 8 millones de toneladas de fertilizantes cada año, y con 14 centros lógicos que cubren todo el mapa de la península, con una capacidad de almacenamiento de 350.000 toneladas.
Fertiberia desarrolla además una apuesta por la investigación, el asesoramiento y la transferencia de conocimientos al sector agrario, en la que ocupa un papel fundamental el Centro de Tecnologías Agroambientales. Desarrolla también ensayos para optimizar la fertilización en distintas variedades de cultivos como el cereal, la patata o la remolacha. Y lleva más de 40 años haciendo análisis de suelo, hojas y agua en toda España, por lo que disponen de una base de datos con 123.000 análisis (7.260 en Castilla y León) y 2 millones de datos, que son la base para hacer recomendaciones de fertilización muy ajustadas a cada zona y a cada cultivo. Además, partiendo de toda esa experiencia e información, se diseñan abonos específicos para cada zona que permiten al agricultor cubrir de forma precisa las necesidades de los diferentes cultivos en las condiciones más variadas y desarrollar un sistema de producción eficiente y sostenible. En cualquier caso, a pesar de contar con toda esa información y con una gama de productos muy bien adaptados a cualquier necesidad, Cortijo aseguró que, si un agricultor quiere realizar una fertilización eficiente y sostenible, tiene que dejarse guiar por un buen asesor que interprete correctamente los datos obtenidos en los análisis y le ayude a definir un plan de fertilización correcto.
En relación con el abonado de la remolacha, José Ángel Cortijo, hizo una valoración general de las necesidades del cultivo tanto en lo que se refiere a los macroelementos (NPK), como a otros microelementos, entre los que resultan cruciales en muchas zonas el Calcio, el Azufre o el Magnesio.
En ese sentido, Cortijo informó de las propiedades del SulfActive, un fertilizante extraído en exclusiva de una piedra natural llamada polihalita, que, aparte de NPK, contiene calcio, magnesio y azufre, probado con muy buenos resultados en remolacha.
Destacó entre las numerosas ventajas de este polisulfato para un cultivo como el de la remolacha, que tiene un menor contenido en cloro que los fertilizantes tradicionales, que una parte de potasio que ofrece de origen sulfato, que tiene un mayor contenido en azufres, y que el 30% de su contenido es de origen natural, por lo que está reconocido como ecológico en Europa.
Por último, Cortijo presentó los buenos resultados conseguidos con el uso del SulfActive en múltiples ensayos realizados en Castilla y León, tanto con el ITACYL como propios, alcanzando producciones que en el caso de la remolacha han superado las 133 tm/ha, en el del maíz se han acercado a los 17.000 kg/ha, y en patata han rozado los 51.000 kg/ha.
MERCADO DEL AZÚCAR: SOLO CABE MEJORAR
La última ponencia de la jornada se dedicó al análisis del mercado del azúcar. El experto que abordó este tema de gran interés para los agricultores presentes en el auditorio fue JAVIER NARVÁEZ, miembro de los Servicios Económicos de la cooperativa y representante del sector de la remolacha en URCACYL. En su explicación, Narváez aludió a la “errónea” decisión que a su entender supuso la reestructuración del sector y la eliminación de las cuotas en la Unión Europea. Una estrategia que ha generado “la pérdida de miles de empleos y el cierre de fábricas azucareras en todo el continente”. En cuanto a la evolución reciente del precio del azúcar en la UE, su descenso a niveles incluso por debajo de los 300 €/t –y por supuesto inferiores al precio de referencia de 404 €/t que fija la UE- ha hecho que las cuentas de las industrias europeas se hayan resentido de forma muy severa en las últimas campañas. Este descenso tan pronunciado del precio del azúcar se ha debido según Narváez a las producciones récord de remolacha, sobre todo la obtenida en la campaña 17/18 que a su vez trasladó a la campaña siguiente 18/19 unos stocks iniciales de azúcar demasiado elevados. No obstante, se espera que para la campaña 19/20 en la que estamos inmersos, la producción de azúcar descienda hasta los 17,3 millones de toneladas y la superficie de cultivo de remolacha baje hasta los 1,53 millones de hectáreas. Con estos factores sobre la mesa, Javier Narváez se mostró moderadamente optimista al observar desde diciembre “una mayor tendencia creciente en los precios de venta del azúcar”. Puso como ejemplo un precio ‘spot’ a fecha 23 de enero de 2020 en el mercado de Londres, cuando la cotización del contrato número 5 del azúcar marcaba los 367 €/t.
