Brasil tendrá la mayor cosecha de granos de su historia, destacando la mejora en la producción de maíz de segunda cosecha

Las cifras de la décima encuesta de cosecha de granos 2018/2019, publicada el jueves (11) por la Companhia Nacional de Abastecimento (Conab), indican que la producción en Brasil se espera que alcance 240.7 millones de toneladas, un récord en las series históricas de producción. Se espera que el crecimiento sea 5.7% o 13 millones de toneladas por encima de la cosecha 2017/18. También marcará récord el volumen de área sembrada, que se estima en 62.9 millones de hectáreas, un incremento de 1.9% con respecto a la cosecha anterior.

Uno de los aspectos más destacados del período, en comparación con la última cosecha, es la segunda cosecha de maíz, con un pronóstico de producción récord de 72,4 millones de toneladas, con un crecimiento del 34,2%. Se espera que la primera cosecha de maíz sea de 26.2 millones de toneladas, con un aumento del 2.5%.

Otro aspecto a destacar es la producción de algodón, con un aumento de la cosecha en el rango del 32,9%. Eso equivale al volumen de 6.7 millones de semillas de algodón o 2.7 millones de algodón de plumas.

En el caso de la soja, por el contrario, hay una reducción del 3,6% en la producción, alcanzando los 115 millones de toneladas. Las regiones del medio oeste y sur representan más del 78% de esta producción.

También caen las previsiones respecto al arroz, para la que se estima una producción de 10,4 millones de toneladas, un 13,6% menos que en 2017/18, debido a las reducciones en los principales estados productores.

El primer cultivo de frijoles también mostró una reducción (22.5%), alcanzando 996.9 mil t. No obstante, el clima favorable contribuyó a una producción de 1.3 millones de toneladas de frijoles de segunda cosecha, 7.1% más alto que el anterior. Y la tercera cosecha, con la siembra completada a mediados de julio, debería tener una producción de 721.5 mil toneladas, 17.5% más que el volumen ya producido en 2017/18.

En conjunto, los productos con mayor incremento en el área sembrada fueron la segunda cosecha de maíz (819.2 mil ha), la soja (717.4 mil ha) y el algodón (425.5 mil ha). La soja presentó un crecimiento del 2% en el área de siembra, alcanzando 35.9 millones de hectáreas.

Cultivos de invierno: con una superficie estimada de 1,99 millones de hectáreas, un 2,4% menos que el área sembrada en 2018, se espera que la producción de trigo sea de 5,5 millones de toneladas. Los otros cultivos de invierno (avena, canola, centeno, cebada y triticale) muestran un ligero aumento en el área cultivada, de 546.5 mil ha a 552.2 mil ha. Las condiciones climáticas están favoreciendo los cultivos.

LIDER MUNDIAL DE MAÍZ

Brasil en el tercer productor global de maíz y en el segundo país exportador, sólo por detrás de EEUU.
El crecimiento ha ocurrido en poco más de dos décadas. Antes de ese período, Brasil era un importante importador. En palabras del medio argentino: “de pronto la aparición de la producción agrícola avanzada (agrobusiness) coincidió con la explosión de demanda de materias primas de parte de China en el periodo 2001/2010”
De acuerdo con un estudio del Departamento de Agricultura de EEUU citado por Agrofy News un factor determinante habría sido la ventaja comparativa de la cosecha tardía de maíz (conocida como “zafriña”) entre los meses de septiembre y enero, a continuación de la de soja. Se trata de un período que había estado dominado tradicionalmente por exportaciones estadounidenses y que ha pasado a ser ocupado por las exportaciones brasileñas, pasando a reducirse el precio de los granos norteamericanos.
La característica de la “safrinha” es que tiene lugar fundamentalmente en la nueva frontera agrícola de Brasil, con epicentro en el Estado de Mato Grosso (Centro-Oeste) y que se extiende al Norte y Noroeste del país, lejos de su tradicional epicentro en el Sur / Sudeste : San Pablo, Mina Gerais y Paraná.

En estas circunstancias, el incremento continuado de la producción brasileña de maíz va a seguir en los próximos años y se espera que en la próxima década llegue incluso a duplicar los datos actuales, superando los 180 millones de toneladas. El desafío es seguir incrementando la productividad actual, que se sitúa ligeramente por encima de las 5 tm/ha.