Quejas por el precio ‘a la baja’ de la uva pese a la cosecha ‘floja’ que se espera: se anuncian protestas
La recolección de uva lleva ya varias semanas en marcha, desde que se inició en la última semana de julio al sur de Andalucía (Montilla-Moriles), con las variedades blancas de maduración más temprana, y también en algunas zonas de Canarias. En esta segunda quincena de agosto empieza a generalizarse la recolección en muchas zonas de Andalucía, Extremadura, La Mancha, Valencia, La Rioja, Cataluña e incluso Castilla y León. Solo un cambio brusco de la meteorología podría evitar
Las perspectivas de producción son en general buenas en cuanto a la calidad de la uva y desiguales en cuanto a los niveles de producción, aunque casi siempre inferiores a las del pasado año. La sequía ha hecho mella en muchas zonas y se teme que la recolección pueda reducirse hasta en un 30-40% en algunas zonas de la Mancha o de Andalucía con respecto a 2018, que fue un año de gran cosecha. En general, las zonas de viñedo de Canarías y del centro y sur de España esperan una cosecha sensiblemente inferior a la del año anterior, mientras que las norte confían en que será solo un poco más baja, aunque para muchas de ellas todavía es pronto para hacer un balance real, sobre todo en las variedades tintas, para las que quedan 40 o 50 días de envero y maduración que serán decisivas.
Con estas perspectivas de cosecha ‘a la baja’, los viticultores esperan que el precio de la uva se mantenga al menos con respecto a los precios del pasado año, que fueron en general ‘buenos’. Sin embargo, los primeros pasos indican que muchas bodegas se plantean un recorte, que ya han empezado a aplicar en las primeras partidas que reciben, que para las organizaciones del sector no está justificado y podría ser catastrófico, porque ni siquiera cubre los costes de producción. Los bodegueros alegan, sin embargo, que existe un stock de vino importante en muchas bodegas después de la buena cosecha de 2018 y la situación del mercado no permite mantener los precios.
Las reclamaciones han empezado a llegar ya desde puntos tan dispares como la zona de Tierra de Barros (Extremadura), Requena (Valencia) o el Penedés (Cataluña). Y se han empezado a celebrar reuniones y asambleas, que podrían acabar derivando en protestas. La primera se ha convocado ya para el día 5 de septiembre en Cataluña, donde se interrumpirá un día la vendimia como muestra de protesta.
ASAJA denuncia en Extremadura un recorte de precios del 20%, a pesar de que la caída de la producción ronda el 40%, lo que hará imposible cubrir los costes. Reclaman especialmente frente a la caída de precios de la uva destinada a la producción de cava “que no se ajusta a la realidad de la diferencia del valor añadido que tiene esos vinos, con lo que el beneficio no queda igualmente repartido a los largo de la cadena”.
COAG, por su parte, denuncia que la situación en la Comunidad Valenciana es "alarmante y preocupante", pues la industria alega que existen excedentes en los almacenes del año pasado que no son reales, y por ello plantea pagar entre 30 y 35 céntimos el kilo de uva para esta campaña, lo que supone una bajada de un tercio respecto al año pasado, que osciló entre los 45 y 50 céntimos. Con ello, según esta organización, no se cubrirán ni los gastos de producción, ya que la cosecha será inferior por los problemas meteorológicos que ha vivido el cultivo en la zona.
Desde Cataluña, Unió de Pagesos, JARC y la Asociación de Viticultores del Penedès han convocado han hecho público un manifiesto para denunciar que los precios de la uva de esta campaña son "ruinosos" para los productores y les abocan a la inviabilidad de sus explotaciones. Consideran que "no es justificable" una caída de hasta el 28% del precio, lo que supone cobrar por el producto lo mismo que en 1998.Los agricultores aseguran que estos precios hunden el prestigio de las denominaciones de origen y reclaman empresas socialmente responsables. Los precios varían según las variedades, las bodegas y el tipo de producción o de recolección, moviéndose en una horquilla que va desde los 27 a los 45 céntimos (variedades producidas en ecológico y recolectadas a mano). La producción en la zona se teme que acabe siendo como media casi un 30% inferior a la del año pasado, lo que haría inviable cubrir siquiera los costes de producción para muchas explotaciones. Desde el Consejo Regulador, sin embargo, se ha declarado la pasada semana que la producción podría no ser tan baja, y acercarse a las cifras del año anterior. En el Penedés suele recolectar entre 300 y 350 millones de kilos de uva, dependiendo de los años. Esta campaña estará cerca de los 330 millones, según las previsiones de la DO.