La cosecha de cereal de 2019 será mala, pero no tanto como se temía en las primeras estimaciones de junio
Cooperativas Agro-alimentarias de España eleva las previsiones hasta de 17,4 millones de toneladas
A medida que las cosechadoras van avanzando por el campo y se completa la recolección parcela a parcela, se van confirmando las previsiones de que la cosecha de cereal de 2019 será floja. Aunque los peores augurios realizados a lo largo del mes de junio, que anunciaban un año catastrófico al nivel de los peores de las series históricas del sector, se ven matizados al alza en muchos casos. Los rendimientos por hectáreas en muchas parcelas de cebada y, sobre todo de trigo blando, que se temía no alcanzarán los 2.000 kg, acaban superando los 3.000 kg/ha.
El resultado del año, en cualquier caso, va a ser malo año en conjunto, con algunas zonas más castigadas que otras, sobre todo en el sur del Duero dentro de Castilla y León.
Desde el Consejo Sectorial de Cereales de Cooperativas Agro-alimentarias de España, en su última reunión de la pasada semana, se ha realizado una segunda estimación de la cosecha, considerando que que se situará en 17,4 millones de toneladas, lo que supone un 27,3% menos con respecto a la pasada campaña y un 20,6% menos respecto a la media de los tres últimos años. Por cultivos, en trigo blando se alcanzarán los 4,34 Mt, en cebada los 6,94 Mt, en maíz los 3,56 Mt, en trigo duro las 700.608 toneladas, en avena las 859.445 toneladas, en centeno las 286.187 y en triticale y otros las 802.824 toneladas.
Tal y como ha destacado el presidente sectorial de herbáceos, Juan Carlos Bermejo, “nos encontramos ante una de las cosechas de cereales más cortas de los últimos años, debido a la falta de lluvia y al calor durante los meses de mayo y junio”.
Frente a esta baja producción, señala Bermejo, se contraponen unas perspectivas de consumo de más de 38 millones de toneladas, que suponen más de 3 millones de toneladas al mes, lo que va a plantear un gran reto para el sector cerealista español, que necesitará complementar la producción nacional con numerosas importaciones, lo que requiere una estructura ágil y bien dimensionada, que sea capas de hacer una oferta homogénea y día a día, como la que realizan las cooperativas. Porque, si bien la cosecha de cereal en España es corta, “el mundo tiene suficiente cereal para abastecer nuestras necesidades -añade”, y debemos analizar correctamente la comercialización de nuestro cereal en ese contexto. Es necesaria una buena y organizada campaña de comercialización, que consiga dar el valor que tiene nuestro cereal en la cadena como hacen cooperativas a lo largo de toda la campaña, es la única manera en que los productores alcancen un precio atractivo en el mercado”.