Un año pésimo para los secanos y razonablemente bueno para los regadíos, balance de ASAJA para Castilla y León
BALANCE DE LA AGRICULTURA Y GANADERÍA DE CASTILLA Y LEÓN EN 2019. Análisis de los Servicios Técnicos de ASAJA
Cereales de invierno
La campaña de cereales de invierno ha estado marcada por la sequía, especialmente en la mitad occidental y centro de la Comunidad. La siembra se realizó con retraso porque las lluvias no llegaron hasta noviembre, teniendo un invierno con temperaturas por encima de lo habitual y seco. En abril se produjeron precipitaciones por encima de la media, aunque con un reparto heterogéneo al ser en forma de tormentas. A partir de mayo volvió a registrarse un déficit de precipitaciones, lo que condicionó el resultado global de la cosecha.
La superficie total de cereales de invierno cultivada fue de 1.806.326 hectáreas, un 3,8 por ciento inferior a la del año 2018, fundamentalmente por la falta de rentabilidad de estos cultivos debido a los bajos precios en origen que percibe el productor y al aumento de los costes de producción. La producción obtenida, según los últimos datos oficiales, fueron 5.091.022 toneladas, que representa una caída superior al 31 por ciento respecto a la campaña anterior y más de un 12 por ciento inferior a la media de los últimos diez años. Por cultivos, la superficie y producción, así como la variación con respecto a la campaña anterior, se pueden ver en la siguiente tabla:
A pesar de la mala cosecha, los movimientos de mercado que todos los años vivimos para presionar a la baja y especulando para embolsarse los pocos céntimos que pueden salvar la economía de las explotaciones, los precios de lo que produce el sector son injustamente bajos mientras que los costes siguen altos y porque es la segunda cosecha muy mala en tres año s, teniendo pendiente de pagar los créditos que se les concedieron por la sequía de 2017.
La evolución de los precios ha sido dispar en los diferentes cultivos, tal y como se aprecia en los gráficos posteriores, aunque la tendencia general ha sido a la baja a medida que avanzaba el año, con la excepción de la avena que ha tenido un incremento constante. Así, los últimos precios sitúan el trigo un 2,1 por ciento por debajo de lo que se pagaba el año pasado por estas fechas, la cebada un 6,7 por ciento menos, el centeno un 1,9 por ciento menos y la avena con un precio un 20,9 por ciento superior al de 2018.
Maíz
En esta campaña se han sembrado en nuestra comunidad autónoma 109.991 hectáreas de maíz, una superficie un 19 por ciento superior a la del año anterior, con una estimación total de producción de 1.362.157 toneladas, que supone un aumento superior al 16 por ciento en relación a la de la pasada campaña.
El maíz empezó el año con precios un 8,4 por ciento superiores a los de 2018, aunque comenzaron a caer a partir de marzo y se situaron por debajo de los del año precedente a partir de mayo. La última cotización es de 17,8 céntimos por kilo, un 1,9 por ciento por debajo de los precios del año pasado por estas fechas.
Remolacha
Las decisiones de finales del año pasado de la industria azucarera han condicionado sobremanera el cultivo en este 2019. Azucarera anunció hace justo un año, cuando aún estaba vigente el AMI, un cambio del modelo de contratación con el que el sector productor discrepa, lo primero porque entiende que el último año de vigencia de un acuerdo no se puede cambiar lo pactado, segundo porque no estaba justificado ni consensuado con las partes y por último porque el modelo impuesto suponía para esa primera campaña un perjuicio claro al productor. ASAJA y Confederación remolachera presentaron en julio un arbitraje ante la corte arbitral de la cámara de comercio de Madrid exigiendo el cumplimiento de lo acordado en el AMI en la última campaña de vigencia. El proceso llevas sus plazos y se espera que sobre mediados del nuevo año se conozca el resultado.
Agrícolamente, la campaña 2018/2019 que finalizó en marzo con el cierre de la molturadora bañezana fue pésima. El retraso de casi dos meses en la sementera se dejó notar y ni el arranque más tardío lo compensó. También la recogida tuvo complicaciones y se tardó más tiempo en cosechar y molturar. Las 2.170.980 toneladas producidas en la zona norte y molturadas en las 4 fábricas de Castilla y León, con la riqueza más baja de los últimos años, 16,7 º polimétricos, dieron apenas 83 toneladas tipo de remolacha por hectárea. En el balance de las últimas 5 campañas la superficie sembrada, tanto en la zona norte como en Castilla y León, fue algo escasa pero cercana a la media por lo que no estaría justificada la baja cosecha; en producción, 400.000 t por debajo de la media y se dobla esta diferencia si comparamos con la más abundante. La ratio más relevante de análisis es la producción por hectárea, casi 13 toneladas líquidas por debajo de la media y 17 menos si comparamos las estandarizadas en 16º polarimétricos. En cuanto a calidad, 0,56 grados por debajo de la media y 0,86 menos que el mejor valor.
En la campaña actual, 2019/2020, se han sembrado 21.306 has en Castilla y León, 2.900 menos (3.800 en la zona norte). Esta vez la causa no ha sido la meteorología, si no la nueva contratación de Azucarera que ha motivado el abandono del cultivo por parte de muchos agricultores, a pesar incluso de la obligatoriedad de mantenerlo por los compromisos plurianuales de las ayudas agroambientales. Aun así, la caída global ha sido menor de lo inicialmente previsto, pues los remolacheros compartidos con la otra industria han optado mayoritariamente por contratar más cantidad con ella. Azucarera ha caído el 43% en la superficie contratada, mientras que ACOR ha aumentado casi un 36%. Agrícolamente está siendo un buen año para la remolacha, las producciones y riqueza de lo que se lleva recogido estaría en valores medios altos, si bien las intensas lluvias del otoño pueden complicar la recogida en algunas zonas, estando aún pendientes de empezar la campaña en La Bañeza. Olmedo abrió en septiembre, Toro y Miranda a mediados y finales de octubre respectivamente.
Patatas
La superficie plantada en Castilla y León alcanzó las 19.159 hectáreas, cifra ligeramente inferior a las 19.350 hectáreas del año pasado, a pesar de los buenos precios de la campaña precedente. Los rendimientos estimados, según las últimas estadísticas oficiales, son de 47 toneladas por hectárea, superiores a las 41,9 que se alcanzaron en 2018, lo que ha supuesto un incremento de la producción total superior al 12 por ciento respecto a la campaña anterior, recogiéndose un total de 900.139 toneladas.
Los precios de la patata en Castilla y León comenzaron a cotizar en julio a 35 céntimos por kilo, 10 céntimos por encima de los de 2018 en las mismas fechas, pero a lo largo del mes de agosto en que se generalizó el arranque de la patata de media estación se produjo un descenso brusco debido a los problemas de saturación en el mercado. A partir de entonces la tendencia ha sido a la baja hasta situarse últimamente alrededor de los 17 céntimos por kilo, que es un precio un 30,6 por ciento inferior al del año pasado por estas mismas fechas.
Leguminosas grano
La superficie total de leguminosas grano cultivada fue de 111.217 hectáreas, un 12 por ciento inferior a las 126.359 del año 2018. Sin embargo, la producción se redujo hasta las 81.735 toneladas, que suponen una merma de más del 56 por ciento respecto a las 186.917 obtenidas el año pasado, por las condiciones climatológicas de la campaña, con un verano seco.
En la siguiente tabla se puede ver la evolución de la superficie y producción por cultivos respecto a 2018:
La evolución de los precios de las principales leguminosas grano se pueden ver en los siguientes gráficos, apreciándose, en general, precios inferiores a la campaña pasada en garbanzo y superiores en lenteja y veza grano
Girasol
Este año 2019 se han sembrado en Castilla y León 295.872 hectáreas de girasol, que son 16.719 más que las del año 2018, un incremento del 6,0 por ciento. En cuanto a la producción, según los últimos datos oficiales, se espera una producción de 329.876 toneladas, que supone una disminución del 19,4 por ciento respecto al año anterior, con unos rendimientos medios de 1.115 kilos por hectárea, debido a la mala nascencia en muchas parcelas y la falta de precipitación durante el verano. España es un país deficitario de semillas de girasol eimporta, por lo que este año, en que la producción ha sido menor, se verán incrementadas las importaciones para cubrir las necesidades. Esta campaña la pipa se está pagando algo más que el año pasado, a cerca de los 31 céntimos de euro por kilo, aunque la evolución ha sido a la baja desde el principio de la campaña.
Forrajes
Los cultivos forrajeros de Castilla y León han permanecido al nivel del año anterior, con un ligero incremento del 1 por ciento en cuanto superficie cultivada respecto a 2018, pese a ser el forraje menos importante cabe destacar la subida del 9,1 por ciento de la superficie sembrada de maíz forrajero. La producción total de forrajes ha ascendido a 3.348.795 toneladas, que supone una reducción de casi el 34 por ciento de la cantidad obtenida el año pasado, debido a los descensos de los rendimientos. Mención especial la fuerte caída de la producción por hectárea de la veza forrajera, que se ha reducido a menos de la mitad, y de la alfalfa. En la siguiente tabla se puede ver la evolución de la superficie y producción por cultivos:
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Superficie (ha) | Producción (t) | ||||
2018 | 2019 | Variación (%) | 2018 | 2019 | Variación (%) | |
Maíz forrajero | 9.634 | 10.514 | 9,1% | 606.154 | 652.156 | 7,6% |
Alfalfa | 101.464 | 100.695 | -0,8% | 3.002.649 | 1.983.244 | -34,0% |
Veza para forraje | 97.636 | 99.529 | 1,9% | 1.459.627 | 713.395 | -51,1% |
Total | 208.734 | 210.738 | 1,0% | 5.068.430 | 3.348.795 | -33,9% |
Fuente: Avances de superficies y producciones de la Consejería de Agricultura y Ganadería |
Esta escasez de producto ha propiciado que las cotizaciones de los forrajes estén más altas que las de la campaña pasada. El precio de la alfalfa en Castilla y León comenzó mayo con precios similares a los del pasado año, con una evolución positiva hasta septiembre y un ligero cambio de tendencia desde esa fecha. El último precio conocido de la alfalfa para heno es de 18,6 céntimos de euro por kilo, una cifra un 8,2 por ciento superior a la del año pasado por estas mismas fechas.
El precio de la veza para forraje ha presentado una evolución similar a la de la campaña anterior, pero siempre algo por encima de los precios del pasado año, cotizando según los últimos datos conocidos a casi 15 céntimos de euro por kilo, que es un 11 por ciento superior.
Vitivinícola
La vendimia en las trece denominaciones de origen de Castilla y León ha sido de casi 294 millones de kilos de uva, que supone una merma del 17 por ciento respecto a la vendimia de 2018, pero apenas un 1 por ciento respecto de la media de los cinco años anteriores. La producción, por denominaciones, y su variación respecto a la campaña anterior fue:
Denominación | 2018 | 2019 | Variación |
Rueda | 130.551.186 | 113.720.966 | -12,89% |
Ribera del Duero | 125.448.316 | 94.384.006 | -24,76% |
Cigales | 8.029.155 | 7.400.000 | -7,84% |
Bierzo | 11.275.190 | 13.380.938 | 18,68% |
Toro | 22.572.585 | 16.891.647 | -25,17% |
León | 3.711.792 | 3.483.508 | -6,15% |
Tierra del Vino de Zamora | 644.273 | 623.789 | -3,18% |
Arribes | 800.000 | 1.044.175 | 30,52% |
Arlanza | 890.217 | 1.062.069 | 19,30% |
Sierra de Salamanca | 288.396 | 270.000 | -6,38% |
Valtiendas | 150.000 | 250.000 | 66,67% |
Valles de Benavente | 1.046.782 | 800.000 | -23,58% |
Cebreros | 1.083.462 | 630.000 | -41,85% |
Total D.O. C y León | 306.491.354 | 253.941.098 | -17,15% |
Esta campaña ha estado marcada por la falta de lluvias, que es lo que ha provocado esta merma en la producción, aunque por el contrario ha favorecido que el estado sanitario de la uva haya sido excelente y que la vendimia no se viera afectada por las lluvias pudiendo recoger la uva con la maduración adecuada y en el momento preciso. El precio de la uva varía mucho de unas denominaciones a otras y según variedades, sistema de conducción y edad de las viñas, aunque como norma general, está al nivel de lo pagado el año pasado, 73,7 céntimos de euro por kilo según los últimos datos del observatorio de precios de los productos agrícolas y ganaderos de Castilla y León.
Por otra parte, en el momento actual tenemos que destacar la preocupación de todo el sector debido a la influencia negativa que pueden tener los aranceles de Estados Unidos, ya que este país es el segundo mercado más importante de los vinos de nuestra región. y pueden acarrear nuevas dificultades para nuestras ventas y problemas a la hora de abrir nuevos mercados.
Este año, el Ministerio fijó en el 0,5 por ciento el porcentaje de la superficie plantada de viñedo para conceder autorizaciones de nuevas plantaciones, que equivale a 4.747,5 hectáreas. En Castilla y León se establecieron limitaciones de la superficie para autorizaciones de nueva plantación, en Ribera del Duero de 950 hectáreas y en Rueda de 1 hectárea. En el reparto nacional en Castilla y León se concedieron 708,5 hectáreas de nuevas plantaciones, el 15% del total, repartidas entre 398 viticultores. De esta superficie, el 86,5 por ciento se concedió en la DOP Ribera del Duero. En Castilla y León, a 31 de julio de 2019, había 81.575 hectáreas de viñedo plantadas, 2.751 hectáreas de autorizaciones concedidas que no se han ejercido, 226 hectáreas de derechos de plantación que no se han convertido en autorizaciones y 157 hectáreas de resoluciones de arranque concedidas no incluidas en autorizaciones de plantación, ascendiendo el potencial de producción vitícola a 84.709 hectáreas, que con un incremento del 2,2 por ciento respecto al año 2018 representa el 8,5 por ciento del nacional.
A lo largo del año se ha modificado la normativa nacional que regula el potencial de producción vitícola, con novedades en el procedimiento de concesión de autorizaciones de nuevas plantaciones y de replantaciones de viñedo, y la aplicación de las medidas del Programa de Apoyo 2019-2023 al Sector Vitivinícola Español (PASVE), aclarando algunas disposiciones para facilitar su aplicación. La Consejería de Agricultura y Ganadería, a principios de año, actualizó la orden por la que se regula el potencial de producción vitícola en Castilla y León motivado por la modificación del marco normativo europeo y nacional. Esta modificación afianza la regulación del sistema para la gestión de plantaciones de viñedo en la Comunidad, agiliza la tramitación de expedientes ampliando el periodo de presentación de solicitudes de replantación a toda la campaña vitícola y facilita las tareas administrativas a los productores a través de un sistema telemático.
En el primer trimestre de 2019 se convocaron las ayudas a la reestructuración y reconversión de viñedo en Castilla y León para la campaña vitícola 2019/2020, con un presupuesto global de estas ayudas, para el año 2020, de 4.750.000 euros. En general siguió las pautas de la última convocatoria, aunque se introdujeron algunos cambios importantes, como es la exclusión, en las operaciones y acciones subvencionables, de los trabajos realizados por el propio agricultor, pese a la oposición de ASAJA.
Sanidad Vegetal
El año 2019 ha estado marcado por la plaga de topillos, con daños producidos desde el centro de Castilla y León hacia el norte, en una extensión que ronda las 1.610.000 hectáreas, lo que significa un 17 por ciento del total de la superficie regional. Se estiman unas pérdidas del sector de 30 millones de euros, de los que 18 corresponden a la provincia de Palencia, la más afectada hasta ahora por la plaga. Además, las consecuencias que está teniendo la plaga superan los daños agrarios ya que, además del serio problema sanitario de la tularemia, con cerca de setenta casos ya confirmados, también se ve afectada la caza, la pesca y el turismo.
Desde ASAJA se había comunicado la existencia de una población muy preocupante de topillos ya en diciembre de 2018. Posteriormente, en marzo, se avisó nuevamente, dadas las continuas quejas que trasladaban los asociados, aunque las Administraciones implicadas negaban el problema. Finalmente, se confirmó el descontrolado aumento de las poblaciones de topillo campesino, especialmente en Tierra de Campos, aunque también en otras áreas.
La Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, a principios de año, publicó la estrategia de gestión integrada de riesgos derivados de la presencia de topillo en Castilla y León, y en el verano autorizó el laboreo con volteo después de la recolección, sin tener que esperar al 1 de septiembre, como medida de control de la plaga en las comarcas afectadas. También se constituyó un Grupo de Trabajo Interadministrativo de Colaboración en Lucha Integral contra el Topillo Campesino que incluye, además de la Junta, a la Delegación del Gobierno, Confederación Hidrográfica del Duero, Adif, Carreteras del Estado y Diputaciones de Palencia, Valladolid y Zamora, para la destrucción de huras en reservorios y vías de dispersión.
En ASAJA, creemos que la única solución efectiva es la limpieza de todos los reservorios en las superficies gestionados por las diferentes Administraciones, algo que debería haberse realizado antes y de forma mantenida en el tiempo en las zonas donde se origina la plaga de forma recurrente. También seguimos reivindicando la realización de estudios integrales donde se prueben diferentes medidas de lucha contra los topillos en el campo de forma real –abriendo la posibilidad a las quemas controladas como solución– y pueda comprobarse su efectividad. Además, solicitamos que se articularan ayudas para indemnizar a los enfermos de tularemia, así como los daños producidos en los campos de Castilla y León, y que se declare la misma como enfermedad profesional.
También hay que destacar los graves daños que los conejos están produciendo en nuestras explotaciones, a los que hay que añadir los producidos por otros animales silvestres (corzos, jabalíes, etc.). Tal como se comprometió con ASAJA, Adif ha adjudicado la instalación de vallado contra la entrada de conejos en líneas de Alta Velocidad que atraviesan Castilla y León, para evitar la presencia de conejos en la plataforma ferroviaria y el aumento del número de madrigueras.
El Observatorio de Plagas y Enfermedades Agrícolas de Castilla y León emitió, a lo largo de 2019, avisos sobre recomendaciones de manejo para la prevención y control de riesgos derivados del topillo, así como sobre la situación de las poblaciones. También ha informado sobre incidencias de otras plagas y enfermedades. En primavera dio avisos de septoria, tronchaespigas, roya amarilla, nefasia, lema, chinches, pulgones y oscinella en cereales de invierno, sitona, gorgojo y pulgón en leguminosas, gusanos defoliadores en alfalfa, en verano de mildiu en viñedo y en otoño de zabro en cereales de invierno.
ASAJA Castilla y León ha pedido establecer, dentro del Sistema de Vigilancia y Control de Plagas, una Red de Vigilancia Fitosanitaria para el cultivo de la patata, al igual que ya existe para cereales, leguminosas, girasol y viñedo, dentro del Observatorio dependiente del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León.