Europa reinventará su agricultura en los próximos meses con una PAC que obliga a reducir consumos y a producir ‘en verde’
Durante el primer semestre de 2020 la agricultura europea va a sentar las bases para el cambio más radical que este sector ha experimentado en las últimas décadas. La reunión que celebran mañana lunes los ministros de Agricultura de los países de la UE fijará el plan de ruta a seguir, una vez despejada la incertidumbre que había planeado durante el último años por las dudas sobre el alcance final del Brexit. Los ministros debatirán el informe de situación de la Presidencia sobre los trabajos realizados en el Consejo en relación con todas las propuestas de la Comisión relativas al paquete de reformas de la PAC, que incluye Reglamentos sobre los planes estratégicos de la PAC, la financiación, la gestión yel seguimiento de la PAC ysobre la organización común de los productos agrarios. Y prestarán una atención especial al alcance que el llamado ‘Pacto Verde Europeo’ va a tener sobre el desarrollo de la agricultura y la ganadería comunitarias durante los próximos años.
El ministro de Agricultura español, Luis Planas, ha asegurado en los últimos días que en febrero o marzo próximos se sabrá cuál será el presupuesto de la PAC y la cantidad que le corresponderá a cada país, y se conocerán también los reglamentos de aplicación que van a determinar el alcance de la reforma que se prepara: Un Reglamento sobre los planes estratégicos de la PAC, un Reglamento sobre la organización común de mercados (OCM) única, y un Reglamento horizontal sobre la financiación, gestión y seguimiento de la PAC.
Entonces podrá empezar seriamente a construirse lo que será la PAC de los próximos años para los agricultores españoles, en un diálogo con las distintas comunidades autónomas y las organizaciones agrarias. Entre los meses de abril y mayo se llevará a cabo el examen de todas las necesidades sectoriales dentro del Plan Estratégico Nacional y, a partir de mayo-junio, se empezará a "dar respuesta a esas necesidades, en base a las proyectos de actuación que se discutirán con las comunidades autónomas para asignar los recursos disponibles a cada una de las líneas de actuación y a los diversos territorios. Esa será, sin duda, la fase más complicada y tensa del proceso, ha asegurado el ministro, porque cada sector y cada región tratarán de conseguid las mayores dotaciones posibles. Una vez marcadas esas líneas de actuación, el sector agrario ya sabrá por dónde van a ir las medidas de la nueva PAC y los profesionales podrán comenzar a tomar las decisiones de cara al nuevo periodo 2022-2027.
ESPAÑA QUIERE ESTAR ENTRE LOS LÍDERES DEL PROCESO
España, Francia y Alemania que son las tres principales potencias agrarias dentro de la Unión, buscan liderar la negociación de la PAC 2021-2027 en esta fase definitiva, en temas esenciales como la sostenibilidad medioambiental y la simplificación de estas políticas.
En la reunión de ministros de mañana, España, Alemania y Francia, tienen previsto presentar a la presidencia Croata de turno una declaración conjunta al respecto que ya aprobaron en diciembre pasado. Los principios sobre los que se basa esa declaración son los siguientes.
- La propuesta de la futura PAC refuerza sus aspectos medioambientales y climáticos, contemplados en la denominada “arquitectura verde” y aporta oportunidades para nuestra agricultura y medio ambiente, dando respuesta a las expectativas de los consumidores y ciudadanos europeos.
- Los participantes han compartido ampliamente esta mayor ambición medioambiental de la PAC post 2020, en consonancia con los compromisos internacionales adquiridos por la Unión Europea y por los diferentes Estados miembros en este ámbito y en el de la lucha contra el cambio climático.
- En el nuevo perido será necesario contar con una gestión sencilla para agricultores y autoridades competentes y con un sistema de evaluación de resultados que no revista complejidad.
- El nuevo modelo debe permitir atender las especificidades de las diferentes agriculturas que conforman el mapa europeo, garantizando al mismo tiempo, que se preserva el carácter común de la PAC.
- Es necesario que la PAC sea instrumento incentivador para que los agricultores puedan avanzar hacia un sistema agrario más sostenible, más competitivo y capaz de responder a las demandas de los ciudadanos.
- Los eco- esquemas de la nueva PAC deben remunerar las prácticas que vayan más allá de los requisitos mínimos medioambientales de la Unión Europea, así como los servicios públicos generados.
- Las líneas de actuación que se definan han de plantear esquemas flexibles y sencillos, que den cabida a las diferentes realidades productivas comunitarias, sin generar excesivas cargas administrativas. Dicha flexibilidad es imprescindible para recoger la realidad de las regiones particularmente afectadas por los efectos del cambio climático, como las del sur de Europa.
El ministro Planas ve necesario que el mecanismo de una PAC "más sostenible y con un enfoque medioambiental" no suponga en modo alguno un "incremento de problemas o cargas administrativas" al agricultor. La simplificación de los procedimientos es un objetivo fundamental para los tres países.
EL PACTO VERDE MARCARÁ EL FUTURO DEL CAMPO
Los ministros de Agricultura debatirán además sobre el nuevo Pacto Verde Europeo (conocido como Green Deal) por el que la UE se ha comprometido a ser neutra en emisiones de carbono en 2050. Es una "macroiniciativa" importante en la que tomará parte la agricultura: "Debemos tener un sector que equilibre sus emisiones con la captura de carbono". No obstante, Planas ha recordado que el sector primario "sólo produce el 12%" de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Este ‘Pacto Verde’ determina que el 40% del presupuesto de la PAC deberá encauzarse a líneas de actuación que contribuyan a resolver los problemas derivados del cambio climático. Eso supondrá potenciar la agricultura ecológica, incrementar medidas que ayuden a preservar la biodiversidad y a proteger el medioambiente, impulsar medidas que detengan el cambio climático y garantizar que los europeos dispongan de alimentos asequibles y producidos de manera sostenible. En concreto, la Comisión deberá presentar en la primavera de 2020 una estrategia que se denomina ‘DE LA GRANJA A LA MESA’. Para ello, la Comisión deberá trabajar con los Estados miembros y los representantes de los colectivos interesados con el fin de que esa estrategia
- Garantice que la transición sea justa y equitativa para todos los que trabajan en el sector agrícola y marítimo europeo
- Se reduzca significativamente la dependencia, el riesgo y el uso de plaguicidas químicos, así como de los abonos y de los antibióticos
- Se desarrollen técnicas agrícolas y ganaderas innovadoras que protejan las cosechas y los animales de plagas y enfermedades.
La estrategia ‘DE LA GRANJA A LA MESA’ contribuirá en concreto a potenciar una economía circular en el trabajo de todos los agentes del sector, buscando conseguir ciudadanos mejor informados, sistemas de producción más eficientes, mejores instalaciones de almacenamiento y sistemas de envasado, estrategias de consumo más saludable y de reducción de desperdicios, y canales de transformación y transporte agrícola más sostenibles.
Esa ‘estrategia’ también deberá ayudar a combatir el fraude alimentario, evitándolo, detectándolo, y luchando contra él, a través de la coordinación con los Estados miembros y con los países no pertenecientes a la UE. Es un objetivo prioritario que los alimentos importados cumplan con las mismas normas que los de la UE en materia de medio ambiente.
Esta ‘estrategia’ de la Comisión deberá contar con la colaboración de los Estados miembro, y tendrá que verse también reflejada en los planes estratégicos que cada uno de los países irán aprobando en los próximos meses de cara a la aplicación de la nueva PAC, en la que tienen que aparecer las líneas definidas en el Pacto Verde y en la estrategia ‘De la Granja a la Mesa’.