Ensayos en C-LM con levaduras que ayudan a mitigar el desarrollo de enfermedades de la madera en viñedo
La Cooperativa Jesús del Perdón-Bodegas Yuntero de Manzanares (Ciudad Real) está desarrollando un proyecto de I+D+I para paliar las enfermedades de la madera de la vid, denominadas EMV, el mayor problema sanitario de este cultivo.
Los trabajos que se están realizando consisten en la aplicación de compuestos naturales para estimular el propio sistema natural de defensa de las plantas y que además pueden incrementar la calidad del vino obtenido, ha informado la cooperativa en nota de prensa.
Los primeros resultados y avances del programa se han presentado en Manzanares durante la celebración de la primera edición de las jornadas "Inducción de las defensas para mitigar las enfermedades de la madera de viña", que ha congregado a más de 150 técnicos y agricultores, procedentes de distintos puntos de Castilla-La Mancha y de Andalucía.
Los ensayos del programa que se encuentran en su segundo año de ejecución -de los tres que dura-, se realizan en dos parcelas propiedad de la Cooperativa Jesús del Perdón-Bodegas Yuntero que suman un total de once hectáreas y que cuentan con viñedos de la variedad Airén y Cencibel.
El ingeniero técnico agrícola del departamento de Servicios Agrarios de Bodegas Yuntero, Juan Manuel Jiménez Castro, ha explicado que el objetivo de estas pruebas es "conseguir estimular la actividad de la quitinasa por la propia planta, mediante la utilización de la molécula manano oligosacáridos -proveniente de la pared celular de levaduras Sacharomyces Cerevisiae- para producir una respuesta inmune que active el sistema natural de defensa de las plantas".
Estos compuestos son totalmente naturales y sustituyen a los químicos y aplicados a las plantas, además, pueden tener "un efecto positivo sobre la producción de compuestos fenólicos que pueden incrementar la calidad del vino", ha señalado Jiménez.
En el primer año del programa se realizaron diferentes ensayos hasta dar con la dosis más efectiva de los compuestos a aplicar y en este segundo año se está determinando la frecuencia de la aplicación de los productos.
Una vez determinada la dosis y la frecuencia, en el tercer año se trabajará sobre seis parcelas en plena producción.
A tres de ellas se les tratará con compuestos y a las tres restantes, no, con el fin de observar las diferencias y analizar los resultados.
"Hasta el momento se ha conseguido reducir la enfermedad de la madera de las cepas (EMV), con la consiguiente mejora del estado sanitario del cultivo y se ha observado un aumento en la calidad del vino (antioxidantes y polifenoles), además de una mayor homogeneidad e incremento de la producción", ha explicado.
Los trabajos se están desarrollando en colaboración con diversas empresas e instituciones dedicadas a la investigación y desarrollo del sector agroalimentario, como Alltech Crop Science y la Universidad de Extremadura.