La producción mundial de cebada alcanza los niveles más altos de la última década y su precio no deja de caer desde enero
La recolección de cebada está ya casi completa en los países del hemisferio norte con unos resultados excepcionales que se acercan a los 154,2 millones de toneladas. La producción en Canadá, la Unión Europea, Rusia y Ucrania es considerablemente mayor que la de hace un año, estimándose que la cosecha global para 2019/20 va a ser la más alta de la última década, desde los años 2008/09. Rusia, que es el mayor productor del planeta, ha recogido 20 millones de toneladas, Canada casi 10 millones, Ucrania alrededor de 9.2 millones de tm, y Turquía alrededor de 8 millones. España será prácticamente el único de los grandes productores mundiales donde la campaña será peor que la del año pasado, superando ligeramente los 7 millones de toneladas, frente a los casi 9 millones del año anterior.
En los países del hemisferio sur, la campaña también podría ser buena, aunque todavía es pronto y de hecho las previsiones del último mes se han reducido ligeramente en Australia, desde 9,2 a 8,6 millones de toneladas, mientras que en Argentina, que es el otro gran productor de cebada en el hemisferio sur, la previsión de producción se mantiene en los 5 millones de toneladas.
Esta situación de máximas producciones viene acompañada por una continua reducción de la demanda, lo que ha hecho que los precios internacionales de la cebada no hayan dejado de bajar desde el pasado otoño, sobre todo desde el mes de enero. En el último año el precio de la cebada se ha reducido en un 25% (casi 50 euros por tonelada menos). Ello se debe a que los principales países importadores compran menos. Arabia Saudita se ha alejado de la alimentación con cebada cruda y usa cada vez más piensos elaborados, para mejorar la eficiencia de las raciones. China y otros países asiáticos, que son los mayores compradores en Australia, están reduciendo sus compras porque baja la demanda interna por culpa de la peste porcina africana. Arabia Saudita y China suponen el 60% de las importaciones mundiales de cebada. Por otro lado, juega también en contra del precio de la cebada la sobreoferta mundial de maíz, que está alcanzando niveles récord de producción y tiene un precio más bajo y generalmente un mayor valor energético para las raciones de alimentación animal.