Ribera del Duero cierra la campaña con 30 millones de kilos de uva menos (-25%), aunque el producto tiene una calidad excepcional
La Denominación de Origen Ribera del Duero ha dado por concluida la vendimia de 2019 con un total de 94.384.006 millones de kilos de uva recogidos, el 24,75 por ciento menos que el pasado año, según ha informado el Consejo Regulador a través de su página web.
A falta de que las últimas bodegas cierren sus tolvas y se incorporen los últimos restos de fruto recogido y el Consejo Regulador haga público su informe definitivo de vendimia, esta cantidad supone una merma respecto a la cosecha de 2018, cuando se alcanzaron los 125,4 millones de kilos de uva, aunque las bodegas coinciden en la expectativa de una "excepcional calidad".
Incluso se queda por debajo de los datos que adelantó el consejero de Agricultura, Jesús Julio Carnero, durante una reciente visita a la Ribera del Duero, cuando apuntó que la cosecha de 2019 rondaría los 115 millones de kilos de uva.
No obstante, se sitúa prácticamente al mismo nivel que en los años 2011 y 2013, cuando se recolectaron, respectivamente, 96 y 95 millones de kilos de uva y muy por encima de la de 2017, cuando una helada a finales de abril provocó que apenas se cosecharan 55,2 millones de kilos de uva.
Atendiendo a las 23.205 hectáreas de viñedo registrado en el órgano gestor ribereño en 2018, esta cifra supone un rendimiento medio por hectárea de 4.067,4 kilos, también muy por debajo de las siete toneladas permitidas por el reglamento.
La vendimia se inició el pasado 12 de septiembre y fue incrementándose paulatinamente hasta que en los primeros días de septiembre se registró el mayor volumen de entrada de uva en bodega.
De hecho, entre el 4 y el 9 de octubre se han registrado los mayores picos de entrega de uva, alcanzándose los 8,23 millones de kilos el pasado 5 de octubre.
Al margen de la cantidad de uva recogida, la sensación generalizada en el sector es que la añada de 2019 será de una excepcional calidad.
Aunque la sequía sufrida por la falta de precipitaciones en verano ha impedido que el fruto cogiera mucho peso, en líneas generales este se encuentra en perfecto estado sanitario y los parámetros registrados -taninos, color, acidez y PH sobre todo- alcanzan unos niveles óptimos.