“Los técnicos deben estar equipados con herramientas digitales para ofrecer el servicio de asesoramiento que necesitan nuestros agricultores”

HABLAMOS CON FRANCISCO MORELL… Director de Agricultura Digital en la empresa Corteva Agriscience, tras su intervención en la jornada LERMA DIGITAL organizada por la revista Tierras.

LA AGRICULTURA DIGITAL.- ¿Cuáles han sido las ideas principales de su intervención en la jornada Lerma Digital, respecto a la aplicación de este tipo de tecnologías a la agricultura?

FRANCISCO MORELL.- Lo que he intentado contar es en realidad una experiencia. Se trata de la experiencia del equipo de la empresa Pioneer, que actualmente forma parte de Corteva Agriscience, la división agro de la empresa resultante tras la fusión de los negocios de Dow y Dupont. Es nuestra experiencia de estos últimos 5 años, en los que hemos trabajado sobre todo con imágenes vía satélite para el seguimiento del cultivo, con el objetivo de establecer una zonificación de las parcelas e identificar aquellas con un mayor o menor potencial de rendimiento, para actuar en consecuencia. Además, el pasado año comenzamos a trabajar con otros dispositivos digitales, como sistemas que nos permitieron por ejemplo medir el grado de compactación del suelo o el uso de vuelos de drones para realizar conteos de plantas, que resulta muy útil para evaluar la nascencia en una parcela.

La otra fuente de información que actualmente podemos utilizar es la maquinaria agrícola: ya sean tractores, cosechadoras, empacadoras o cualquier otro tipo de máquina que van recorriendo muchas veces cada parcela y con la sensorización adecuada pueden ir recogiendo información sobre la variabilidad de la parcela y ofrecernos una visión de conjunto sobre su situación antes de actuar cada campaña.

Trabajamos pues con tres fuentes de información diferentes, los satélites, la maquinaria y los equipos más especializados, que nos permiten recoger los datos que van a servir como base para definir estrategias que les permitan mejorar los resultados en las explotaciones de nuestros clientes.

L.A.D.- Sorprende que una empresa de semillas y fitosanitarios dedique tantos esfuerzos a desarrollar este tipo de servicios… ¿Con qué objetivo trabaja Corteva Agriscience en todo lo relacionado con agricultura de precisión y las nuevas herramientas digitales disponibles para el sector agrícola?

F.M.- Las herramientas digitales que estamos utilizando son un servicio dirigido en un principio a nuestro departamento técnico. Las tecnologías digitales que hemos desarrollado no van a reemplazar el trabajo de las personas sobre el terreno in situ, pero los técnicos equipados con herramientas digitales van a ofrecer mucho mejor el servicio de asesoramiento agronómico que necesitan nuestros agricultores.

En otros países como Estados Unidos ya tenemos una plataforma a la que tienen acceso los propios agricultores para su utilización a nivel particular. En el caso de España el objetivo inicial es fortalecer a nuestro equipo técnico sobre el terreno para que sigan siendo un referente de primera línea en cultivos como el maíz o el girasol.

L.A.D.- ¿Qué conclusiones se han podido extraer de la experiencia con la dosificación variable de un input tan esencial como es la semilla o la fertilización?

F.M.- La semilla se enfrenta a muchos factores que la pueden afectar. No solo depende de las condiciones del suelo, que son la primera referencia que podríamos tener en cuenta para prescribir una dosis de semilla en cada zona, sino que dependerá de otras variables como las fechas de siembra o las condiciones meteorológicas, y eso lo sabemos porque somos ingenieros agrónomos y conocemos bien la respuesta de nuestra genética al ambiente.

Hasta el momento, nuestras experiencias se han basado fundamentalmente en utilizar dosis variables en función del potencial de cada una de las zonas de la parcela, introduciendo como referencia un testigo uniforme que nos permita comparar los resultados.

No obstante, sabemos que para alcanzar unos buenos resultados hay que tener en cuenta muchas más variables, que generan cada año incertidumbres. En primer lugar, está claro que hay que identificar bien las zonas de cada parcela, las de mayor y las de menor producción, y verificar que no se producen errores en ese mapeo por factores de manejo del suelo que hayan enmascarado sus condiciones intrínsecas. Pero también hay que saber si las dosis variables de semilla que hemos prescrito son las que finalmente tenemos en las distintas partes de la parcela y no se han visto alteradas por algún factor externo, como la propia dosificación de las máquinas de siembra, que cada vez son más precisas tanto en la densidad como en el posicionamiento de la semilla, o por otras condiciones que pueden ir reduciendo el número real de plantas en el suelo. Para comprobar esto, nos hemos decidido a validar este año una tecnología que permite el conteo de las plantas con el uso de drones, que hemos importado desde Estados Unidos. Además de todo ello, para que los resultados sean los óptimos y se acerquen lo más posible a los que se habían previsto, habrá que conseguir que otros aspectos importantes del manejo como puede ser el del riego sean suficientes y uniformes en la parcela.

L.A.D.- ¿Cuál es el grado de introducción de la agricultura digital en Europa y en España actualmente respecto a otras zonas como los EEUU, que parecen ir por delante? ¿Qué factores pueden ser lo que condicionen su implantación en la UE y en nuestro país?

F.M.- Según varios estudios publicados recientemente sobre el grado de introducción de la agricultura de precisión en Estados Unidos, parece claro que la adopción de la tecnología del auto-guiado ha sido tremenda, y por detrás viene la de prescripción variable de inputs, en concreto de fertilizantes y de enmiendas calizas para la corrección del pH. Y eso es lo mismo que está sucediendo aquí, en España y en Europa, en concreto está avanzando muchísimo la aplicación variable del nitrógeno en cultivos como los cereales de invierno.

Hay que decir, además, que en estos momento el programa Copernicus desarrollado por la Unión Europea está liderando a nivel mundial las actividades de observación de la Tierra y ha superado al programa que en su día puso en marcha Estados Unidos con los satélites Landsat. Aunque hay que reconocer que los EEUU acumulan una experiencia de 30 años, frente a los 5 años que llevamos en Europa con los satélites Sentinel 2.

En cualquier caso, hoy en día contamos con avances y desarrollos en Europa y en España que nada tienen que envidiar a los que se pueden conseguir en Estados Unidos o en otras zonas del mundo.

L.A.D.- ¿Qué papel van a desempeñar las empresas de servicios en la generalización de las herramientas digitales dentro del sector agrario?

F.M.- Nos abruma el hecho de ver la cantidad de empresas de servicios que son capaces de ofrecer esta tecnología al sector. Algunas son empresas con muchos años de experiencia, pero otras son start-up o empresas que salen de las universidades con gente muy joven que tiene muchas ideas. Desde Corteva Agriscience estamos abiertos a todo tipo de colaboraciones aprovechando la experiencia que tiene nuestro equipo de los cultivos y de su desarrollo agronómico, de hecho el uso de las imágenes vía satélite en nuestro proyecto de estos últimos 5 años ha sido a través de una empresa local. Colaboramos con otras empresas de forma habitual y nos gustaría seguir trabajando conjuntamente para encontrar las sinergias que nos permitan seguir avanzando en este sector, especialmente en los cultivos de maíz y girasol.