El progreso tecnológico choca con la falta de habilidades digitales de los productores
La digitalización en la agricultura será clave en los próximos años para lograr un aumento del 50% en la producción de alimentos, lo cual es necesario para satisfacer las necesidades de una población creciente. Sin embargo, la implementación de este tipo de tecnologías afronta desafíos, incluida la falta de habilidades digitales por parte de los agricultores y ganaderos, vinculadas a la edad, la falta de infraestructuras de banda ancha y la ausencia de análisis coste/beneficio sobre las nuevas tecnologías en la tarea diaria de los productores.
Estas fueron algunas de las conclusiones de la jornada 'Agricultura inteligente: digitalización de la agricultura y visión para la nueva PAC', organizada el 29 de enero con presencia de varios eurodiputados, en la que los proyectos Horizon 2020 IoF2020 y SmartAgriHubs —en los que participa la Asociación Europea de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (CEMA)— mostraron los avances conseguidos durante la implementación de sus 61 casos de prueba combinados en la UE.
Se puso de manifiesto que las tecnologías digitales permitirán a los consumidores acceder cada vez más a información específica sobre la trazabilidad de los productos que compran, y ayudarán a los agricultores a saber qué quieren los consumidores. En esta línea, será importante que la UE defina una estrategia clara y objetivos para fomentar la sostenibilidad que requieren los consumidores.
En la sesión centrada en el papel de la gestión de datos y en cómo mejorar la adopción de tecnologías agrícolas inteligentes, el director técnico de CEMA, Ivo Hostens, subrayó que la industria de la maquinaria agrícola es altamente innovadora y de alta inversión. Observa tres tendencias principales: automatización, electrificación e inteligencia artificial.
La industria se ha comprometido a trabajar más en la interoperabilidad y a crear una interfaz de código abierto para permitir el intercambio seguro de datos, así como una plataforma abierta única. La gobernanza de estos datos es uno de los desafíos a los que se enfrenta la industria, en términos de propiedad y gestión. En el sector agrícola debe fijarse un Código de conducta en la UE sobre intercambio de datos, que sea acordado por todas las interesadas en la cadena agroalimentaria.