Los regantes lamentan que las presiones políticas amenacen la planificación hidrológica
La Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore) considera que las intromisiones legislativas y las presiones políticas de las comunidades autónomas son las principales dificultades para llevar adelante el necesario proceso de planificación hidrológica, según aseguró esta mañana su presidente, Andrés del Campo, en la Jornada 'Directivas y Gobernanza del Agua', celebrada en el marco de la Feria Internacional para la Gestión Eficiente del Agua (Efiaqua).
Fenacore atribuye esta complejidad, en primer lugar, a la contaminación política del agua que ha derivado en una maraña normativa con 17 leyes de aguas y 17 administraciones hidráulicas diferentes que compiten por gestionar este recurso, llevando incluso a otorgar concesiones por encima de las disponibilidades reales de agua.
Las injerencias políticas en el proceso de planificación han generado una ‘auténtica Torre de Babel’ donde cada territorio habla su propio lenguaje del agua, estableciendo su reparto en función de intereses políticos y no técnicos como correspondería, y saltándose en algunos casos incluso la Constitución que reconoce expresamente el principio de legalidad y de unidad de gestión de cuenca.
Fenacore insiste en la importancia de elevar el agua a cuestión de Estado de manera que sea la Administración Central la que dirija el proceso de planificación hidrológica, lo que permitiría evitar los retrasos en la ejecución de obras de regulación y modernización de regadíos. Y es que, en la actualidad, España cuenta con 25 demarcaciones hidrográficas, más del doble que el resto de los países de nuestro entorno para un número similar de ríos.