Un estudio del proyecto europeo Diverfarming destaca el valor del asociacionismo
BSF, ejemplo de sostenibilidad en la cadena de suministro agrícola
Un equipo de investigación internacional estudia cómo el asociacionismo funciona a la hora de alcanzar la sostenibilidad en la cadena de suministro agrícola, usando un caso de estudio pionero: Barilla Sustainable Farming (BSF).
Un grupo de investigación del proyecto europeo Diverfarming pretende conseguir mejoras en la cadena de suministro agrícola. Para ello, investiga en dos direcciones: el diseño y análisis de cadenas de valor y el marco legislativo para influir en políticas relevantes.
El último avance en este campo ha sido la publicación de un estudio sobre cómo el asociacionismo puede promover la sostenibilidad en la cadena de suministro agrícola, centrándose en el caso de estudio de Barilla Sustainable Farming en el Valle del Po en Italia.
El cambio climático, los hábitos alimentarios, la contaminación por parte de los pesticidas, el descenso de terreno cultivable y la explotación intensiva de los recursos naturales como el suelo —cuya fertilidad está en continuo declive— son problemas que amenazan la sostenibilidad y la estabilidad del mercado agroalimentario, por lo que se torna necesario enfrentar estas problemáticas desde diferentes puntos.
Teniendo en cuenta que las multinacionales están a cargo de la mayor parte del sistema de producción de alimentos, son estas empresas quienes deberían estimular la gobernanza democrática compartida (multinivel) para hacer la producción de alimentos más sostenible. Por eso, se propone un sistema conocido como ‘multi-stakeholder partnerships’ (MSP, en castellano asociaciones de múltiples partes interesadas), que implica que diferentes grupos comparten una problemática o un objetivo común a pesar de tener diferentes intereses o dinámicas.
Asociación de múltiples partes interesadas
Desde este enfoque, los investigadores Barbara Pancino y Emmanuele Blasi, de la Universidad de Tuscia (Italia); Stefano Pascucci, de la Universidad de Exeter (Reino Unido); y Cesare Ronchi, de Barilla G&R Fratelli SPA, han estudiado el caso de Barilla Sustainable Farming (BSF), una iniciativa que actualmente está diseñando una asociación de múltiples partes interesadas e implementando una serie de acuerdos entre las diferentes partes interesadas.
El grupo Barilla lleva a cabo esta iniciativa a través de la cual, en 2013, comenzó a introducir prácticas de agricultura sostenible estableciendo acuerdos horizontales entre Co.Pro.B, Cereal Docks and Casalasco Tomato Consortium, que son sus principales proveedores. Mediante acuerdos entre las tres empresas integradas en su cadena de suministro llevan a cabo un sistema de rotación de cultivos que combina trigo, remolacha azucarera, colza y girasol. Aunque los acuerdos son actualmente bilaterales, en Barrilla trabajan para que estos se conviertan en multilaterales.
Enfoque de dos niveles
Tras el análisis, el estudio sugiere un enfoque de dos niveles para implementar el sistema de rotación de cultivos. El primer nivel es un contrato para involucrar a los agricultores en torno a los beneficios de la diversificación de cultivos, mientras que el segundo se refiere a la colaboración entre las partes interesadas en la asociación que buscan integrar las cadenas de suministro, la colaboración entre socios y el desarrollo de un conjunto de contratos que pueden ofrecerse a los agricultores. Con este tipo asociación de múltiples partes interesadas, la implementación de la diversificación de cultivos y otras prácticas de manejo sostenible podrían ser efectivas y útiles para lograr un sistema agrícola más sostenible en toda Europa.