Unión de Uniones valora en 1.500 M€ las pérdidas de la campaña del cereal
La pérdida en la cosecha de cereales de invierno a nivel nacional, como consecuencia de la sequía, rondará los 1.500 millones de euros. Es la estimación realizada por Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos, que compara la situacion en gran parte del territorio con la acontecidas en 2017, en el que se cosecharon 7,6 millones de toneladas menos que en 2018.
Tomando como referencia el año pasado, la organización calcula pérdidas de alrededor de 9 millones de toneladas por la falta de lluvia, que supone un 46%. En el trienio 2017-2019 se han dado ya dos años de sequía y propone que la Administración tome medidas que ayuden a paliar la situación por la que atraviesan los agricultores, así como los ganaderos de extensivo, perjudicados también por la falta de pastos y el consiguiente aumento del precio de los piensos y forrajes.
Para paliar los efectos negativos de la sequía, Unión de Uniones propone mayor flexibilidad para el cumplimiento de los compromisos del pago verde de la PAC, al darse situaciones en el que el segundo o tercer cultivo sembrado no ha nacido de forma adecuada ante la falta de lluvias y dar cumplimiento al requisito de la diversificación de cultivos, como ha sucedido con el cultivo del girasol.
Igualmente, solicita la flexibilización para el cumplimiento de los compromisos de agroambiente y clima de las medidas agroambientales de la PAC cuando, debido a la falta de precipitaciones, no se consiga llegar a los objetivos o requisitos planteados. De la misma manera, pide que se establezca una compensación parcial de la pérdida a través de ayuda de mínimis a agricultores y ganaderos afectados incrementando el tope máximo por explotación, hasta los 25.000 €.
Unión de Uiones se ha dirigido al Ministerio de Agricultura para conocer si va a poner sobre la mesa soluciones reales. “No estamos dispuestos a consentir en silencio a que se repita lo que pasó con la sequía del 2017”, afirma la organización, aludiendo al incumplimiento de las medidas aprobadas en la Ley 1/2018 contra la sequía, que entre otras cuestiones, preveía un fondo extraordinario de ayudas de 1.000 millones de euros y otras actuaciones como el contrato eléctrico de regadío con dos potencias diferentes a lo largo del año.