Las últimas lluvias no evitarán una campaña de cereales más corta
En el boletín de seguimiento de cultivos de la Unión Europea de finales del mes de marzo se advertía una carencia de precipitaciones en la cuenca mediterránea.
Los cultivos herbáceos, y en concreto los cereales de invierno, además de la falta de agua, acusan mermas por daños derivados de la fauna salvaje y como consecuencia de las heladas registradas en algunas zonas. Todo ello hace pensar que la campaña 2018/19 será más corta de la media de los últimos años, a pesar incluso de que las lluvias sean generosas esta primavera.
Es la conclusión de la sectorial de cereales de Asaja, reunida el miércoles 10 de abril en Madrid. Pronostica que, con superficies de siembra similares a años anteriores (5,7 millones de hectáreas), a excepción del trigo duro y el girasol, los rendimientos va a ser más bajos teniendo en cuenta las mermas ocasionadas por las elevadas temperaturas del mes de febrero y la reiterada falta de agua a lo largo de todo el invierno que han ocasionado el adelanto vegetativo de las plantas. A estas mermas hay que añadir las ocasionadas por las heladas de las últimas dos semanas y los animales salvajes.
La organización advierte de que en algunas zonas de las provincias de Huelva, Cádiz, Córdoba, Sevilla, Cuenca y Ciudad Real se registran ya pérdidas irreparables de entre el 10 y el 20% en los cereales de invierno. En estas mismas zonas se va a ver muy afectada la producción de paja en estos cultivos, porque es patente la falta de talla de las plantas afectadas.