Fenacore pide que las competencias en materia de agua pasen al Ministerio de Fomento
La Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore) pide que la Dirección General del Agua pase a depender del Ministerio de Fomento. Prioriza un nuevo Plan Hidrológico Nacional y ejecutar las actuaciones ya contempladas en los diferentes planes de cuenca; en los que se incluyen no sólo obras de regulación sino también de modernización y medidas complementarias de gestión de la demanda para optimizar el consumo.
Fenacore tomó esta decisión en su última Junta Directiva, al considerar que el agua ha ido perdiendo cada vez mayor relevancia en la agenda política, como evidencia el hecho de que en las últimas legislaturas sus competencias "hayan ido dando tumbos" por diferentes carteras ministeriales (Agricultura, Medio Ambiente y la actual Transición Ecológica) sin que se hayan producido avances reales a la hora de ejecutar las actuaciones necesarias para garantizar todos los usos.
La reordenación del sector público permitiría que las Confederaciones Hidrográficas recuperasen sus funciones históricas en la gestión y ejecución de las obras hidráulicas.
Desde la Federación indican que ahora, en un contexto marcado por las incertidumbres derivadas del cambio climático, la gestión del agua requiere de un planteamiento que aune ingeniería y técnica para, por un lado, prevenir los efectos negativos de las lluvias torrenciales y, por otro, garantizar recursos en época de sequía, lo que exige reducir los déficits hídricos.
Por eso, este planteamiento requiere de un ministerio con mayor capacidad inversora, propio del responsable de la construcción y gestión de las grandes infraestructuras nacionales, como es Fomento. Así, al igual que ha habido grandes planes estatales de carreteras o de infraestructuras ferroviarias para hacer frente al aumento de las demandas, es momento ahora de ejecutar una planificación hidrológica adecuada que consolide a España como un país maduro hidráulicamente y preparado para el cambio climático.
A su juicio, esta 'separación de poderes' otorgaría más independencia y coherencia a la política de aguas. De esta forma, aunque el actual Ministerio de Transición Ecológica mantuviese las competencias sobre la evaluación ambiental de las actuaciones relacionadas con el agua, las de su impulso y desarrollo deberían corresponder a Fomento, ya que si ambas competencias comparten cartera son "a la vez juez y parte".