El regadío europeo une fuerzas
Las principales asociaciones de regadío de España (Fenacore), Italia (ANBI), Francia (Irrigants d´France) y Portugal (Fenareg) unen sus fuerzas en Irrigants d´Europe (IE) con el propósito de defender las ayudas directas de la Política Agraria Común (PAC), impulsar la ejecución sostenible de obras hidráulicas para combatir los efectos adversos del cambio climático y una adecuada aplicación de la Directiva Marco del Agua (DMA).
El objetivo prioritario en este primer mandato hasta 2020, cuya presidencia ostenta el portugués José Nuncio, es hacer valer los intereses de la agricultura de regadío ante Bruselas en torno a tres ejes de actuación: la defensa de las ayudas directas de la Política Agraria Común (PAC), el impulso a la ejecución sostenible de obras hidráulicas para combatir los efectos adversos del cambio climático y una adecuada aplicación de la Directiva Marco del Agua (DMA).
La puesta en marcha de IE viene a reforzar la posición de los regantes en las negociaciones ante los organismos internacionales. Buscan defender una actividad estratégica que, para garantizar el abastecimiento de los mercados a precios competitivos, debe vender sus productos a precios de hace más de 20 años, aunque se produzcan con costes actuales.
Uno de los principales objetivos de IE es conseguir que los recursos europeos compensen la brecha de ingresos de los regantes, asegurando así un adecuado nivel de renta que incentive además el relevo generacional en un momento en el que los jóvenes no encuentran aliciente en este sector. Actualmente, sólo el 6% de los agricultores europeos tiene menos de 35 años, mientras que más de la mitad supera los 56 años.
Datos en España
En España existen 3,7 millones de hectáreas de regadío. El profundo proceso de modernización acometido en los últimos 20 años, que ha supuesto una inversión de unos 5.000 millones de euros, se pone de manifiesto en los datos recogidos por el Ministerio de Agricultura en 2015, de los que se hizo eco el presidente de Fenacore, Andrés del Campo.
El riego por gravedad ya representa tan solo el 24%, mientras que los sistemas por goteo aumentan al 51% y por aspersión llegan al 25%. Todo ello deriva en una importante reducción del consumo de agua para el sector agrícola, que en pocos años ha caído desde el 80% al 65% sobre el total.
Los cultivos en regadío aportan el 65% de la producción agrícola nacional. Y precisamente la producción debe incrementarse de forma sustancial en los próximos años —40% hasta 2030— para contribuir a la alimentación de una población mundial en crecimiento constante, cumpliendo con los altos estándares de calidad que se les exigen a los productores comunitarios en los acuerdos de libre comercio. “Esto lo podremos conseguir gracias al regadío y a la biotecnología”, apuntó Del Campo.
“La PAC no es para los agricultores”
La asociación tiene su sede en Bruselas y desde allí trabaja directamente con los organismos europeos competentes. “Tenemos canal directo y hemos elaborado documentos con nuestra visión sobre la Directiva Marco del Agua y sobre la PAC“, explicó el secretario general, el italiano Adriano Battilani.
A este respecto, José Nuncio quiso advertir de que “la PAC es necesaria porque se está vendiendo por debajo de los costes de producción” y recordó que “el dinero que se destina a la Política Agrícola Común no es para los agricultores, sino para la sociedad”.
Directiva Marco del Agua
Perseguirá que, a la hora de fijar el reparto de agua, la DMA no priorice en extremo los objetivos ambientales sobre los socioeconómicos, ya que elevar innecesariamente los caudales ecológicos reducirían los recursos para regadío, con el impacto negativo que supone para el crecimiento del PIB y la creación de empleo. De igual forma, defenderá una aplicación adecuada del principio de recuperación de los costes de los servicios del agua previstas en el Artículo 9 para que el precio se fije de acuerdo a criterios personalizados que no perjudiquen a los usuarios.
Cambiar la imagen del agricultor
Más rotundo fue el presidente de la asociación española. “Existe una gran desinformación e incluso circulan informes con datos falsos realizados por alguna asociación ecologista”. Para atajarlos, Andrés del Campo apeló a un dossier titulado ‘Modernización de regadíos: un éxito para la naturaleza y la sociedad’, editado por la Universidad de Córdoba y donde se constata una importante reducción en el consumo de agua tras la modernización de los sistemas de riego. “No debemos olvidar que 1 hectárea de regadío produce lo mismo que 6 de secano. Y 40 veces más si es en invernadero”, apostilló.