Las comunidades de regantes aprueban los sistemas de riego por telecontrol
Un grupo Investigadores, en el que participan Emilio Camacho y Juan Antonio Rodríguez Díaz, miembros del Departamento de Agronomía de la Universidad de Córdoba (UCO), dan el aprobado a la instalación de sistemas de control remoto y medición de datos en comunidades de regantes.
Este tipo de sistemas está formado por una estación de control, que suele ser un ordenador, comunicado con una red de nodos que se extiende por la zona regada. Mientras que en la telemetría o telemedida lo que se hace en estos nodos es medir una serie de variables como el agua usada o los caudales, el telecontrol permite actuar sobre ciertos parámetros a través de una válvula hidráulica.
Con un resultado positivo, este tipo de instalaciones está siendo utilizado por la mayoría de las comunidades de regantes en sus riegos rutinarios. A pesar del aprobado general que se extrae del cuestionario de 110 preguntas enviado a 84 comunidades de regantes españolas, se dejan entrever problemas con el uso del telecontrol y la telemedida.
En el 15% las instalaciones están en desuso y en otro 19% de ellas el sistema no es capaz de controlar más de la mitad de las válvulas hidráulicas. El abandono y la falta de mantenimiento se derivan de un problema de adaptación: si los agricultores no le ven la utilidad concreta a esta tecnología, que requiere de cierto esfuerzo en su mantenimiento debido a su corta esperanza de vida, la tecnología es desechada.
Para Camacho, una de las cuestiones más importantes es el uso eficiente del agua y de energía que esta tecnología lleva apareada. Con el uso rutinario del telecontrol se ha conseguido ahorrar en uno de los constes principales de las comunidades de regantes: la factura energética. Por tanto, este modo de trabajar además de facilitar la vida del agricultor contribuye a crear una agricultura sostenible y unos sistemas de manejo más respetuosos con el planeta.
Procedimientos, garantía y formación
El desembolso 250 millones de euros realizado entre gobiernos y comunidades de regantes que la implantación de este sistema supuso, imprime un cariz social en este trabajo que serviría como herramienta de evaluación de las políticas públicas, en este caso ratificada por las partes implicadas.
Además, gracias a este trabajo se establecen las líneas de futuro necesarias para que la implantación sea total. Por un lado, se establece la necesidad de una estandarización que haga que las instalaciones homogeneícen procedimientos. Esto, junto al establecimiento de un periodo de garantía amplio y la formación continuada a los usuarios del telecontrol y la telemedida, evitaría el riesgo de abandono.
La modernización del regadío sigue su curso y en ello también juega un papel importante la evolución tecnológica, que ha permitido pasar del cable al uso de tecnología móvil que permite tener los datos actualizados.