Progesos, pero mucho por hacer en el combate contra la Xylella
Más de 250 expertos fitosanitarios de todo el mundo se reunieron en Palma de Mallorca esta semana para compartir y debatir los últimos avances científicos sobre los esfuerzos para hacer frente a la propagación de Xylella fastidiosa. El programa incluyó alrededor de 50 presentaciones que trataron temas como el conocimiento actual del patógeno, cómo se transmite, la resistencia en las plantas y las medidas de control. Hubo discursos de apertura de científicos que han trabajado en primera línea contra Xylella en Italia, España, Francia, Reino Unido, Estados Unidos y Brasil, así como de organismos como la Organización Europea y Mediterránea de Protección Fitosanitaria (EPPO) y del Centro Común de Investigación (CCI) de la Comisión Europea.
Los ponentes aportaron la experiencia de Estados Unidos y Sudamérica, donde la Xylella está presente desde hace muchos años, además de la investigación que se está llevando a cabo en las zonas de brotes en Europa, donde el patógeno se detectó por primera vez en 2013. Giuseppe Stancanelli, jefe del equipo fitosanitario de la EFSA, que copatrocinó la Conferencia junto a la Universitat de les Illes Balears (UIB), indicó:“Esta ha sido la conferencia científica más grande que se ha celebrado en Europa sobre Xylella. El hecho de que hayan venido tantos expertos de todo el mundo demuestra que la lucha contra este peligroso patógeno requiere un esfuerzo internacional coordinado. La Xylella no respeta las fronteras nacionales”.
Las discusiones durante los tres días pusieron de relieve la complejidad que hay detrás de la necesidad de controlar la Xylella. Un enfoque uniforme no es eficaz, ya que los agentes patógenos, los vectores, las plantas hospedantes y el medio ambiente difieren en toda la UE.
"Los avances logrados en la investigación de Xylella en Europa en los últimos años han sido impresionantes, sin embargo, aún queda mucho por hacer", dijo el profesor Mike Jeger, presidente del panel fitosanitario de la EFSA en las palabras de clausura de la conferencia. “Se necesitan programas de investigación a largo plazo para apoyar a los científicos”.
Se espera que la conferencia se reúna de nuevo dentro de dos años en Córcega, que también se ha visto afectada por un brote de Xylella.