Arranca en Andalucía una campaña de cereales marcada por la sequía
Ante el inminente inicio de la siega del cereal en las principales comarcas productoras, COAG Andalucía ha realizado unas primeras valoraciones sobre las incidencias que han marcado la campaña, especialmente la sequía.
Esta organización considera que, aunque las lluvias del principio de la primavera fueron escasas, los cereales se desarrollaron bien hasta el mes de abril, pero a partir de ese momento la ausencia de lluvias y los vientos secos de levante produjeron mermas importantes en la producción. Las tardías lluvias de mayo solventaron en parte el problema de desarrollo del grano, beneficiando a los cultivos más tardíos, pero poco pudieron hacer por los más tempranos. Así, aunque la escasez de lluvias ha provocado una reducción de la cantidad, no obstante la calidad de los granos es óptima, con altos niveles de proteína y un buen índice de caída FN (Falling Number), muy apreciados especialmente en los trigos duros.
En esta campaña, las zonas productoras han vuelto a sufrir la incidencia del mosquito del trigo, menor que en la campaña pasada pero mayor de lo que en principio se estimaba. En las espigas que están a punto de ser segadas se pueden apreciar los daños provocados por la presencia del mosquito, que rondan el 10% en las comarcas occidentales. Por eso, COAG Andalucía ha trasladado a los responsables de sanidad vegetal de la Consejería de Agricultura la necesidad de mantener las medidas de control que se pusieron en marcha el año pasado, y que han tenido un buen resultado.
Así, la producción de cereales será menor a la media de los últimos años, con unas estimaciones de reducción de cosecha de entre el 15 y el 20%, con rendimientos medios en los trigos duros de en torno a 2.800 kg por ha y de 3.800 kg en los blandos y en la cebada.
Por otra parte, hay que destacar un año más que continúa el aumento de la superficie de cebada cervecera, principalmente en las comarcas andaluzas occidentales, debido sobre todo a los menores costes de producción y a unos precios que, aunque no llegan a ser los deseados, son similares a los de los trigos blandos de los últimos años. En cuanto a la colza, se confirma el aumento de superficie, con rendimientos que no llegarán a superar los 1.500 kg/ha en nuestra comunidad.
El girasol ha sido el gran beneficiado de las lluvias de mayo, junto con las leguminosas de verano como el garbanzo que, salvo que se vea afectado por golpes de calor o vientos secos, va a tener una campaña similar a la de los últimos años. Por último, cabe destacar que la superficie de girasol alto oleico sigue aumentando en la comunidad, por el desánimo de los productores hacia otras variantes que siguen obteniendo precios bajos mientras los costes de cultivos siguen aumentando campaña tras campaña.