15.000 asistentes acudieron a la tercera edición de Demoagro para conocer las últimas novedades maquinaria y tecnología agrícola

El pasado 11 de mayo se ponía punto y final bajo la lluvia a la tercera edición de Demoagro. La finca La Granja en la localidad conquense de San Clemente acogía por primera vez este gran evento que está llamado a ser con el tiempo el gran acontecimiento de la maquinaria agrícola en el sur de Europa. Pero el tiempo verbal en futuro no es casualidad. Aunque las mejoras en la organización han sido sustanciales y poco se puede hacer ante las inclemencias meteorológicas, es cierto que aún falta consolidar y promocionar el modelo Demoagro de forma adecuada entre los profesionales del sector. 15.000 visitantes es una cifra respetable, sin duda, pero quizás demasiado baja si en el otro lado de la balanza ponemos el esfuerzo humano y económico de las empresas expositoras. Las preguntas que nos podemos hacer son: ¿Qué cambios se han de introducir para que Demoagro sea más atractivo para el visitante? ¿Hasta qué punto influye la zona escogida? ¿Es necesario realizar Demoagro dos veces, como mínimo, en el mismo lugar para consolidarlo?

Concluida la tercera edición de Demoagro es hora de extraer las conclusiones, resultando evidente que paso a paso este nuevo modelo se sigue afianzando entre expositores y profesionales del sector de la maquinaria agrícola. Pese a las inclemencias meteorológicas, cerca de 800 tractores, máquinas y aperos, no dejaron de moverse durante los tres días de la demostración, con el objetivo de que más de 15.000 personas que se acercaron hasta la finca La Granja en San Clemente pudieran comprobar lo que Demoagro, la gran Demostración de Maquinaria Agrícola organizada por Ansemat, es capaz de ofrecer al profesional del campo.

Con más de 60 hectáreas destinadas a las demostraciones, en esta edición celebrada por primera vez en tierras manchegas, se ha cumplido el compromiso de la organización de trasladar a las distintas comunidades de nuestro país un evento que complemente al resto de exposiciones nacionales, acercando dinámicamente la tecnología al agricultor. La pregunta que todos se hacen ahora es si esa itinerancia ha de ser en cada edición o si se ha de mantener otra edición más la demostración en el mismo lugar para consolidar Demoagro en la zona. Las opiniones recogidas entre expositores y visitantes siguen siendo de lo más variopintas, aunque todos coincidían en que el problema no está en el modelo, que es óptimo para que el profesional pueda conocer las posibilidades y soluciones que la tecnología agrícola ofrece, sino en como hacerlo atractivo para que el profesional acuda cada dos años a la cita.

Punto y aparte en este análisis lo merecen las administraciones, y no nos referimos a las locales, que seguro que han puesto todo de su parte para que Demoagro 2017 fuese un éxito. La presencia del consejero de Agricultura de Castilla La Mancha, Francisco Martínez Arroyo, fue la única autoridad que recorrió junto a los responsables de Ansemat la finca de San Clemente. Una presencia que se antoja muy corta teniendo en cuenta la envergadura del acontecimiento. La pregunta es, ¿qué le ha hecho el sector de la maquinaria agrícola al gobierno central? Sobran las palabras, aunque la respuesta parece evidente, no da réditos electorales.

Ansemat, como organizadora de este proyecto, y cuyo esfuerzo ha sido titánico a lo largo de los últimos dos años, ha contado en todo momento con el respaldo de fabricantes e importadores, así como de las asociaciones y profesionales que trabajan para acercar sus productos aplicados a la mecanización agrícola. Por ello que seguramente ha de ser entre todos los actores que participan en él, que se hayan de poner las bases de mejora para la próxima edición, que tendrá lugar en 2019, y que seguirá trabajando bajo la premisa de que 'el futuro está y siempre estará en el campo'.