AEFA: 20 años a favor de la agronutrición en una agricultura de vanguardia

A finales del 2012, Francisco Ponce Carrasco fue nombrado presidente de honor de AEFA (Asociación Española de Fabricantes de Agronutrientes), tras un largo histórico en diferentes funciones y estamentos de la Asociación. Fue socio fundador y pionero en la idea de agruparse, ejerció de presidente en el periodo constitucional y de creación de la Asociación, luego desplegó una intensa actividad de diez años como director gerente de una de las empresas miembro y, más tarde, pasó a ser responsable del departamento de Comunicación y Prensa de AEFA durante otro largo periodo.

Todo tiene su momento y oportunidad y por aquel entonces se precisaba aglutinar esfuerzos desde diferentes aspectos en favor de la agricultura, lo satisfactorio fue la buena acogida y entendimiento que siempre presidió esta iniciativa por parte de los directivos de las 10 iniciales empresas fundadoras de la asociación.

Con el tiempo hay que reconocer que la iniciativa y el mucho trabajo aportado ha sido todo un éxito, gracias sin duda al esfuerzo de todos aquellos que, ocupando cargos con mayor o menor implicación en AEFA, han aportado lo mejor de sí para que hoy AEFA sea reconocida como ‘La voz del sector de agronutrición’.

Quizá representar a la asociación dentro de una figura institucional, pero si mencionamos el ‘honor’ este lo es mío, al poder actuar algo así como de ‘memoria histórica’. Por otro lado, reencontrarme luego de una amplia etapa activa en el sector y en AEFA con antiguos compañeros es siempre una canonjía difícil de pagar por mi parte.

Manteniendo su espíritu de investigación (I+D+i), mayor producción agrícola y mejora en sus costos, que fueron los pilares de su inicio, sí ha cambiado, mucho y para bien. A principios de 2017 la asociación la componen 49 empresas del sector de los agronutrientes, podríamos decir que de las más importantes del sector. También destaca la incorporación de tecnologías de vanguardia, la aparición de nuevas empresas, el crecimiento y proyección internacional de las mismas, el desarrollo de nuevos productos orientados a satisfacer las necesidades de una agricultura que evoluciona dando respuestas a una humanidad globalizada.

Pero si me permite, en estos 20 años he vivido numerosas reuniones, conferencias, asambleas, etc. en las que en muchas ocasiones hacemos fotografías como recuerdo de estos actos. Viendo estas imágenes desde un punto de vista histórico, me llama poderosamente la atención el rejuvenecimiento de AEFA, con gente profesional y sumamente cualificada, dando garantía de continuidad.

Otro hecho para mí, que conozco la situación de la agricultura desde la década de los 70, y que me resulta notable, es la incorporación de la mujer en puestos relevantes de las empresas que configuran AEFA, con cargos de responsabilidad en áreas de laboratorio, logística, desarrollo de productos, dirección empresarial o asesoramiento en campo, lo que estoy convencido que añade una sensibilidad esencial a la profesión.

La visibilidad, si por ello se entiende difusión, creo que sí. No obstante, todo es mejorable, pero lo importante no es sólo la imagen, sino la posibilidad que hoy tienen sus fabricados –obtenido por méritos propios– en los cultivos de alta tecnología y la fuerte exportación, lo que reafirma su participación en los centros de decisión agrícolas a nivel agricultores y también Ministerios y Organismos Oficiales Españoles y Extranjeros, donde se conoce a AEFA y todas las empresas asociadas, se les valora y consulta. ¿Qué todavía se puede avanzar más? Seguro, en especial para un sector como el nuestro que siempre busca la mayor optimización productiva y rentable de la agricultura.

Evidente, somos un sector vivo y necesario en la agro-alimentación, la agricultura nunca caducará, por cuanto las empresas del grupo invierten mucho esfuerzo y dinero en la investigación para mejorar resultados de todo tipo. Esta dinámica de las empresas favorece también la apertura laboral a muchos nuevos técnicos, biólogos, químicos, ingenieros, etc. que salen al mundo profesional.

Pues con alegría, lo importante es precisamente eso, llegar en el tiempo a mantener ideas, valores y objetivos, para que las generaciones más nuevas encuentren un camino mejor y lo perfeccionen todavía más.

En cuanto a lo inmediato, una comisión nombrada al efecto está preparando jornadas, conferencias y actos lúdicos, que nos unen en armonía para mostrar nuestro talante de competidores, pero no de enemigos. Luchar bajo estas premisas siempre da resultados positivos para el bienestar general.