Los olivares de Jaén se reconcilian con la biodiversidad
El cultivo del olivo es una actividad tan arraigada en la provincia de Jaén que no se podría entender ésta sin las extensiones, casi interminables, donde se acumulan millones de olivos. Es una actividad que mueve económicamente a esta provincia y que, al mismo tiempo, tiene un componente medioambiental determinante, ya que funciona como uno de los grandes pulmones verdes de toda Andalucía. Además, el olivar está considero como el cultivo más importante de Europa para la conservación de la biodiversidad.
La Universidad de Jaén junto a Seo/BirdLife, la Diputación de Jaén y la Estación Experimental de Zonas Áridas del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, quieren potenciar el papel de los cultivos de olivos como espacios para la biodiversidad, con fórmulas sostenibles con las que potenciar su rentabilidad y los servicios medioambientales que aportan. Lo están haciendo a través del programa Life+ Olivares Vivos, que cuenta con una financiación europea de 2,8 millones de euros y se desarrollará durante los próximos cinco años.
Con este programa se persigue rescatar la biodiversidad asociada a los olivares, hacer de estas explotaciones agrícolas entornos más ricos medioambientalmente, capaces de aportar beneficios a la sociedad que van mucho más allá que el propio aceite de oliva. Es una manera de recuperar las fórmulas tradicionales de cultivo, con las últimas innovaciones en el ámbito de la gestión medioambiental, explica el coordinador en Andalucía de Seo/BirdLife, José Eugenio Gutiérrez.
Es una vuelta a un pasado no muy lejano, a antes de los 90, cuando todavía no se había impuesto la política agraria de la producción marcada por la Unión Europea, dice José Eugenio Gutiérrez. La mentalidad introducida por Europa condujo a desnudar los olivares y despojarlos de todo lo que no fuera productivo. De ahí que se acabara con gran parte de la biodiversidad, que en el caso de las aves ha llegado a alcanzar cotas de hasta el 80%, según datos de Seo/BirdLife. Ahora, las políticas se dirigen a potenciar la calidad de los aceites y los servicios ecosistémicos que aportan los olivares, y hacen posibles programas de recuperación de la biodiversidad como el que se está desarrollando en la provincia de Jaén, con una veintena de olivares demostrativos.
Gracias al proyecto Life+ se “recuperará diversidad florística y faunística”, explica el responsable del grupo de investigación Ecología, Evaluación y Conservación de la Vegetación Mediterránea RNM-354 de la Universidad de Jaén adscrito al ceiA3, Pedro Rey.
El olivar está considero como el cultivo más importante de Europa para la conservación de la biodiversidad. Foto: CeiA3.
Las especies de flora también juegan un papel fundamental en las explotaciones que las prácticas actuales han olvidado. Por ejemplo, se quiere potenciar la vegetación leñosa y arbustiva, que contribuya al control de la erosión de los suelos, así como la cubierta herbácea, para potenciar sus funciones como abono natural a los cultivos de olivos. “Las prácticas agrícolas actuales han causado un impacto importante en el entorno”, dice este investigador de la Universidad de Jaén, que con este programa apuesta por introducir una forma diferente de entender la producción de aceituna, en el que los propios agricultores se impliquen también en todo el proceso que conlleva la producción del aceite de oliva.
Las actuaciones principales se llevarán a cabo en las zonas improductivas de las explotaciones, como caminos, cárcava, arroyos, taludes y linderos, de los que se ha eliminado la vegetación leñosa. También en el propio olivar, con la conservación de una cubierta vegetal funcional, que contribuya a la buena salud del suelo y lo surta de nutrientes naturales.
Esta labor ha comenzado en el mes de octubre y se desarrollará durante los próximos dos años. En ella participarán unos 400 voluntarios de toda España, en diferentes campos de trabajo. Los participantes podrán elaborar un programa de buenas prácticas, que servirá como referencia a los agricultores, y marcará una forma diferente de entender la producción de aceite de oliva. De forma paralela se desarrollará un trabajo de creación de marca en torno al proyecto Olivares Vivos, con el objetivo de crear un sello distintivo propio con el que hacer ver al consumidor que en la producción de ese aceite de oliva hay implícitas una serie de prácticas respetuosas con el medio ambiente, así como la biodiversidad que se genera en torno a los olivares.
El proyecto Life+ se va a desarrollar en una veintena de olivares demostrativos, elegidos por presentar diferentes formas de paisaje: desde olivares en llanuras, en pendiente, en zonas montañosas o explotaciones de varios tamaños, con el objetivo de que las pruebas se realicen en el mayor número de entornos posibles.
Los agricultores participantes han recibido el proyecto con cautela porque saben que la producción de aceituna se va a ver mermada debido a las actuaciones medioambientales previstas. Pero se han implicado en el proyecto porque son conscientes que la pérdida en productividad se va a compensar con una mejora en la rentabilidad del aceite de oliva resultante, ya que se aportan unos valores con la marca Olivares Vivos que no tienen otras explotaciones.
Al mismo tiempo, el sector del oleoturismo saldrá beneficiado de todo este proyecto, ya que en Olivares Vivos tendrá un atractivo más que mostrar, en el que se mezclan tradición olivarera, compromiso medioambiental e innovación científica.