La utilización de complejos NPK siempre es más rentable que la de Blending
Los abonos blending son la mezcla física de materias primas con diferentes formas y densidades. Durante los procesos de manipulación y transporte se produce lo que se conoce como estratificación de los componentes de la mezcla, es decir, las partículas más densas y de menor tamaño se sitúan en las capas inferiores, permaneciendo arriba las de mayor diámetro.
Además, las distintas granulometrías y densidades de los componentes de la mezcla o blending, generan una distribución muy heterogénea al aplicarlo sobre el terreno.
Los complejos NPK contienen la misma composición en cada grano. El efecto sinérgico de aplicar todos los nutrientes simultáneamente garantiza una nutrición equilibrada y correcta con efectos muy positivos sobre el rendimiento y calidad de la cosecha.
Los resultados del ensayo de AIMCRA han demostrado que estos factores afectan enormemente a la producción y confirman que los NPK de mezcla son menos rentables que los abonos complejos NPK.
¿La mala distribución del blending en comparación con el complejo afecta a la fertilización?
Los resultados obtenidos por AIMCRA fueron muy esclarecedores. La estratificación y la mala distribución del blending ocasionaron enormes desviaciones en el abonado de la parcela, causando problemas de fertilización inadecuada por exceso en unas zonas y por defecto en otras. Se produce una desviación media del 35% sobre la dosis deseada en el abonado de la parcela.
En el caso del abono complejo, la mejor distribución fue evidente, sólo se producen desviaciones del 5%. Por otra parte, debido a las diferentes densidades y granulometrías de los componentes de la mezcla, en el 70% de la superficie no se fertiliza con la fórmula NPK adecuada y recomendada.
¿Es realmente más rentable abonar con blending, incluso teniendo en cuenta que es más barato por tonelada que un complejo?
Numerosos ensayos indican que abonar con menor dosis de la recomendada siempre conlleva descensos de rendimiento. Por otra parte, mayores dosis de las recomendadas si bien pueden suponer ligeros incrementos de producción, a veces son un gasto inútil.
La pérdida de producción por la mala fertilización provoca un descenso de producción que no compensa el menor precio del blending.