La roya amarilla en trigo, un nuevo reto para el sector cerealista
A finales de 2015, Intia en colaboración con el Gobierno de Navarra, el proyecto Life Agrointegra y Cajamar, organizó un encuentro para profundizar en el conocimiento de roya amarilla, una grave enfermedad fúngica que ataca a los cereales. La reunión se distribuyó en dos sesiones, una el día 24 de noviembre con formato de mesa de trabajo, y la otra realizada el día 25 en Olite en convocatoria abierta y denominada como ‘Jornada técnica de roya amarilla en trigo en Navarra’.
La jornada fue inaugurada por Carlos Santamaría Echarte (Intia) y José A. Guerrero (Cajamar), y a continuación intervinieron Jesús Zúñiga Urrutia (Intia), Jaume Almacellas Gort (DARP) y Alejandro Castilla Bonete (Ifapa) quienes describieron la situación actual de la enfermedad en Navarra, Cataluña y Andalucia respectivamente. Más tarde, el Doctor Mogens Stovring Hovmoller de la Universidad Aarhus (Dinamarca) expuso la problemática de roya amarilla en Europa.
En la segunda parte de la jornada se abordó el comportamiento del material vegetal frente a la roya, una exposición que corrió a cargo de Jesús Goñi Rípodas (Intia) y Joan Serra Gironella (IRTA), mientras que el Dr. Mogens Stovring Hovmoller, por su parte, explicó los trabajos en identificación de nuevas razas de roya en Europa y las estrategias de control de la enfermedad.
A continuación, en este artículo se exponen algunas de las reflexiones, conclusiones y datos que se produjeron a lo largo de este encuentro.
Conocer mejor la roya amarilla
El proyecto Life+ Agrointegra patrocinó la ‘Jornada técnica de roya amarilla en trigo en Navarra’ que se celebró el 24 y 25 de noviembre pasados y lo hizo aportando precisamente una visión holística de cada problema fitosanitario. No se puede pensar sólo en clave de fungicidas en este caso, sino abordar el problema en toda su complejidad y en el contexto global del cultivo del trigo.
De este modo, el taller de roya amarilla en trigo se plantea una primera área de estudio que busca conocer mejor la enfermedad, el agente que la ocasiona y su funcionamiento.
Ciclo de la enfermedad
En relación al ciclo de la enfermedad, nos preguntamos de qué modo sobrevive este hongo en el periodo desde la cosecha de una campaña hasta la infección en la campaña siguiente, ya que estamos constatando que la incidencia de la enfermedad crece en los años últimos.
Algunos de técnicos de Intia constataron que los veranos de 2013 y 2014 fueron muy secos, sin trigo espontáneo (ricios) en los campos que pudiera explicar la supervivencia de la enfermedad, lo que no evitó su propagación. En el verano de 2015, con precipitaciones suficientes, si se observaron plantas silvestres enfermas desde el final del verano y principios de otoño. Estas observaciones parecen mostrar que la presencia de inoculo del hongo desde muy temprano está garantizada. Tal vez nuevos estudios permitan identificar las malas hierbas en las que se multiplica en verano y otoño, pero no es fácil pensar en estrategias prácticas por esta vía.
No está claro en Europa el papel de Berberis spp en el ciclo de la roya amarilla. Parece ser que en Berberis, como huésped alternativo, se desarrollaría su fase sexual, que se produciría durante el otoño y el invierno.
Umbrales de temperatura para su desarrollo
Esta nueva raza de roya amarilla parece estar adaptada a temperaturas más extremas que las indicadas en la bibliografía (umbrales máximos y mínimos de desarrollo).
Al menos es lo que se puede deducir de la precocidad con que se produjeron las primeras infecciones de algunos campos en la campaña de 2015, en el mes de enero en Navarra. De la misma manera, temperaturas cálidas incluso superiores a 30 °C no detuvieron su desarrollo y seguían produciéndose nuevas infecciones. Esto no es extraño puesto que parece que el origen de esta nueva raza (warrior) podría estar en África o Asia y fue en 2010 cuando se localizó en Europa. Además se trata de una raza con gran diversidad, un grupo de razas (en triticale una nueva raza muy agresiva), con un crecimiento más rápido que incrementa el número de generaciones anuales.
Otra observación importante, esta vez en relación al modo en que se está manifestando la enfermedad en los campos. En la generalidad de los casos, en 2015, no se observó el desarrollo típico de pequeños focos iniciales en la fase de encañado sino que la enfermedad se encontraba dispersa por todo el cultivo desde época muy precoz. Para explicar este fenómeno se tiene que pensar en el origen y la cantidad de inoculo. La situación descrita hace pensar en infecciones generalizadas muy tempranas en estadios precoces del cultivo, provocadas por una abundancia de esporas infectantes que se depositan en los campos arrastradas por el viento. Tal vez el escenario actual con un crecimiento de la presencia de esta enfermedad desde 2011, garantiza todas las campañas la presencia de inoculo.
Gráfico 1: Evolución de la superficie de trigo tratada contra roya amarilla (en rojo) frente al total de superficie cultivada (azul) en Navarra en las últimas campañas.
Lamentablemente, esto está haciendo que los zonas de cultivo afectadas por la nueva raza de roya amarilla no sean sólo los tradicionales secanos húmedos y los regadíos, sino también secanos semiáridos de menor productividad, donde la rentabilidad de las intervenciones está más comprometida.
Técnicas preventivas
Con este escenario no parece fácil encontrar técnicas de cultivo preventivas que eviten la aparición de esta enfermedad o reduzcan sus efectos.
Las técnicas tradicionales para reducir las fuentes de contaminación consistirían en eliminar los restos contaminados o los ricios y hierbas sensibles, pero no parece que esto sea muy efectivo. Los cambios en épocas de siembra tampoco se muestran eficaces. Disminuir la densidad de siembra y ajustar la fertilización nitrogenada para evitar excesos de biomasa debieran ser al menos favorables para disminuir el desarrollo de la roya, pero no consiguen evitar el tener que recurrir a otras medidas de control.
Una nueva raza más resistente
Tradicionalmente la roya amarilla, desde la crisis del 'Siete Cerros', se ha mantenido bajo control con la introducción de variedades resistentes a este patógeno. Sin embargo parece que esta nueva raza supera con facilidad los genes de resistencia utilizados por mejoradores de trigo.
Adaptación del patógeno
Una constatación importante en Navarra consiste en la rápida adaptación del patógeno a las variedades. Las recomendaciones de uso de variedades más tolerantes identificadas en ensayos no siempre se muestran tolerantes.
La renovación varietal, apoyada incluso en la selección de variedades poco sensibles de acuerdo a su comportamiento el año anterior, no está siendo una estrategia válida de escape. Variedades poco sensibles en una campaña se convertían en variedades muy sensibles al año siguiente cuando han pasado a ocupar gran superficie de cultivo. De la misma manera, variedades con alta sensibilidad que han reducido la superficie cultivada, se han mostrado menos sensibles al año siguiente.
Gráfico 2: Evolución de la sensibilidad de diferentes variedades a la roya amarilla en Navarra en las últimas campañas.
Una raza con gran capacidad de adaptación
Parece que los sistemas de producción monovarietales o con el predominio de una sólo variedad son más vulnerables. Este es el escenario que se produjo en Navarra con Camargo en 2015.
Parece ser que la nueva raza de roya amarilla tiene una gran capacidad de adaptarse a las variedades que estamos cultivando y que cuando el escenario es monovarietal, al año siguiente tenemos un inoculo de algún modo especializado en esa variedad. El escenario más favorable consiste en diversificar el uso de variedades de modo que el inoculo disponible también sea diverso y su incidencia por tanto menor. La renovación varietal, apoyada incluso en la selección de variedades poco sensibles puede dar así sus frutos significativamente.
El profesor Hovmoller (Departamento Agroecología de la universidad de Aarhus en Dinamarca) es responsable de uno de los laboratorios de referencia en el estudio de la evolución de las nuevas razas de roya amarilla en Europa y en mundo. Cada año se identifican en Europa una media de dos nuevas razas de royas. Esto es una muestra del dinamismo biológico de esta enfermedad a la que nos enfrentamos.
La mejora podrá tener mayor éxito si encuentra resistencias multigénicas, resistencias parciales y horizontales. Esto posibilita la presencia de la enfermedad aunque en umbrales que no llegan a ser perjudiciales para el cultivo. Cuando una variedad se muestra totalmente resistente al hongo hay más probabilidades de que ese gen de resistencia sea superado por la capacidad de adaptación del hongo.
Estrategias para prevenir su aparición
Nos preguntamos cómo puede la investigación genética y las nuevas variedades resultantes ayudarnos a luchar contra esta enfermedad en trigo.
Mientras no dispongamos de variedades realmente resistentes podemos aplicar algunas reglas prácticas y útiles.
- Diversificar el uso de variedades, eliminando de antemano las que se muestran más sensibles a esta raza de roya amarilla.
- Renovación varietal frecuente para contrarrestar la habilidad del hongo para adaptarse a la variedad.
- Evitar la resiembra de trigo o al menos evitar hacerlo con la misma variedad.
- También la mezcla de variedades puede ser una estrategia útil aunque con bastantes dificultades para su realización práctica.
En cuanto a los programas de mejora y los programas de evaluación de variedades parece necesario replantear las estrategias al escenario que estas nuevas razas de roya amarilla están planteando al futuro del cultivo del trigo. Se trata de hongos con una gran capacidad de cambio y de adaptación a nuestros cultivos y variedades. En este caso las conclusiones apuntan a tres propuestas concretas.
- Identificación de las razas realmente existentes en cada una de las comarcas trigueras españolas.
- Proceder a su aislamiento para disponer de inoculo operativo.
- Realizar inoculaciones controladas de las nuevas líneas o nuevas variedades más prometedoras. Estas estrategias exigen colaboración y coordinación de esfuerzos, siendo en este sentido el papel que puede jugar GENVCE muy significativo.
Protección de cultivos
Si bien la lucha química, la última solución a la que debemos recurrir, es la que por el momento se está mostrando más eficaz en el control de esta enfermedad.
Triazoles y estrobilurinas:
Afortunadamente disponemos de algunas familias químicas que ofrezcan un control eficaz de la roya amarilla actual.
Actualmente toda la estrategia de control utilizada se basa en el uso de triazoles (azoles), o en la combinación de estos con estrobilurinas (strobilurins). Los controles que se consiguen son muy satisfactorios en general según se muestra en los ensayos realizados por Organismos Autonómicos como INTIA o IFAPA.
Fungicidas:
Un aspecto fundamental en la estrategia de protección del cultivo con fungicidas consiste en conocer cuál es el periodo de protección eficaz de un tratamiento.
En la última campaña en Navarra, fue necesario renovar la protección con una frecuencia de tres semanas, lo que unido al hecho de que la enfermedad empezó a desarrollarse muy pronto ha hecho que incluso en algunas parcelas fueran necesarios tres tratamientos, lo cual empieza a ser insostenible desde el punto de vista económico sino también ambiental.
Fungicidas anti-resistencia:
Derivado del uso creciente de fungicidas se plantea la pregunta de la posibilidad de que se generen razas de roya amarilla resistentes a fungicidas y cómo desarrollar una estrategia de protección con fungicidas anti-resistencia
La posibilidad es real, aunque por el momento no existen resistencias reconocidas. Algunas alarmas han comenzado a producirse cuando en algunos tratamientos los resultados no han sido totalmente satisfactorios, lo cual puede explicarse en el hecho de que no todos los productos comerciales son igualmente eficaces.
En cuanto a estrategias lo principal será:
- Diversificar el uso de familias distintas de fungicidas.
- No repetir el uso de un mismo producto en el mismo cultivo.
- Preferir el uso de productos con varias materias activas complementarias.
Una de las medidas polémicas que merece un tratamiento aparte consiste en el uso de medias dosis especialmente en los tratamientos precoces, realizados incluso preventivamente con la aparición de los primeros síntomas en la región. Si bien son estrategias que se muestran eficaces la polémica está más en el hecho de si son promotores de resistencias o lo contrario.
En cuanto al cuándo realizar los tratamientos, parece que la mejor estrategia consiste en proteger bien el cultivo desde el final del encañado, hoja bandera, espigado. Los tratamientos tempranos sólo tienen sentido en el caso de infestaciones fuertes.