Asaja-Jaén y la FADA firman un acuerdo para promover la agricultura de precisión con vuelos no tripulados
Asaja-Jaén colabora con la Fundación Andaluza para el Desarrollo Aeroespacial (FADA) con el fin de constituir un grupo operativo en el que, junto a otras entidades, trabajarán para promover la agricultura de precisión y la sostenibilidad agrícola del sector del olivar mediante la utilización de sistemas aéreos no tripulados (RPAS), también conocidos como drones. La firma la han suscrito el presidente de Asaja-Jaén, Nicolás Vico Roa; y el director técnico del Centro Avanzado de Tecnologías Aeroespaciales (CATEC), Alfonso Picardo, centro tecnológico gestionado por Fada.
El proyecto se enmarca dentro del programa de Desarrollo Rural de Andalucía y sus objetivos son, entre otros, mejorar los resultados económicos de las explotaciones olivareras, facilitar la reestructuración y modernización del sector, fomentar la innovación, cooperación y desarrollo en las zonas rurales, reforzar los lazos entre la agricultura y la investigación, mejorar la competitividad de los productores primarios o lograr un uso más eficiente del agua y la energía en el olivar.
De este grupo operativo formarán parte también las Asajas de otras provincias andaluzas, así como diferentes entidades, “que aportarán otras tecnologías también necesarias para conseguir que la agricultura de precisión en el olivar sea una realidad”. En el caso concreto de Fada, la idea es hacer uso de Atlas, el Centro de Vuelos Experimentales que dicha entidad tiene en Villacarrillo, con el fin de materializar las diferentes investigaciones y trabajos de agricultura de precisión con vuelos no tripulados.
Luis Carlos Valero, gerente y portavoz de Asaja-Jaén, considera que hoy en día la investigación en el sector primario debe buscar, ante todo, una rentabilidad para el agricultor y un ahorro significativo de unos recursos naturales que son limitados. “Las investigaciones, y en ellas queremos poner nuestro grano de arena, deben de versar sobre lo que necesitan los agricultores para producir bien y aprovechar al máximo los recursos ahora y en un futuro”, indica. El gerente y portavoz de la organización agraria recuerda cómo la tecnología ha supuesto un cambio brutal en el sector agrario. “Hace no tanto, nadie hubiese imaginado que desde un móvil se podría controlar un riego, o ni siquiera el acercamiento que los dispositivos móviles han supuesto para abrir al agricultor a la aldea global”, apunta Valero. “Con drones se puede lograr mucho para el campo y es para eso para lo que suscribimos este acuerdo”, matiza.
Alfonso Picardo, director técnico de Catec, destaca la idoneidad de que el centro, especializado en rpas pequeños y medianos, pueda incorporar su tecnología (entre otras la especializada en extinción de incendios, agricultura sostenible o topografía) a las necesidades del agricultor. “Contar con la experiencia de Asaja y con su masa de agricultores es fundamental para desarrollar una tecnología que no se quede en el campo académico, sino que tenga después una aplicación clara en el mundo de la agricultura”, indica.
Por su parte, Anastasio Sánchez, director del centro Atlas, cree que es “una gran oportunidad de aplicar nuevas tecnologías a una agricultura aún tradicional como es la del olivar”. Así, insiste en la necesidad de lanzar éste proyecto para estudiar la utilización de sistemas no tripulados en el olivar, “lo que conllevará a mejores condiciones para los cultivos y a incrementar su eficiencia”.