Atlas desarrolla un proyecto pionero para vigilar explotaciones agrícolas con aviones no tripulados
La Fundación Andaluza de Desarrollo Aeroespacial (FADA) desarrollará, a través del Centro de Vuelos Experimentales ATLAS, un nuevo proyecto de I+D dirigido a mejorar la vigilancia y seguridad de las explotaciones agrícolas a través del uso de aviones no tripulados (UAS/RPAS). Esta iniciativa se desarrollará gracias a un acuerdo de colaboración suscrito con la Diputación de Jaén, y en virtud del cual se permitirá desarrollar un sistema pionero que pueda detectar, por la noche, intrusos en explotaciones agrícolas, utilizando para ello aeronaves no tripuladas que estén controladas de forma remota.
A través de este acuerdo, la Diputación de Jaén aporta 90.000 euros con el fin de que estos aviones no tripulados, a través de un sistema de sensores nocturnos e infrarrojos, vigilen las fincas agrícolas y eviten así robos o intrusiones no permitidas en ellas. El proyecto, denominado Mochuelo, se llevará a cabo inicialmente sobre las fincas de olivar situadas a 30 km cuadrados del Centro Atlas, situado en Villacarrillo (Jaén), aunque su uso será extensivo a cualquier explotación agrícola. "El proyecto nace para dar respuesta a una demanda específica de los agricultores de Jaén, pero se puede trasladar posteriormente, cuando se valide y apruebe con éxito, a otras zonas de España. El objetivo es que sea una aplicación que pueda hacerse extensiva a cualquier explotación agrícola, adaptándola a las necesidades que se requieran", señala Antidio Viguria, responsable del departamento de Aviónica y Sistemas de FADA-CATEC. La iniciativa ha comenzado a desarrollarse a principios de 2016 y su finalización está prevista para mediados de año.
El convenio ha sido suscrito por el presidente de la Diputación de Jaén, Francisco Reyes, y el director general de FADA, Joaquín Rodríguez Grau, quienes destacan la utilidad de este proyecto en el ámbito de la agricultura, como es el caso del olivar, sector estratégico en la provincia de Jaén. “Se trata de un proyecto que puede ser muy útil en muchos territorios, pero especialmente en una provincia como Jaén, con más de 66 millones de olivos, en la que cada año se producen multitud de denuncias por robos en el campo”, señala Francisco Reyes. La Administración Provincial financiará la ampliación de la pista de aterrizaje del Centro Atlas en 400 metros, con el objetivo de facilitar que pueda albergar más proyectos por parte de empresas y compañías aéreas que requieren de aviones de mayor tamaño.
El objetivo es “demostrar que es posible que plataformas no tripuladas de ala fija patrullen en entornos agroforestales por la noche y que puedan detectar la presencia de personas que no deberían estar ahí a esas horas”, explica Joaquín Rodríguez Grau. El director general de FADA puntualiza que la detección de intrusos en los campos se basará en la aplicación de la tecnología de termografía, que a través del uso de cámaras ofrece un gran contraste de presencia de personas y animales por la noche, basado en el calor que emiten.
"La termografía es una tecnología que permite determinar la temperatura de personas y objetos a distancia, con exactitud y sin la necesidad de contacto físico, a través de la radiación infrarroja del espectro electromagnético y de la energía que radian esas personas y objetos", explica a Interempresas Antidio Viguria. "Se realiza generalmente utilizando cámaras y sensores que permiten detectar las temperaturas a través de la detección de radiación infrarroja. En el caso concreto del proyecto Mochuelo, se utilizarán cámaras termográficas implantadas en aviones no tripulados (UAV) porque ofrecen un gran contraste de presencia entre personas y animales por la noche, basado en el calor que emiten. De este modo, el sistema completo de sensores nocturnos e infrarrojos que se utilizará permitirá vigilar las explotaciones agrícolas y detectar la presencia de personas, evitando robos o intrusiones".
Rodríguez Grau remarca que el Centro Atlas dispone de tecnología única para el vuelo de aviones no tripulados fuera de línea de vista –es decir, que vuelen a más de 500 metros de su operador, algo que sólo se puede hacer en situación de emergencia o en un espacio aéreo segregado–, ya que cuenta con “el único espacio segregado para uso civil certificado por la Agencia Espacial de Seguridad Aérea (AESA), lo que supone una gran ventaja competitiva y lo que lo convierte en el único de España donde se puede desarrollar este proyecto”.
En esta línea, el director general de FADA hace hincapié en el potencial del Centro Atlas para Jaén en particular y España en general, puesto que el sector de aviones no tripulados “se convertirá en un sector económico muy importante en los próximos años, en cuanto se finalice su regulación normativa”, apunta.
Y con él coincide Antidio Viguria, quien explica que "en España se viene trabajando desde hace bastantes años en la investigación de nuevas tecnologías y aplicaciones de robótica y aviones no tripulados en diversos sectores. Son varios los centros y grupos de investigación que vienen trabajando y explorando estos desarrollos para conseguir aplicar esta tecnología a diversos campos. Se cuenta con entidades de referencia internacional como el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial o la Universidad de Sevilla, que han logrado importantes hitos desde el punto de vista tecnológico, a las que se ha ido sumando en los últimos años una incipiente industria compuesta por empresas y firmas de todo el territorio nacional que han visto su potencial y la interesante oportunidad de negocio que representan los aviones y sistemas no tripulados".
De este modo, FADA-CATEC viene impulsando desde sus inicios, hace casi diez años, el desarrollo de este tipo de tecnologías. “En este tiempo hemos conseguido convertirnos en un centro pionero en Europa en muchas de estas nuevas aplicaciones, liderando proyectos de I+D y consorcios con centros tecnológicos, empresas y entidades de distintos países. Luego la tecnología y la innovación existe, y el tejido empresarial también, pero el problema ahora es resolver su lenta progresión desde el punto de vista regulatorio (en especial para operaciones que requieran volar largas distancias), y solucionar las restricciones legales que los UAV tienen para su uso comercial y civil. Las autoridades españolas y europeas están trabajando en ello, pero el sector demanda una mayor celeridad, vistas las importantes ventajas que ofrecen para múltiples sectores, entre ellos la agricultura”, sentencia el responsable del departamento de Aviónica y Sistemas de FADA-CATEC.