Incidencia de Mosca del Olivo en Andalucía durante la campaña 2015
A nivel de la Comunidad Autónoma andaluza, la incidencia que ha tenido la mosca del olivo (Bactrocera oleae) sobre el cultivo de olivar ha sido baja, tanto respecto a la pasada campaña, como al periodo 2006-2014.
A causa de las altas temperaturas registradas durante los meses estivales superiores a los 40 °C en muchos lugares de la comunidad autónoma y la baja humedad relativa que se han producido principalmente en las zonas olivareras del interior, ha favorecido a un notable descenso de las poblaciones de adultos. Por otra parte, la falta de lluvias desde principios de primavera ha provocado anticipadamente el arrugado de las aceitunas en grandes zonas del territorio olivarero, causa que favorece la pérdida de atracción de este agente para realizar la puesta sobre las mismas.
En consecuencia la campaña ha estado marcada, por una estima cosecha de producción media, motivada en parte por las condiciones meteorológicas que concurrieron en el momento de la floración y por otra, a la ausencia de lluvias desde el mes de abril hasta mediados de septiembre, lo que ha provocado una merma en las reservas de humedad en el suelo agravando la situación productiva del cultivo, recuperando la turgencia de los frutos a partir de las lluvias del mes de octubre.
Las poblaciones de adultos medidos con las trampas cromotrópicas, se han visto reducidas notablemente respecto a las registradas durante la pasada campaña contando con un escaso número de adultos capturados en las trampas cromotrópicas durante los meses estivales de julio y agosto, en donde no se logran alcanzar valores medios provinciales superiores a los 2 adultos/trampa y día en ninguna de las provincias.
Es a primeros de septiembre cuando se comienza a apreciar un cierto movimiento de adultos en los olivares de la comunidad autónoma, principalmente más acusado en las provincias de Cádiz, Granada y Sevilla, en donde se alcanzaron unos máximos niveles medios de 10,05, 6,10 y 5,87 adultos/trampa y día, respectivamente y registrados en la segunda quincena de septiembre. En el resto de provincias estos valores estuvieron en una franja entre 0,20 y 3,50 adultos/trampa y día.
En octubre con la presencia de los adultos de la primera generación es cuando se alcanza los mayores índices de capturas, siendo más relevante los índices registrados en las provincias de Granada, Cádiz y Sevilla, con un valor medio provincial de 9,20, 9,10 y 9 adultos/trampa y día.
En cuanto a los frutos picados, se ha alcanzado un valor máximo en la primera decena de noviembre de 3,53% de picada total, valor muy inferior si lo comparamos al registrado en la pasada campaña que fue de 10,54% e incluso menor si hacemos referencia al valor medio al periodo de 2006-2014 que alcanzo un índice de 9,17%. La incidencia ha sido más elevada en las provincias de Cádiz, Huelva y Sevilla, con unos máximos valores medios de 9,31, 6,11 y 5,51% de picada total, respectivamente. Por otra parte, las provincias de Málaga, Jaén y Granada han sido las de menor incidencia, finalizando la campaña con unos valores medios de 1,93, 3,15 y 3,18% de picada total, respectivamente.
Por lo que respecta a la evolución de esta picada total, comentar que la picada viva se detectan las primeras formas vivas en frutos a mediados de julio en la provincia de Sevilla, con un valor medio provincial inferior a 0,10% de picada viva; las siguientes provincias en las que se detectan formas vivas son Córdoba a finales de julio y Málaga, observados a primeros de agosto, la presencia de las primeras formas vivas en el resto de provincias es generalizada a finales de agosto.
Durante la campaña pasada, la aparición de los primeros frutos afectados con formas vivas se produjo a primeros de junio en las provincias de Sevilla y Cádiz, lo que nos muestra, la repercusión que ha producido las condiciones meteorológicas de altas temperaturas y baja humedad relativa sobre la actividad de este agente, que ha provocado un retraso respecto a la pasada campaña de unos 45 días.
Es a primeros de octubre cuando se aprecia el inicio en el aumento de frutos con picada viva, adquiriendo los máximos valores autonómicos en la primera decena de noviembre con un valor medio de 2,20%, muy inferior al dato medio que se registro la pasada campaña y que fue de 7,74%.
En el siguiente enlace se muestran mapas con la situación del índice de capturas cromotrópicas, porcentaje de aceitunas con picada toral y viva por provincias a final de Campaña y su comparativas con años anteriores.