Pautas para ajustar la fertilización en la rotación de cultivos cereal-colza utilizando purines porcinos
El Departament d’Agricultura, Ramaderia, Pesca, Alimentació i Medi Natural (DAAM) de la Generalitat de Catalunya organizó el pasado viernes 24 de abril una jornada de campo para dar a conocer los resultados obtenidos en el ensayo realizado en Oliola en el que se pudo ver la respuesta de la colza y otros cereales de inverno a diferentes estrategias de fertilización.
Últimamente, el cultivo de colza ha entrado con fuerza en muchas zonas de Cataluña debido a la incorporación del pago verde o ‘greening’ a la reforma de la Política Agraria Común (PAC). Esta diversificación de cultivos supone para muchos agricultores introducir en sus rotaciones nuevos conreos con los que no están familiarizados. Ajustar la dosis de aplicación de fertilizantes y, sobre todo, de las deyecciones ganaderas a la dosis que necesita el cultivo en cada momento es importante a la hora de hacer la planificación de la fertilización.
Un momento de la jornada.
Cuando se utiliza purín porcino como fertilizante se producen pérdidas de nitrógeno por volatilización, y esta volatilización significa la pérdida de valor fertilizante. En ocasiones se realizan aplicaciones por encima de las cantidades habituales intentando corregir estas pérdidas. Pero, ¿realmente se conoce el contenido de nitrógeno del purín que se aplica como para corregirlas?
Actualmente existe maquinaria para la aplicación de los purines que se ajusta a este propósito, ya sea porque con el sistema de mangas o tubos colgantes se puede aplicar de forma homogénea el purín y a la vez se reducen posibles pérdidas de nutrientes por volatilización, i/o porque incorpora herramientas como el conductímetro que estima la composición del purín con anterioridad a la aplicación.
El conductímetro es un método fácil, rápido y económico para conocer el contenido de nitrógeno y potasio del purín porcino o bovino. Conocer su riqueza antes de las aplicaciones puede ayudar a mejorar los rendimientos del cultivo y a disminuir posibles riesgos de contaminación de suelos.
Por otro lado, estos sistemas evitan aplicar dosis excesivas de nitrógeno que pueden producir acumulación de nitratos en el suelo y que las lluvias desplazan en profundidad por debajo de la zona aprovechable para el cultivo. Es decir, que aplicaciones por encima de las necesidades de los cultivos no sólo pueden producir efectos nocivos para el suelo y para las aguas sino que suponen un coste innecesario que se puede ahorrar.
Así, en el transcurso de la jornada se pudo ver, a parte del campo de ensayo de colza, una máquina que incorpora un conductímetro automático y que dispone de un aplicador de mangas, y se realizó una demostración del uso del conductímetro manual que sirvió para descubrir que la vista puede engañar ya que el purín no es más rico en nutrientes por ser más oscuro. Aprovechando las explicaciones realizadas durante las ponencias, en las que se resaltó la importanci de saber el estado de los nutrientes del suelo antes de realizar las aplicaciones, de conocer la riqueza de las deyecciones que se utilicen y de usar herramientas como el conductímetro, también se presentaron las líneas de ayuda que actualmente están abiertas y que ofrecen soporte al nuevo modelo de fertilización y gestión de deyecciones ganaderas. Entre estas ayudas existe la posibilidad de alquilar el servicio de aplicación de purines de maquinaria que incorpora innovación tecnológica, es decir, que dispone de conductímetro y de mangas o tubos colgantes.