Certificados digitales para aumentar el control de la propagación de plagas y enfermedades de las plantas
Los representantes de 181 países aprobaron la creación de un nuevo sistema mundial de certificación electrónica que ayudará a frenar la propagación de plagas y enfermedades de las plantas a través del comercio internacional de forma más segura y económica.
La Comisión de Medidas Fitosanitarias (CMF), órgano de gobierno de la Convención Internacional de Protección Fitosanitaria, acordó elaborar un sistema mundial de certificados fitosanitarios, denominado e-Phyto, informó hoy la FAO.
Esta decisión supone que el complejo y burocrático proceso a través del cual se crean, imprimen e intercambian millones de certificados fitosanitarios en papel entre los países todos los años, será reemplazado por un sistema electrónico en línea.
Los actuales certificados en papel sirven para tranquilizar a los importadores de que los productos vegetales, incluidos los alimentos, se han inspeccionado y declarado libres de los tipos de plagas que podrían devastar su economía local causando daños a la agricultura y el medio ambiente. Se trata de un actividad indispensable, pero costosa en en tiempo y recursos.
e-Phyto se ha creado para sustituir a los certificados en papel. Está previsto establecer una coordinación central que reciba de forma voluntaria los certificados de las Organizaciones Nacionales de Protección Fitosanitaria (ONPF) de los países exportadores y los ponga a disposición de las ONPF de los países importadores. Esta coordinación ofrece un método de intercambio sencillo y seguro que elimina la necesidad de que los países negocien bilateralmente protocolos con cada socio comercial.
“La seguridad y la confidencialidad son preocupaciones esenciales que se han tratado con detalle en la formulación de este sistema”, informó Peter Thomson, director de la Mesa de la CIPF para la elaboración de ePhyto, a los participantes reunidos esta semana en Roma. “Un intercambio electrónico seguro de certificados entre las ONPF eliminará los problemas que algunos países experimentan actualmente con el uso de certificados fraudulentos por parte de los importadores o exportadores”, añadió Thomson.
Se prevé que el modelo de coordinación sea mucho menos costoso que los actuales métodos de certificados en papel y que fortalezca significativamente la armonización y el cumplimiento de las normas de la CIPF de certificación fitosanitaria. “Habrá un conjunto de normas –indicó Thomson– y una forma de interpretarlas”.
e-Phyto debe simplificar y reducir el costo del comercio mundial, aumentar la capacidad de los países de determinar los elementos que supongan un alto riesgo y reducir las posibilidades de fraude y, por consiguiente, los daños colaterales.
Todos los años se comercializa internacionalmente la impresionante cifra de 1,1 billones de USD en productos agrícolas, en la que los alimentos representan más del 80% del total.
La CMF también aprobó una solicitud al Fondo para la Aplicación de Normas y el Fomento del Comercio, de la Organización Mundial del Comercio, de proporcionar fondos para la creación de e Phyto. El objetivo es apoyar a los países en desarrollo que actualmente no tienen la capacidad de participar en e-Phyto.
La CIPF está planificando un proyecto piloto de creación de capacidad en los países en desarrollo para que puedan participar en e-Phyto gradualmente. Varios países ya están utilizando algún tipo de certificación electrónica, entre ellos Australia, Canadá, Kenya, la República de Corea, Nueva Zelandia, los Países Bajos y los Estados Unidos.