Ni un paso atrás en la Gestión Integrada de Plagas
El Plan de Acción Nacional sigue su curso, pero como nunca está de más repasar qué se ha hecho y en qué se debe seguir mejorando, el 13º Symposium de Sanidad Vegetal volvió a convertirse una vez más en el marco adecuado para que más de 900 profesionales del sector conociesen y debatiesen sobre lo último en el uso sostenible de los productos fitosanitarios, la gestión integrada de plagas, las nuevas tecnologías y productos, y todo ello en concordancia con la normativa en vigor. Entre todo ello seguía apareciendo una figura clave, la del asesor. "Yo soy asesor", rezaba una chapa en la solapa de Antonio Vergel, presidente del COITAND, como muestra de la importancia que ha de seguir adquiriendo esta figura en las explotaciones agrícolas españolas.
En Sevilla se presentaron hace dos años los retos que suponía el Plan de Acción Nacional y la obligatoriedad de la Gestión Integrada de Plagas a partir del 2014, y de nuevo en la capital hispalense se puso negro sobre blanco todo aquello en lo que se ha avanzado en este periodo. El pasado 28 de enero, Valentín Almansa, director general de Sanidad de la Producción Agraria, fue el encargado junto a la consejera andaluza de Agricultura, Elena Víboras, de inaugurar el 13º Symposium de la Sanidad Vegetal, una cita que tal y como reconoció el propio Almansa es la que más interés suscita a nivel nacional, “porque aquí se viene a aprender y a intercambiar ideas y ese el valor añadido que explica su éxito”. Elena Víboras, por su lado, puso el énfasis en la sanidad vegetal como “una cuestión crucial para la competitividad de nuestra agricultura”. Para ello puso como ejemplo Andalucía, donde hace unos 10 años que es obligatorio contar con un carné de aplicador de productos fitosanitarios y, donde desde hace más de 15 años se están impulsando las producciones sostenibles, con una Producción Integrada que alcanza las 554.000 ha". Para la titular de Agricultura del gobierno andaluz, “somos conscientes de que hemos de seguir aportando entre todos para luchar contra las plagas y enfermedades de una forma eficaz y sostenible”.
El marco legal y el registro de fitosanitarios protagonizan la primera jornada
Hace dos años Valentín Almansa, recién nombrado, se presentó en Sevilla con la misión de desgranar los puntos claves del Plan de Acción Nacional que se había aprobado pocos meses antes. En esta ocasión, Almansa fue el primero en tomar la palabra para explicar todo aquello que aún queda por delante pasado este tiempo, y es aquí donde puso de nuevo en valor la figura del asesor. “Es la clave. Los agricultores saben mucho de lo suyo, pero la sanidad vegetal no es tarea fácil y la formación resulta fundamental. Por eso han de apoyarse en alguien que tenga esos conocimientos. El asesor no puede ser en ningún caso un 'firmador' de recetas”, apuntó. Después realizó un breve repaso por las acciones realizadas, con un balance muy positivo. “Aunque todo es mejorable, creo que hemos cumplido sobradamente con nuestros objetivos”, apuntó. Entre las acciones realizadas destacó la publicación de la 'Documentación de asesoramiento para la GIP', contrato incluido; la 'Lista de cultivos exentos de asesoramiento'; el 'Modelo de cuaderno de explotación', recordando su obligatoriedad y que se comenzarán a realizar inspecciones con las sanciones correspondientes en caso de incumplimiento; el 'Sistema de producción certificada'; y del 'Sistema armonizado de formación', gracias al cual se pueden conocer los centros autorizados y los criterios mínimos para que la formación sea uniforme a nivel nacional. Posteriormente desgranó las Guías de Gestión Integrada de Plagas ya publicadas por el MAGRAMA, con tres a punto de ver la luz (maíz, cereal de invierno y fruta de hueso), y con las que ya se cubre un 75% del total del territorio español cultivado. Finalmente el protagonismo recayó en el ROPO, una herramienta que se ha convertido en imprescindible para controlar cualquier tipo de abusos por parte de profesionales y empresas, y que además se espera convertir próximamente en un buscador en el que agricultor conozca a qué asesores puede acudir en su provincia.
Posteriormente, intervino José María Cobos, subdirector general de Sanidad e Higiene Vegetal y Forestal, que destacó el nuevo marco legal de los Medios de Defensa Sanitaria (MDF) en España. Cobos detalló el problema surgido con la redacción del RD 954/2014, en el que la Comisión Europea se cargó de un plumazo la inclusión de los fitofortificantes en la norma, es decir, un 85% de los productos registrados como OMDFs que se iban a incluir en la nueva normativa, y donde ahora han quedado solo los organismos de control biológico y las trampas y feromonas de monitoreo. Como consecuencia de esta restricción se publicó el pasado 16 de diciembre una disposición transistoria, que detalló Cobos, mediante la cual las empresas tendrán entre 6 y 24 meses para adecuarse al resto de normativas existentes, ya sea como fitosanitario o como fertilizantes. El gran problema lo tienen en estos momentos los productos bioestimulantes, carentes de normativa, y que están también a la espera de una nueva legislación a nivel europeo. Fue aquí donde la ponencia de Cobos enlazó con la de Mª Luisa Ballesteros, consejera técnica de la Dirección General de Producciones y Mercado Agrario del MAGRAMA, quien explicó que el mercado de bioestimulantes supone un 2,5% del negocio de fertilizantes en la UE y que a nivel mundial puede alcanzar 2.241 millones de dólares en 2018, aproximadamente. Aunque se esperaba tener lista una nueva normativa para este año, en que se abordaran aspectos como los procedimientos de seguridad, la eliminación de barreras o la creación de un mercado interno de fitosanitarios, y en el que los bioestimulantes (PBB) tuviesen un definición propia y un procedimiento de registro definido, la realidad es que tras las constitución del nuevo Parlamento Europeo la CE no lo ha incluido entre sus prioridades esta nueva normativa. Ballesteros considera difícil que haya nada hasta 2017, es decir por encima del plazo de 24 meses estipulado por la disposición, por lo que muchos productos bioestimulantes quedarían fuera de cualquier normativa.
Ya en la jornada de tarde, María Pastor, de la Subdirección General de Sanidad e Higiene Vegetal y Forestal del Magrama, explicó los procedimientos actuales del Registro de Productos Fitosanitarios en España, y los retos que aún quedan por delante. Pastor destacó el papel de la Mesa Sectorial de la Sanidad Vegetal, constituida en mayo de 2013 y en la que los productos fitosanitarios se han ido incorporando paulatinamente. Tras explicar el procedimiento, llegó el turno de las cifras, nunca exentas de polémica ante la lentitud achacada sistemáticamente al registro. Desde la entrada en vigor de la nueva norma se han evaluado 34 productos nuevos -de los cuáles ya hay autorizados diez- y se han estudiado 10 ampliaciones de uso. Además se han autorizado 33 productos registrados en otros países de la Zona Sur (a la que pertenece nuestro país), además de siete autorizaciones interzonales. Las previsiones del MAGRAMA son que en este 2015 se realicen 30 evaluaciones, nueve de las cuales serán ampliaciones de uso. Pastor recordó también que la publicación del RD 971/2014 recoge la participación de España en los procesos de aprobación de sustancias y fitosanitarios a nivel europeo, además de la incorporación en la cadena de organismos independientes de evaluación que permitirán agilizar el proceso. La acreditación a la empresa se dará en un máximo de tres meses y será el solicitante del registro quien elija quién quiere que lo evalúe y acordar con esa empresa el precio del servicio.
La tarde finalizó con las dos ponencias de Aepla. Carlos Palomar, director general de la asociación, explicó las alternativas y oportunidades en el Reglamento 1107/2009 para la Comercialización de Productos Fitosanitarios. Para Palomar, “el sistema de aprobación zonal sigue siendo la gran promesa, pero no funciona, al existir una gran disparidad de criterios, además de ser lento, impredecible, contar con pocos recursos, y no existir un árbitro como la CE para realizar de mediador”. El dirigente de Aepla exigió que no se hagan continuas reevaluaciones en España para autorizar productos que ya la han recibido en otros países. Posteriormente, Victoria de la Haza, responsable de Asuntos Técnicos y Reglamentarios de Aepla, analizó la nueva lista de Sustancias Candidatas a Sustitución, un tema que también preocupa al sector, y que finalmente fue aprobada el pasado 27 de enero.
Las Guías de GIP y las nuevas tecnologías, fundamentos de la segunda jornada
Carlos Romero Cuadrado, consejero técnico de la Dirección General de Sanidad e Higiene Vegetal, y uno de los cerebros de la coordinación de la elaboración de las Guías de GIP, fue el primero en intervenir durante la segunda jornada, en la que la mañana estuvo dedicada íntegramente a repasar como novedad las Guías de Olivar, Cereales, Parques y Jardines, Frutales de Hueso, Uva de Vinificación y Cítricos, 6 de las 41 guías previstas. Romero reconoció el retraso en la elaboración de las guías ante la falta de recursos, pero se mostró orgulloso por la minuciosidad del trabajo realizado. El técnico se puso como reto la simplificación de las guías en un futuro con el objetivo de llegar no solo al técnico, sino también al agricultor.
Manuel José Ruiz, responsable del Departamento de Entomología, Laboratorio de Producción y Sanidad Vegetal de Jaén, expuso la Guía de Gestión Integrada de Plagas GIP del Olivar. A su juicio, la guía plantea un reto formidable en un cultivo dominado por una excesiva parcelación, la falta de profesionalización y el empleo del calendario de tratamientos. Considera que este documento dará pie a una transformación real del cultivo, aunque deberán superarse importantes obstáculos como la falta de conocimientos fitosanitarios por parte de los agricultores, el fuerte peso de la costumbre de tratar según calendario, entre otros. Posteriormente, Juan Antonio Lezaun, coordinador de la Guía de GIP de Cereales de Invierno, desarrolló el documento que recoge 14 plagas, 13 enfermedades y 8 malas hierbas. La incidencia en plagas es muy baja en los últimos años, aunque algunas sí lo han necesitado como el pulgón de otoño, zabro, mosquito del cereal, trips del trigo, etc.
También de gran interés fue la presentación de Jesús Ignacio de la Cruz, coordinador de la Guía de Frutales de Hueso, y director general de la Consejería de Agricultura en Extremadura, quien desgranó el documento que consta de un cuadro de estrategias donde para cada plaga o enfermedad se describe el método de seguimiento y estimación de riesgo, las medidas de prevención, los umbrales, momentos de intervención, etc. En esta primera fase de la guía la ficha ha quedado reducida a 15 plagas, 11 enfermedades y 7 malas hierbas. A su juicio, la clave del éxito de una buena GIP está en realizar una buena divulgación entre fruticultores y técnicos.
José Luis Ramos, coordinador de la Guía de Uva de Vinificación y del Servicio de Investigación de la Consejería de Agricultura de La Rioja, explicó las plagas, enfermedades y malas hierbas incluidas en la guía y el cuadro de estrategias de gestión integrada de plagas que constituye el pilar fundamental del documento. El cuadro pretende reflejar de forma clara la forma de gestionar la problemática fitosanitaria de cada uno de los parásitos, priorizando medidas alternativas. La guía tiene un aspecto muy práctico, incluye unas recomendaciones sencillas para el viticultor y unas herramientas de monitorización y seguimiento que le permitan identificar síntomas de plagas o enfermedades. Ramos también destacó la necesidad de generar conocimiento científico-técnico en determinadas plagas y momentos de intervención o tratamiento.
En la sesión de la tarde, Juan García, gerente de Ager Technology de La Rioja, analizó las aplicaciones informáticas (TICs) en la agricultura y la sanidad vegetal. Internet y la tecnología móvil ha supuesto un enorme progreso en el acceso a la información desde cualquier ubicación. La aplicación libre para plataformas móviles llamada ‘Fitosanitarios’ es un ejemplo de ello. Al estar conectada a la base de datos del Ministerio se pueden consultar productos fitosanitarios autorizados. Al descargar en el terminal móvil las fichas de resgistro se pueden realizar búsquedas en caso de no cobertura. Una gran ventaja que ofrecen las nuevas tecnologías es tener acceso a gran cantidad de variables agronómicas en un punto geográfico de forma inmediata, es decir, información a nivel de parcela y en tiempo real. Un ejemplo es la aplicación libre iMaps+Ager para el Consejo Regulador de la DO La Rioja que permite predicciones agroclimáticas, acceso a datos históricos de la estación más cercana, curva temporal de índice de vegetación (NDVI) a partir de imágenes satélites de infrarrojos, etc. García puso también como ejemplo el portal web de Bayer Agro Servicios, donde se intenta facilitar el control de plagas y enfermedades a técnicos y agricultores a través de acceso a diferentes datos en toda España. En él se da cobertura a los cultivos más importantes de España como cereal, olivar, frutales, hortícolas, etc. Mediante el uso de sistemas de información geográficas (SIG) y servidores web se maneja diferentes variables: trampas de captura de plagas, estaciones agroclimáticas, imágenes de satélite de infrarrojo, predicción agrocimática, etc.
José Manuel Peña, del CSIC y del Instituto de Agricultura Sostenible de Córdoba, detalló los avances en teledetección y usos de drones para la monitorización de cultivos. Es una tecnología fundamental para el desarrollo de las técnicas de agricultura de precisión ya que permite conocer la diversidad en las parcelas y ayudar al agricultor a realizar un manejo selectivo y localizado de su parcela para reducir costes, optimizar rendimientos y proteger el medio ambiente. Los Vehículos Aéreos no Tripulados (UAV) o drones ofrecen también un enorme potencial en la agricultura por su autonomía y flexibilidad, permiten vuelos a baja altura e imágenes de alta resolución lo que permite generar mapas de malas hierbas en época temprana, generar modelos en 3D de la parcela, etc.
El debate centra el último día del Symposium
Un debate bajo el título 'Los nuevos retos en Agricultura: Gestión Integrada de Plagas' con todos los representantes del sector, cerró el Symposium en la ciudad hispalense. José Mª Cobos considera que “la implantación del concepto de Gestión Integrada de Plagas en las explotaciones agrarias supone un cambio importante en la sanidad de los cultivos españoles al promover el mantenimiento de los niveles de plaga por debajo de los umbrales económicos mediante la aplicación racional de una combinación de medidas biológicas, biotecnológicas, químicas, culturales o de mejora varietal, de manera que los productos fitosanitarios sean empleados con precisión y seguridad para el agricultor, el consumidor y el medio ambiente”. Por su parte, Ricardo Alarcón, jefe de Servicio de Sanidad Vegetal de la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía, explicó que “el requisito de la GIP ha venido a confirmar que el camino que la Consejería había iniciado muchos años atrás era el correcto. Todo el esfuerzo que se ha hecho en el fomento de la Producción Integrada y las 'Atrias' ha dado sus fruto. Andalucía y los agricultores andaluces partían de una situación favorable para la aplicación de los requisitos para un uso sostenible de los fitosanitarios”. Según el punto de vista de Antonio Vergel, presidente del Coitand, Antonio Vergel, Presidente del Colegio de Ingenieros Técnicos Agrícolas (COITAND), la implementación de la Gestión Integrada de Plagas ha dado forma y fondo a uno de los servicios que el Ingeniero Técnico Agrícola venía proporcionando al agricultor. Ha complementado y enriquecido la prescripción tradicional de un fitosanitario para cada problema, con otras técnicas (control biológico, manejo integrado etc.) más respetuosas con el medio ambiente y la salud de las personas. Finalmente ha supuesto una adaptación a un nuevo modelo para garantizar producciones agrícolas sostenibles, de calidad y rentables.
Miguel Vela, director del Departamento de Calidad de Fepex, apuntó que la GIP forma parte de un política de calidad por la que Federación optó a finales de los 90 como medio de acceder a los principales mercados europeos. Esta política representa para los productores las siguientes ventajas: facilita el acceso tanto a la globalidad de los mercados comunitarios, aumentando su potencial, como a los mercados de Terceros Países que requieren el cumplimiento de medidas preventivas autorizadas en la Gestión Integrada de Plagas (GIP). Mónica Muñoz, gerente de Aprove, comentó que tras la publicación del Real Decreto 1311/2011 y la aparición de la figura del Asesor de Gestión Integrada de Plagas los distribuidores de Aprove vieron en esta figura una gran oportunidad de poner en valor el trabajo de sus técnicos de campo. El técnico de la distribución no es un mero comercial sino que está en permanente contacto con el agricultor, realizando visitas periódicas a campo y aportando soluciones rápidas y efectivas. Sin embargo, ha destacado que el trabajo de este técnico no se cobra, sino que va incluido en el precio.
Desde el punto de vista de los agricultores, Benjamín Faulí, secretario general de Asaja-Málaga, comentó que la GIP tuvo una buena acogida dentro del sector productor porque es viable desde un punto de vista agronómico ya que fomenta un uso adecuado y sostenible de la agricultura y, sobre todo, es rentable económicamente. A jucio de Faulí, “el problema es que a nivel comunitario no existe una normativa homogénea o unos estándares mínimos en Gestión Integrada de Plagas que contrastan con la gran abundacia de normativas nacionales y privadas, lo que genera confusión y distorsiones porque el consumidor europeo, ni conoce, ni valora la seguridad alimentaria que proporcionamos al seguir este sistema”.