Aqualife, un nuevo concepto en la compra de productos frescos
11 de abril de 2011
En los últimos años, uno de los retos a los que se enfrentaban puntos de venta, supermercados y grandes superficies era lograr que los alimentos frescos lo fueran por más tiempo. La temperatura era el factor principal que centraba todos los esfuerzos en lo que a conservar los productos perecederos se refiere. Sin embargo, a menudo se empleaban sistemas que no aportaban la humedad necesaria y además resecaban los alimentos. Los nebulizadores de Aqualife facilitan esa dosis extra de humedad que precisa cada sección y producto, desde la poscosecha a la exposición en el establecimiento, sean cuáles fueren las características de este último. Únicamente así, los alimentos frescos mantienen sus características organolépticas (olor, color, sabor,...) durante más tiempo.
En la carrera hacia la diferenciación, buena parte de las cadenas de distribución se planteaban, desde hace algún tiempo, cómo conservar los productos y sus propiedades durante más tiempo. Los alimentos debían llegar al usuario con la misma frescura, color, olor y sabor que les caracterizaba al principio, a su llegada al establecimiento. Un requisito vital ante el mayor número de intermediarios que intervienen en la cadena de valor de cualquier alimento, desde su producción hasta su comercialización final. Se pretendía pues, evitar la desecación de los productos perecederos, así como la aparición de procesos de oxidación y degradación posteriores. Ante semejante exigencia, y desde el año 1999, Aqualife inició el desarrollo de sus sistemas de nebulización, con los que facilita la dosis de humedad exacta según los productos y secciones (frutería, pescadería, carnicería, etc.). Para ello, la compañía trabajó en estrecha colaboración con la Universidad de Zaragoza, adaptando los sistemas de nebulización empleados, desde siempre, para cámaras de conservación de fruta y verdura a otras aplicaciones. En 1980, Aqualife implantaba sus primeros equipos de nebulización en pescaderías, siendo la primera compañía que introducía estos sistemas para la conservación del pescado en establecimientos tradicionales. Hoy en día, la cifra de equipos instalados se eleva a 1.800, en puntos de venta de todo tipo. Desde grandes almacenes como El Corte Inglés, pasando por supermercados y establecimientos de menores dimensiones y, por supuesto, hipermercados y grandes superficies como Carrefour y Alcampo.
La nebulización asegura que los productos se mantengan intactos y no existan mermas
Los sistemas de humidificación Aqualife nebulizan pequeñas partículas de agua, filtrada e higienizada, en la cantidad e intervalo necesario para cada instalación. Los nebulizadores solo usan agua, sin aditivos químicos, que se regula de manera personalizada, en función de los productos, temperatura, exposición, almacenaje, etc. Una tecnología que alarga la vida útil de los alimentos de forma natural, sin añadir conservantes ni utilizar un exceso de frío que generaría una inversión económica costosa y poco respetuosa con el medio ambiente. Aunque lo más notable es el hecho que los alimentos sigan intactos, gracias al aporte de humedad que reciben. Y es que un producto que pierde parte de su agua encoge. Con la nebulización se evitan pérdidas de peso y mermas de producto, tal y como apuntan fuentes de la compañía.
A grandes rasgos, los nebulizadores Aqualife filtran, higienizan, enfrían a dos grados centígrados y, por último, nebulizan el agua de la red sobre el producto fresco, a través de temporizadores o sensores de humedad relativa. El sistema se programa según la aplicación, con puntos de control predefinidos de fábrica. Además, esta tecnología cuenta con un sistema de alertas (saturación de filtros, falta de presión, temperatura adecuada, por ejemplo) que facilitan información al usuario. Los equipos se instalan tras un proyecto previo a cargo del departamento técnico de Aqualife, y una vez acomodados en el establecimiento, pasan prácticamente inadvertidos para el público comprador. Aunque estos sistemas se han concebido, básicamente, para las secciones de productos frescos, también son aplicables en otras situaciones. Como el transporte de productos perecederos, para almacenes de producción de semillas, tallos, bulbos, etc., en cámaras de conservación, así como en secciones de charcutería, pastelería y platos cocinados. Durante el pasado ejercicio, la firma dio a conocer un nuevo sistema de nebulización para verduras y cámaras de conservación, creado por su departamento de I+D+i, y provisto de sistema de filtrado por ósmosis inversa y nebulización por alta frecuencia. En acción, se podía apreciar una neblina fina de agua depurada en forma de vapor frío que lograba, sin mojar los alimentos, proporcionar la humedad correcta para su conservación. Una innovación que disparaba las ventas por impulso entre un 5 y un 20%, según fuentes de la empresa, que insisten en que su sistema de nebulización cumple las normas de calidad y seguridad alimentaria ISO 9000:2008 (desde el año 2003) e ISO 22000:2005, desde hace cuatro años.