Confecarne y la Directora General de Recursos Agrícolas y Ganaderos abordan las demandas del sector
9 de febrero de 2011
Pese a que España exporta carnes y elaborados por valor de más de 2.500 millones de euros anuales a mercados de todo el mundo, los representantes de Confecarne recordaron que la situación todavía dista mucho de ser la idónea, ya que las industrias exportadoras españolas han de hacer frente todavía a numerosas trabas sanitarias en el comercio internacional. Además, todavía existen mercados de gran importancia y potencial que se encuentran cerrados para las empresas españolas, con restricciones para la venta de una parte de sus productos o que plantean dificultades difícilmente superables para la autorización de industrias españolas.
En este sentido pidieron una vez más un apoyo decidido por parte del MARM a la Lista Marco de empresas exportadoras, una herramienta fundamental para impulsar las exportaciones, así como la eliminación de las últimas trabas administrativas y documentales que, como el certificado sanitario de exportación, dificultan la actividad exterior de las industrias, y plantearon que, como ocurre en la mayor parte de los países de la UE, las competencias administrativas para la gestión de las exportaciones deberían estar en manos del MARM y no del Ministerio de Sanidad. Igualmente, se planteó a la Directora General la firma de un acuerdo entre el Ministerio y las entidades que integran la Oficina de Exportación de la Carne de España (OECE), que puede representar un medio idóneo para impulsar el comercio exterior cárnico, la apertura de mercados, la internacionalización de las empresas cárnicas españolas y la adecuada formación e información de los operadores del sector, así como para promover el conocimiento y consumo de carnes y derivados cárnicos fuera de nuestras fronteras, y garantizar la máxima calidad de los productos exportados.
En este sentido, los representantes de la industria señalaron también la necesidad de que se refuercen los mecanismos de control de presencia de dioxinas en los piensos así como la separación de la producción de grasas para uso industrial y uso alimentario, con el objetivo de prevenir la eventual aparición de crisis alimentarias como la producida recientemente en Alemania, que, además de los problemas sanitarios y de crisis de confianza, dañan de forma importante a toda la cadena de producción y la imagen de la carne.
Confecarne insistió también en la petición de que se aplique un IVA superreducido a la carne, por su carácter de producto básico, como sucede con otros productos de alimentación, de manera que se solvente una situación de discriminación que se arrastra desde hace años.