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La tuerca y el tocho

Albert Esteves, editor de Interempresas01/05/2010
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1 de mayo de 2010

Señores, basta ya de tanta frase hecha, de tanto eslogan y de tanta receta de manual para políticos indocumentados. Basta ya de llenarse la boca con lo del cambio de modelo productivo, de sectores emergentes y de economía del conocimiento. Está muy bien lo del I+D+i, lo de las TIC y lo de la nanotecnología. Pero señores, hablemos claro, los que nos van a sacar de la crisis son los sectores tradicionales. O dicho de otra manera, sin la recuperación de los sectores tradicionales no saldremos de la crisis.

O sea que menos hablar despectivamente de la “economía del tocho” para referirse al sector de la construcción, menos equiparar la actividad inmobiliaria a la mera especulación improductiva y al pelotazo. Porque si la construcción no se levanta, aquí no se levanta ni Dios. Y otro tanto vale para el sector de la tuerca, el del chorizo, el del taburete, el de la probeta y el de la alpargata y el calcetín. Es decir, sin el sector metalúrgico y la automoción, sin los fabricantes de muebles, sin las empresas que manufacturan productos alimentarios y bebidas, sin el textil y el sector del zapato y sin la industria química, por citar sólo algunos, nos vamos todos al garete. Estos son, hoy por hoy, los sectores industriales capaces de crear empleo directo y los que, junto con el turismo, generan mayor actividad indirecta en el sector servicios. Y estos son los que debieran recibir el máximo apoyo y la mayor atención por parte de las instituciones públicas. Pero no sólo de ellas, también de muchos medios de comunicación y economistas al uso para los cuales hablar de las artes gráficas o de la industria ferretera, por poner dos ejemplos, les parece casi una ordinariez propia del siglo pasado. Ahora lo que mola es el sincrotrón, las técnicas medioambientales, la bioenergía, la biomedicina y en general todo lo que empieza por bio o por eco.

Seamos honestos. Un cambio real de modelo productivo no se produce en dos años ni puede ser producto de la decisión caprichosa de un gobierno o de unos cuantos intelectuales. La base seguirá estando donde estaba. En la construcción y en los demás sectores tradicionales. Ciertamente las empresas industriales deberán ir adaptándose de forma paulatina a los cambios tecnológicos, a los nuevos modelos de gestión, a la globalización y a las nuevas tendencias de los mercados. Como siempre han hecho, por otra parte, las que han llegado hasta aquí. Porque las que no lo han hecho se han ido quedando por el camino. Es desde la economía tradicional desde donde van a gestarse la mayor parte de los avances que nos permitirán ir modulando la estructura industrial de nuestra economía, desplazando las actividades menos competitivas hacia otras con mayor aporte tecnológico o con un mejor ajuste a las oportunidades de los nuevos mercados. Será el sector de la automoción y sus subcontratadas el que impulsará el coche eléctrico, la biotecnología se desarrollará desde el sector agroalimentario, y será el propio sector de la construcción el que irá decantando parte de sus recursos desde la obra nueva hacia la rehabilitación.

Hay que centrar todos los esfuerzos en reforzar los sectores tradicionales de nuestra economía. De ellos depende la salida de la crisis y la creación de empleo. Y de su fortaleza dependerá el tan manido cambio del modelo productivo.

Comentarios al artículo/noticia

#10 - Esteve
26/05/2010 9:10:21
El comentario del editorial es muy acertado pero no podemos olvidar una gran realidad: podemos fabricar vestidos, zapatos, tuercas o grifos pero el problema está en donde lo vendemos, puesto que ni en el propio pais somos competitivos. A lo largo de algunos años hemos gastado nuestras energias en la especulación y hemos quedado atras tecnológicamente. Remontar esta situación no se improvisa. El dinero ya no lo tiene ni el govierno para ayudarnos; el capital, cuando intuye que en un pais no puede sacarle un provecho rápido i grande, se esmuñe y se vá. Conclusión: creo que debemos tomar conciencia que, hemos ser menos "ricos" (por no decir mas pobres) para ser competitivos con una tecnología obsoleta como la nuestra y, con paciencia y mucho esfuerzo recuperar lo perdido, y lo mas importante: no podemos perder el tiempo en pensar quien tiene la culpa de esta situación aunque sepamos de cierto que nosotros, los "trabajadores" no la tenemos.
#9 - Alex
22/05/2010 10:59:33
Totalmente de acuerdo con el autor del artículo, pero como se dice en otro comentario, si los pequeños y medianos empresarios no nos unimos para obligar a algún partido político que mire por nuestros interes, los intereses de todo el país para generar empleo, el ente político que tenemos no va a hacer nada, solo esperar a que pase el temporal y ver cuantos de nosotros han sobrevivido para seguir explotandonos
#8 - Francisco J.
21/05/2010 10:31:16
Totalmente de acuerdo con el comentario de Iñigo y con lo expuesto en el artículo. La prudencia, el apalancamiento moderado, la visión a largo plazo en lugar de la búsqueda del enriquecimiento rápido son virtudes que se han ido perdiendo después de unos años de borrachera en los que muchos ganaron mucho en poco tiempo. Hoy muchas de estas empresas ya no existen. Es la parte positiva de la crisis, lo malo son los millones de trabajadores que han perdido el empleo, los proveedores sin cobrar, etc
#7 - Iñigo
20/05/2010 9:17:49
Además de creer que serán los sectores tradicionales los harán remontar la economía, creo que es necesario hacerse también otro tipo de reflexiones.¿Es mejor una política de empresa agresiva, con crecimientos de personal y de estructura rápidos con grandes endeudamientos, con una intención de grandes beneficios en poco tiempo o es mejor una política sólida, paso a paso, con beneficios moderados, crecimiento lento con pocos endeudamientos, con intención de durar en el tiempo y no ser una empresa volátil?. La segunda empresa suena a antigualla pero creo que son las que aguantan mejor los envistes que pegan estas crisis. Cuando una empresa ve la necesidad de evolucionar, hacer I+D+I, Nanos, Ecos y Bios ya lo hace por sí sola porque posiblemente su producto o el mercado lo esté demandado. No porque llegan los políticos con el talonazo y la boca llena de babas malgastando y hablando de temas que ni conocen.
#6 - Carlo
20/05/2010 7:45:50
Los pequeños empresarios, todos, no podemos no estar de acuerdo con cuanto escribe don Albert Esteve. Sin embargo mientras no nos unamos y consigamos suficiente representatividad y poder como para incidir en el poder politico, muy bien definido por el autor del articulo, lo unico que haremos será limitarnos a desahogar nuestra rabia e impotencia ante el desolador panorama presente y futuro.
#5 - José García
14/05/2010 10:55:14
Esperemos que este articulo, y sus comentarios, los lean las instituciones y los políticos con poder decisión para tomar cartas en el asunto, porque hasta que la economía doméstica no esté a un nivel adecuado esta situación, si se mueve en alguna dirección será hacia atrás. Canalicen las ayudas a pequeñas empresas y autónomos,con proyección de futuro, de forma real, profesional y rigurosa para poder generar empleo, por medio de organismos cualificados y no de los Bancos que tienen una visión estrecha y exclusivamente enfocada al interés económico propio e inmediato. Una empresa de la tuerca
#4 - MARIO
13/05/2010 19:27:39
No soy economista, soy autonomo, que es mejor. La economia se reduce a las necesidades de la humanidad en cada momento, con algunas variaciones en cuanto a la forma de organización. Es decir, comemos, vestimos, dormimos en casas, ocio etc. Esto es lo fundamental y lo que tenemos que producir, con mas o menos lujos. Los lujos y la avaricia es lo que nos ha perdido ultimamente y por ahí hemos caido. Importante es la eficacia y honradez de la clase politica, por ahí tambien hemos caido. Ya que hemos tocado suelo, necesitamos urgentemente ELECCIONES, no nos sirve decir "más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer" peor que lo actual imposible.
#3 - José Carlos
09/05/2010 19:17:46
Menos mal. Todavía hay alguien que cree que la construcción puede volver a ser uno de los motores de la economía española. Es que si no es así, mal vamos. Esto no es Alemania, Aquí, o tira "el tocho" y el turismo, o pasaremos de ser un país de inmmigrantes a otro de emigrantes.
#2 - Xavier V.
04/05/2010 21:47:51
Desgraciadamente ni los políticos ni los medios de comunicación tienen ni idea de lo que es la economía real, mucho menos los problemas de las pequeñas empresas, de los autónomos, y ahora se nos dice que tenemos que cambiar de sector o cerrar la empresa. Esta visto que apoyo no vamos a tener ninguno. Resistir o cerrar, lo de los sectores "emergentes" será para nuestros hijos (con suerte).
#1 - Vicente
04/05/2010 20:26:52
Estoy totalmente de acuerdo en que los sectores tradicionales han de ser la base de la recuperación. Pero con casi un millón de viviendas por vender la construcción va a tardar años en recuperarse. El problema más grave está aquí en Levante y en otras zonas de segundas residencias y urbanizaciones que parecen pueblos fantasma, con casas a medio construir, sin un alma. Muy deprimente.

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