Sierra de Monfragüe presenta su chorizo elaborado con Wagyu ibérico
10 de junio de 2014
Jamones y Embutidos Sierra de Monfragüe se complace en presentar la primera partida disponible de chorizo ibérico elaborado con carne 100% vacuno de la raza Wagyu. Tras el acuerdo para la elaboración de embutidos con la ganadera Mercedes Cobaleda creadora de la marca Wagyu Ibérico Producción Natural a través de la explotación ganadera santibañeja El Campete, finca extremeña ubicada en la falda de la Sierra de Gata en Cáceres, Sierra de Monfragüe comercializará próximamente el chorizo 100% vacuno, con magro de ternera Wagyu, sal, ajo y Pimentón de la Denominación de Origen de la Vera como ingredientes principales. El producto se lanzará próximamente en el habitual formato loncheado de la firma extremeña con 100 gramos de peso.
Desde la explotación ganadera, los animales están siendo sacrificados al Rito Musulmán con el fin de potenciar el consumo de estos productos entre todos aquellos que profesen las costumbres y religión musulmanas. Una característica que según Marta Recio, gerente de Jamones y Embutidos Sierra de Monfragüe “que nos permitirá ampliar el nicho de potenciales consumidores, además, cualquiera que pruebe el embutido apreciará el buen sabor y la calidad que confiere al producto la carne de ternera de la raza Wagyu criada en la Dehesa Extremeña”.
La raza bovina Wagyu es originaria de Japón de la ciudad de Kobe y se le conoce también como Japanese Black. Alfonso García Cobaleda, tras afincarse en la región extremeña hace más de una década, es el gerente de la explotación ganadera creadora de la denominada marca de calidad de carne de vacuno, Wagyu Ibérico Producción Natural, que asegura que esa carne proviene de animales con una genética con un 50% de la raza wagyu como mínimo, en su intento de mejorar la calidad de las razas cárnicas criadas en las dehesas extremeñas con sementales de la raza Wagyu. En la explotación propiedad de Mercedes Cobaleda, se está consiguiendo animales con una muy elevada tasa de grasa infiltrada, dando la posibilidad de poder elaborar embutidos sin necesidad de grasas que no provengan del propio animal, de calidad similar a la del cerdo ibérico, que se añade al apreciado sabor, textura, suavidad y riqueza en ácidos Omega 3 y 6 del Wagyu, al que además se atribuyen efectos anticancerígenos.