Impresión textil profesional
Tiradas cortas, personalización y calidad: razones por las que la impresión DTF está de moda
“Hasta hace poco existían en la industria de la impresión textil dos sistemas de sobra conocidos por los profesionales del sector: la sublimación y la DTG (Direct to Garment o directo a la prenda)”, cuenta Rafael Andrés, director de Gran Formato de Grupo Solitium, “dos técnicas”, continua, “que presentaban ciertas limitaciones que ahora con la llegada del sistema Direct to Film o DTF se han solventado”.
La impresión DTF es una técnica que consiste en imprimir un film especial con tintas DTF al que se le aplica un polvo adhesivo que se cura con calor, para luego fijar en la prenda como cualquier transfer o vinilo. “Este método permite imprimir en cualquier tejido, no sólo en poliéster como pasa con la sublimación, y añade el color blanco. Además, no es necesario que la prenda esté acabada para imprimir el film, que puede quedar en stand by hasta 6 meses”, explica Andrés.
Esta nueva técnica ha cambiado las reglas de juego del mercado de la impresión textil. Ya no sólo porque añade el color blanco y permita la impresión en cualquier tipo de tejido, también por la velocidad y la calidad en el acabado sin pretratar la prenda. “Ya no hay una limitación de un textil específico ni un mercado en concreto al que haya que dirigirse. Con este sistema se puede abordar casi cualquier proyecto en textil de tirada corta”, asegura el directivo de Grupo Solitium.
Roland o Mimaki
En Grupo Solitium cuentan con una línea especializada en impresión profesional con asesores expertos, formados e informados en las nuevas tendencias del mercado. De ahí que dispongan de varias soluciones que ahora mismo requieren las empresas del sector. De entre los que hay que ahora utilizan el DTF, Rafael Andrés recomienda dos: “La Roland Versastudio BY-20, una máquina pequeña, compacta, muy sintetizada y que, gracias al sistema DTF, permite imprimir en blanco y en color en cualquier tipo de textil, desde camisetas a cojines, mascarillas, bolsas, etcétera; y la Mimaki Txf 150-75, un equipo de gran formato que se ha convertido en la primera impresora DTF que llega para superar los típicos problemas de eyección y sedimentación de tinta gracias a su tinta pigmentada de transferencia térmica, que cuenta, además, con la certificación Ecopassport y garantiza una impresión respetuosa con la piel”.
Dos máquinas que cubren los diferentes estadios que puede tener una empresa que confía en la impresión textil. Así, cuando quieres abrir este mercado “lo ideal es invertir en una solución pequeña y versátil como la Roland Versastudio BY-20”, aconseja Andrés; “mientras que si vas a volúmenes más altos de producción lo ideal es acudir a un equipo como el Mimaki Txf 150-75”.
La Roland Versastudio BY-20 es un equipo de sobremesa perfecto para decoración de prendas y accesorios, que no requiere una alta inversión y que puede utilizarse como complemento perfecto con otras técnicas tradicionales de impresión textil como la sublimación. “Es un equipo con impresión y corte, y con tinta pigmentada que te permite, además, imprimir en papel para poder hacer reproducciones en lienzo, en canvas, etc”, explica el director de Gran Formato de Grupo Solitium.
La Mimaki Txf 150-75 es una máquina de gran formato perfecta para altos volúmenes de producción que cuenta con “paquetes de tinta desgasificados que evita que el aire llegue a la cabeza de impresión y cause defectos de eyección, y una tecnología propia de circulación de tinta blanca que previene el bloqueo del suministro causado por la sedimentación de pigmentos”, cuenta Andrés.
Los equipos de impresión textil DTF requieren de un horno de curado, que puede estar o no en línea, para derretir el polvo termofusible de la película. Un elemento indispensable y que hay que tener en cuenta cuando se va a abrir mercado en el mundo de la impresión en tejido. En el caso de la Roland, su equipo puede enlazarse con un horno que no necesariamente tiene que ir en línea, mientras que en el caso de la Mimaki si tiene horno en línea. En cualquier caso, los expertos de Grupo Solitium siempre tienen en cuenta todas las variables para dar con la mejor solución en función de las necesidades de cada empresa y de sus posibilidades en el mercado. También si estas compañías ya cuentan con equipos de impresión textil. “Debemos pensar que el DTF ha llegado para complementar unas soluciones ya existentes”, dice Rafael Andrés.
“Si una empresa que ya trabaja con serigrafía, por ejemplo, quiere atender las nuevas necesidades de un mercado que pide tiradas cada vez más cortas, y seguir siendo competitiva necesita implementar la técnica DTF”, propone el directivo de Grupo Solitium quien, además, considera que “esto no significa renunciar a los equipos que ya tiene, sino complementarlos con otros que permiten mayor velocidad de producción, otros tamaños, formatos distintos… y, además, la tinta blanca”.