Aplicación de tintas funcionales en el sector del envase flexible de alimentación
21 de septiembre de 2011
Las tintas funcionales son tintas avanzadas que, siendo impresas mediante tecnologías convencionales de impresión, confieren a los impresos características especiales.
En función de la propiedad que presentan, podemos listar las tintas funcionales en varios grupos:
- Tintas cromoactivas: cambian de color como consecuencia de algún fenómeno externo, temperatura, luz ultravioleta.
- Tintas conductivas: reaccionan ante un cambio eléctrico o magnético.
- Tintas fotoactivas: sufren cambios de diferente naturaleza como consecuencia de la acción de la luz o son capaces de emitir luz como consecuencia de algún fenómeno externo.
- Tintas activas biológicamente: ante un cambio en las condiciones del entorno, producen una reacción química.
La mayoría de estas tintas no han sido todavía utilizadas en el sector de la alimentación, y en la actualidad solo pueden encontrarse en impresión de seguridad, en moneda, timbre y documentación. Su cabida en el sector de la alimentación es amplia, por la capacidad que tienen de informar al consumidor ante una característica crítica del producto o, simplemente, porque mejoran la aceptación del producto en el mercado, haciendo los envases más vistosos.
Funcional/convencional
Las tintas funcionales no presentan cambios sustanciales en sus propiedades reológicas frente a las tintas convencionales que compliquen su uso a la hora de imprimir. De este modo, mediante pequeños ajustes en la viscosidad y los disolventes a utilizar, así como en máquina, pueden obtenerse resultados muy interesantes que pueden alcanzar una gran aceptación en el sector, por el valor añadido que presentan los envases impresos con tintas funcionales y por el bajo coste que presentan en comparación con soluciones existentes en el mercado (etiquetas adhesivas).
En la actualidad, podemos ver algunos productos en el mercado que utilizan tintas cromoactivas como, por ejemplo, las marcas de cerveza Coors y Grolsch, que utilizan una tinta termocrómica. Ésta indica la temperatura aconsejable de consumo, y muestra un texto o una imagen ante la bajada de temperatura. También se pueden encontrar chocolates en los que se ha impreso algún texto o imagen con tinta termocrómica que, como en el caso de las cervezas, indica la temperatura aconsejada de consumo.
Interacciones entre envase y producto
Podemos encontrar también envases impresos con tintas electroluminiscentes, muy vistosos y que hacen muy atractivo el producto. Por supuesto, en el momento en el que hablamos del sector de la alimentación, no podemos olvidar a la hora de diseñar un envase con tintas funcionales, las interacciones que se dan entre el producto y el envase. Tendremos que diseñar un envase que sea, por una parte, adecuado para contener el producto sin dañarlo y, por otra, “inteligente” para informar mediante el uso de tintas de una propiedad a controlar o simplemente hacer el envase más atractivo.