Entrevista a Ángel Luis Fernández González, presidente de la Asociación de Empresarios de Artes Gráficas de Asturias (Aga)
22 de junio de 2011
¿Cómo cerró 2010 el sector de las artes gráficas en Asturias?
Es una pregunta que produce dolor sólo de pensar en ella. La situación actual es de estancamiento con una caída de precios más que notable que ha mermado aún más la capacidad de reacción ante la crisis. Parece ser que el único argumento que atiende el cliente es la rebaja en el precio, ya que la rapidez en el servicio lo puede ofrecer hoy cualquier empresa gráfica debido a la escasez de demanda.
¿Cuál es el perfil de las empresas asturianas del sector?
El perfil es netamente ‘minifundista’ puesto que el 40,4% no tiene más de 3 empleados y el 33% entre 4 y 10. Los datos oficiales más actuales datan del año 1999, por lo que no puede tomarse como referencia para el análisis actual de la situación. En 1999, un estudio del Instituto de Fomento Regional apuntaba que había en Asturias, entre negocios de preimpresión, impresión, serigrafía y manipulado, 156 empresas que ocupaban a 1.106 personas.
¿Y son éstos los datos más actualizados de que disponen?
Efectivamente, la asociación, después de más de un año de conversaciones, ha consensuado con las centrales sindicales, partidos políticos parlamentarios y Gobierno del Principado, un documento de nueve puntos que ha sido firmado el pasado mes de febrero, en el cual, entre otras iniciativas, se recoge la necesidad de obtener una ‘radiografía’ del sector para realizar, a continuación, un diagnóstico de la situación actual.
¿Cuál es el producto más demandado en su comunidad?
En estos años, de ser el principal productor español, con el 69% del mercado nacional en el sector de la serigrafía por el concurso de grandes empresas de calcografía, ha pasado a ser prácticamente barrido por la competencia de los países del este, fundamentalmente China. Por contra, el incremento ha venido por la vía de los productos relacionados con la impresión digital muy relacionados con la reprografía. Oponiéndose a la notable caída en la impresión de libros y revistas, la producción de envases y embalajes se ha mantenido e, incluso, ha podido crecer.
El Documento de Nueve Puntos
El Documento de Nueve Puntos (http://www.agasturias.es/images/noticias/fichero_190.pdf) es un manifiesto de apoyo al sector gráfico en Asturias firmado por los sindicatos UGT y CC OO y la Asociación de Empresarios de Artes Gráficas de Asturias. Todos ellos han denunciado, y así se alude a ellas en el documento presentado, “prácticas lesivas para la economía del gremio”, en tanto que oficinas de gestión, ni siquiera agencias de publicidad, ofrecen lo que Fernández González describe como servicios “omnibus”. Mediante éstos optan a concursos de la Administración Autonómica “llevando la producción del producto impreso al mejor postor en ocasiones fuera de los límites no sólo de la autonomía sino de la propia Unión Europea”. “En la asociación pensamos que la contratación de la impresión siempre debe hacerse a quien tenga el epígrafe fiscal, los medios tecnológicos y la experiencia necesaria para el buen fin del producto impreso”, sostiene el presidente de la Asociación de Empresarios de Artes Gráficas de Asturias.
¿Qué tipo de problemas asfixian a nuestras empresas?
La caída del consumo, el cambio tecnológico y la imposible renegociación de los créditos. A ello habría que sumarle la injusta e interesada ‘campaña antipapel’. Todo ello unido ha dado como resultado un cóctel explosivo que, en la mayoría de las ocasiones, se ha querido solucionar por la vía de la bajada de precios y su consecuente reducción del margen comercial. Un suicidio lento, pero, al fin y al cabo, suicidio.
Es necesario un análisis aséptico e independiente de esta situación y un cambio de postura individual para pasar de esta especie de solipsismo a una conciencia, si acaso, corporativista.
Conciencia corporativista…
Sí, todos los expertos coinciden en un mismo antídoto: agrupamiento y colaboración. No cabe duda que compartir recursos y potenciar la presencia en mayores y nuevos mercados es el camino.
¿Y cómo se puede llevar a cabo?
Por ejemplo, si una empresa tiene 12 trabajadores y otra 5, una supuesta agrupación puede que obligase a prescindir de dos o tres plazas, pero se salvarían las demás, al menos a corto plazo. De otro modo se perderían 12, 5 o, peor aún, 17.
¿Es la tecnología, el renovar el parque de maquinaria de nuestras empresas, la solución al problema o cree necesarias otras medidas y acciones? ¿Cuáles?
No hay un sector como el de las artes gráficas que haya ido actualizándose más intensa y adecuadamente. Así se ha venido haciendo desde principios del siglo pasado. El problema es el exceso de oferta, no de aplicación de nuevas tecnologías. Cada nueva remesa de nuevas técnicas ha producido más y más eliminación de pasos, costes, tiempos…
…y puestos de trabajo.
Sí, pero, debido al rígido y anticuado mercado laboral español, no se han eliminado en muchos casos en el momento adecuado. Ahora, que ya es inevitable, la situación es mucho peor. En muchísimas ocasiones, el pago de las indemnizaciones por amortización de puestos de trabajo supone la quiebra de las empresas pues no pueden soportar conjuntamente esos costes y el de las letras de la maquinaria actualizada que es obligatorio adquirir para competir. Cada vez se identifica como más importante el exceso de oferta unido a ese minifundismo proverbial. Del mismo modo, hay que darse cuenta de que nuestro ‘enemigo’, hoy por hoy, no está en la acera de enfrente o en el polígono de al lado sino a cientos o, incluso, a miles de kilómetros de distancia. Por lo tanto, nuestro mercado debería de crecer y expandirse.
La industria y el entorno
¿Qué relación guarda la industria gráfica y la sostenibilidad? ¿Son conceptos compatibles? Para Fernández González, no son sólo compatibles sino que van de la mano. “Actualmente, la eliminación de residuos, totalmente reglamentada e industrializada, favorece que el medio ambiente no se vea perjudicado por la actividad gráfica además de que ya se están empleando tintas de origen vegetal e incluso planchas digitales de base látex sin procesado químico. Además, el crecimiento de la impresión digital mediante tóner o tintas digitales hace que el impacto sea aún mucho menor”.
Cada año se van adhiriendo más empresas gráficas a la aplicación de protocolos FSC o PEFC, explica el presidente de Aga. Esto es “un garante de la sintonía del sector con el respeto al entorno natural. Hay que recordar, además, que el sector gráfico que imprime papel es, por esta circunstancia, el que más está contribuyendo al crecimiento de las masas boscosas en todo el mundo puesto que las que se aprovechan para explotación maderera para producción de pasta de celulosa son las únicas que crecen año a año y a un importantísimo ritmo del 3%”.