2023 estará marcado por la evolución del mercado y la revisión del marco normativo

Lo hemos visto durante los últimos meses. 2022 ha sido un año caracterizado por la entrada en vigor de nuevos marcos normativos a los que se les irán sumando otros tantos a lo largo de 2023. Y es que, desde que en diciembre de 2015 la Comisión Europea publicara el primer Plan de Acción para una economía circular en Europa, han sido muchos los desarrollos normativos, medidas y acciones que se están llevando a cabo para articular ese nuevo escenario circular tan esperado. Pero, ¿vamos en la dirección adecuada?

Si ponemos el foco en el año que despedimos, los últimos meses han sido de mucha actividad. El pasado 8 de abril se publicó en España la Ley 7/2022 de residuos y suelos contaminados para una economía circular. Una ley compleja, con muchas luces y sombras, que cambia el contexto en el que operan los gestores de residuos.

Apurando su aprobación hasta el último minuto tenemos la inminente llegada del Real Decreto de envases y residuos de envases, prevista para finales de año. Y, también sobre la mesa, se encuentra la revisión del Reglamento europeo sobre traslados de residuos y del Reglamento de envases y residuos de envases. Normativas clave para el sector en las que está completamente involucrada Repacar.

La aprobación del Real Decreto de envases y residuos de envases traerá muchas novedades a nuestra industria y, dentro de ellas, destaca la ampliación de la responsabilidad ampliada del productor para todos los envases, incluidos los comerciales e industriales. Lo que implica nuevas obligaciones y procedimientos a tener en cuenta.

En la última versión de este Proyecto de Real Decreto, se establecen unos objetivos de reutilización que, desde Repacar, consideramos únicamente deben establecerse para aquellos envases y sistemas para los que se puedan demostrar beneficios claros para el medio ambiente y la sociedad. Desde el punto de vista ambiental, y atendiendo al contexto logístico y social, hay que señalar que numerosos análisis de ciclo de vida concluyen que el reciclaje del envase es la solución óptima en determinados casos, por encima de la reutilización.

Dentro de esta carrera hacia la economía circular merece la pena destacar uno de los grandes hitos recientes para el sector alcanzado en 2020: el fin de la condición de residuo para el papel y cartón recuperado. Desgraciadamente, y cuando se van a cumplir dos años de su aprobación, podemos decir que los resultados en la práctica no han sido todo lo satisfactorios que se esperaba. La propia legislación española, así como la disparidad de criterios entre países, han provocado que su implantación sea prácticamente nula.

Llegados a este punto es necesario destacar la importancia de contar con una normativa europea armonizada y coherente que posibilite el desarrollo de nuestro sector.

Por otro lado, también estamos inmersos en la revisión del Reglamento europeo sobre traslados de residuos. Desde Repacar apoyamos propuestas como la digitalización de los procedimientos o la lucha contra los traslados ilegales. Sin embargo, consideramos que, la adopción, como propone la Comisión Europea, de restricciones a las exportaciones de materias primas secundarias que no suponen ningún riesgo para el medio ambiente, como es el caso del papel y cartón, tendrá graves impactos socioeconómicos y profundas consecuencias para la competitividad del sector.

Hacer una previsión de hacia dónde irá el mercado global de papel y cartón recuperado es bastante complicado. Las razones son obvias: el encarecimiento de los precios de la energía, las fluctuaciones en los precios de nuestro material, la guerra entre Rusia y Ucrania, las tensiones en el mercado, la inflación…

En España, con los datos de 2021 sobre la mesa, los gestores de residuos de papel y cartón valorizaron, para su posterior reinserción en el sistema como materia prima, 4,403 millones de toneladas de papel y cartón recuperado, lo que supone un 0,4% más que el año anterior. Nuestras empresas encuentran muchos problemas para desempeñar su actividad. Las trabas burocráticas, la disparidad normativa…, y, cómo no, la negativa por parte de las aseguradoras a cubrir los riesgos de incendios y la responsabilidad civil de nuestras compañías, ponen en serio peligro las inversiones y la continuidad de nuestra industria.

Ha llegado el momento de ponernos en valor. Hemos resistido muchas crisis y superado muchos momentos difíciles. Lo demostramos y lo seguiremos demostrando en todos los grandes retos que tendremos por delante. Seguirán surgiendo dificultades, esto es innegable, pero también en ellas encontraremos nuevas oportunidades para innovar, para mejorar nuestros procesos de trabajo, para encontrar sinergias con otros eslabones de nuestra cadena de valor. Y lo haremos juntos, colaborando y, sobre todo, con determinación. Porque sabemos que somos esenciales y que invertir en nuestra industria es invertir en futuro.