Asefapi: “La presión de los suministros no cesa”
La gestión de las compañías del sector de fabricantes de pinturas y tintas de imprimir está siendo muy complicada con una situación volátil día a día, según explica la Asociación Española de Fabricantes de Pinturas y Tintas de Imprimir (Asefapi). Entre mayo y octubre de 2020, 10 grandes productores de todo el mundo (Huntsman, Butachimie, Basf, Invista, Covestro, etc) decretaron paradas o “fuerzas mayores” (problemas técnicos, temporales, accidentes, averías) que afectaron a los isocionatos.
De octubre a diciembre de 2020, 13 grandes productoras mundiales de epoxy (Kumko, Ineos, Hexion, Shell, etc.) anunciaron paradas de producción por razones diversas. Desde enero de 2021, multinacionales de todo el mundo (Lanxess, Total, Erdos, Changchun, Evonik, etc) han enviado cartas a sus clientes decretando “fuerza mayor”.
Asefapi dispone de información de 97 alegaciones de “fuerza mayor” de empresas de todo el mundo desde inicio del año. Afectan a una gran cantidad de sustancias esenciales; epoxy, acrilatos, disolventes, isocionatos, resinas, poliésteres, plastificantes, etc.
Actualmente, apunta la asociación, se siguen recibiendo por parte de los fabricantes cartas informando de paradas en producción y reducción de producción por fuerza mayor por varias causas o mantenimiento planificado. A modo de ejemplo, en los tres primeros meses de 2021, los isocianatos han subido un 50%, el dióxido de titanio un 30%, xileno, white spirit y acetato de etilo un 40%. El acetato de butilo y el MiK un 160%, el isobutilo un 90%.
Fuera de las sustancias químicas, los envases han subido un 20% y los pallets de madera para el transporte, un 40%. Adicionalmente, se multiplica la falta de aprovisionamiento de sustancias necesarias para completar fórmulas o incluso elementos físicos como tapas o ballestas para el cierre de los envases.
“A todo lo indicado falta añadir la situación de la energía y los combustibles, ya conocida, y las dificultades de transporte, especialmente el internacional, con retrasos y costes nunca vistos”, concluyen desde Asefapi.