Tratamiento de originales publicitarios para prensa
14 de octubre de 2009
Sumatorio total de tinta
El concepto principal en el que incidiremos será el sumatorio total de tinta, también llamado T.I.C. (Total Ink Coverage), T.A.C. (Total Area Coverage) o Límite Total de Tinta. La manera de la que llamemos a este concepto es poco importante, aunque debemos saber que significa. Conceptualmente el límite de tinta total se refiere al porcentaje máximo acumulado de cían, magenta, amarillo y negro en la zona de sombras más oscuras de la imagen. Será dependiente, por tanto, del proceso de impresión (comercial en plana, comercial bobina o prensa), del tipo de papel (estucado o no, etc.) y del gramaje del mismo, de la velocidad del proceso (que incidirá en el secado de una tinta al aposentarse sobre la precedente), etc.
De este modo podríamos clasificar los límites de tinta en tres grandes grupos según la técnica de impresión empleada. El porcentaje máximo permitido de tinta total para la impresión comercial en hoja (o plana) sería de 350%, para la impresión comercial bobina con secado por horno (heatset) del 300% y para la impresión de prensa (coldset) de 240%, hasta un 260% máximo. No hay ningún proceso de impresión offset que consiga resultados aceptables con un 400% de tinta total, que sería el sumatorio de las cuatro tintas CMYK (Cían, Magenta, Amarillo y Negro) al 100%.
El parámetro de límite de tinta total pertenece al modo CMYK de imagen, por tanto el momento de limitar el sumatorio de tintas es justo cuando la misma ha de convertirse del RGB original al destino final CMYK. Los perfiles de color CMYK controlan implícitamente el límite de tinta no permitiendo, pues, que ningún pixel exceda de los porcentajes máximos marcados en el mismo perfil al pasar de RGB a CMYK.
Exceder los límites máximos de tinta total en cualquier técnica de impresión tendrá consecuencias negativas en el resultado final impreso, pero focalicemos el problema en la impresión prensa, donde el límite está fijado en 240% (recomendable) y un 260% como máximo permitido. Este bajo porcentaje es debido a la manera de producir los periódicos. Con manera nos referiremos a la velocidad de producción, por ejemplo 60.000 ejemplares hora (1.000 ejemplares por minuto, 16,6 ejemplares por segundo); al bajo gramaje del papel, 45gr./m2 prensa estándar con más de un 80% de reciclado; a las tintas, que secan por presión y absorción (más lentamente) y no por horneado y torre de frío como en la impresión comercial bobina, donde la tinta se cristaliza en décimas de segundo, a la ganancia de punto (entorno al 26% de aumento medio en el 50% de trama), etc.
Ante este panorama es fácil comprender por qué no es conveniente permitir un mayor porcentaje de límite de tinta total para prensa. Son demasiados inconvenientes los que evitamos como el repinte (transferencia de tinta de una página a su pareja en el momento del plegado del papel), el transpinte (transparentado de tinta de la pagina de una cara a la otra de la misma hoja), por no decir el ahorro de tinta que supone imprimir con la cantidad justa y necesaria de la misma, estando comprobado que no produce mejores resultados colorimétricos acumular más porcentaje que un 240% en las zonas de sombra para obtener el máximo negro en prensa, el llamado KÊ.
El problema empeora si tenemos en cuenta que en los cilindros portaplanchas de rotativa no está sola la página con exceso de limite de tinta, como mínimo esa página tendrá una pareja, obvio, pero muy habitualmente existirá una segunda plancha en el mismo cilindro si es de doble diámetro (llamado de doble desarrollo), de manera que en el mismo desarrollo existirán cuatro páginas. Un operario de rotativa, si observa repintes causados por exceso de tinta en una página, inmediatamente tratará de rebajar cantidad allá donde exceda y sus páginas ‘vecinas’ verán empeorada su calidad final al tratar de evitar los problemas causados por la primera.
Conocer el valor de la tinta total
Escenificamos la inspección de este parámetro sólo con aplicaciones de la suiete de Adobe puesto que QuarkXPress o Freehand no disponen de herramientas necesarias para controlar este parámetro.
Adobe Photoshop: en el menú ventana podemos acceder a todas las herramientas de que dispone el programa, en una de ellas encontramos información. En las opciones de paleta configuramos como primer informe, color real y como segundo, tinta total. En la paleta de herramientas seleccionamos el cuentagotas. Ahora sólo nos queda desplazar el ratón a las zonas oscuras de imagen y observar el porcentaje de tinta total sumatorio junto al símbolo sigma (∑).
Adobe InDesign: el procedimiento en este otro programa es bien distinto, con menos control sobre el porcentaje exacto de tinta total en cada pixel aunque por otro lado más sencillo y rápido.
En el menú ventana elegimos la opción salida y en esta, donde ahora esta Vista previa de separaciones. En la ventana flotante que nos acaba de aparecer cambiamos la opción. Desactivado a Límite de tinta y más a la derecha establecemos el porcentaje máximo que queremos comprobar si se supera o no. En nuestro caso, tratándose de prensa, será del 260%. Al establecer ese valor, InDesign muestra la página en escala de grises realzando en naranja todo pixel que supere dicho porcentaje. En el ejemplo vemos como hay amplias zonas que superan el 260%, para saber hasta que porcentaje máximo hay en las zonas de la imagen deberemos ir aumentando el valor, aunque de entrada sabemos que no es un original apto para su publicación.
Adobe Acrobat Profesional: el procedimiento es similar al de InDesign. En el menú Avanzadas seleccionamos la opción Producción de impresión y en esta, Previsualización de Salida. Una vez abierta la paleta de Previsualización activaremos abajo el check box área total de cobertura y como en InDesign, estableceremos el porcentaje en 260%. Todo píxel que supere el porcentaje se pintará de verde indicando que excede el mismo.
Corregir el límite de tinta total
Tras conocer el sumatorio de tinta en cada imagen e intuir, al menos, el origen o la intención de salida de las mismas, es momento de normalizar el color hacia la condición de salida, es decir, CMYK, papel prensa con tintas que secarán por absorción, sin horno y con límite total de tinta está establecido en el 260% como máximo aunque preferentemente en el 240%. Todo esto viene definido intrínsecamente en el perfil de color ISOnewspaper26v4.
Una situación muy habitual se da cuando una agencia publicitaria hace un único original de su anuncio y lo entrega tanto a una imprenta plana para hacer, por ejemplo, carteles de parada de BUS como a una imprenta comercial de bobina de medio gramaje para publicar en folleto publicitario como a una editora de periódicos para la publicación en rotativa con papel prensa. Como parece obvio, en cada uno de estos tres tipos de condición de impresión existen diferencias en la manera de producir y tienen requisitos distintos a la hora de aceptar originales. Las agencias de publicidad, diseñadores, etc. deben conocer los parámetros que conforman la condición de salida antes de distribuir los originales y adecuarlos a cada centro de producción para cumplir con los requisitos esperados. Por tanto, los encargados de recibir y tratar los originales deberán ser los que los clasifiquen según su perfil incrustado o en su defecto averiguando el valor de tinta total para finalmente convertir al destino conocido de prensa. Pueden darse cuatro situaciones de inicio si nos entregan imágenes RGB o CMYK con o sin perfil incrustado.
- Original RGB etiquetado, o con perfil incrustado, es decir, se entrega un RGB que habrá que convertirse obviamente a CMYK ISO newspaper26v4, pero por suerte se adjunta con información colorimétrica añadida, el perfil incrustado, cosa que allanará el camino lo bastante como para hacer la mejor conversión posible del origen RGB etiquetado hasta el destino CMYK. Tanto origen como destino de la conversión están identificados. Hacemos la conversión pues usando Convertir en perfil de Photoshop. Al abrir la imagen a tratar aceptaremos el perfil incrustado, de lo contrario estaremos desechando una información valiosísima que nos ayudará a convertir de RGB a CMYK de la mejor manera posible.
- Original CMYK etiquetado. La mayoría de veces que una agencia o cliente aporte un material a publicar será en CMYK, pocas veces vendrá etiquetado. El problema cuando tratemos un original ya en CMYK será discernir si es conveniente hacer una reconversión de perfil origen CMYK a destino CMYK, y decimos conveniente por que hay casos en los que por hacer la conversión para evitar el exceso de acumulado de tinta podemos ocasionar otros problemas bastante peores, y la sombra de una reclamación del cliente es muy alargada.
- Original CMYK no etiquetado. Por último, la situación habitual es la entrega de originales ya convertidos a CMYK para su publicación y sin perfil incrustado. En un caso como este, donde no tenemos ese perfil incrustado, tendremos que ser nosotros los que averigüemos con que perfil se convirtió a CMYK la imagen con las técnicas antes mostradas. Tanto si nos entregan una composición en vectores y mapas de bits (imágenes píxel), como PDF, tenemos posibilidades de saber, más o menos, cual fue el perfil usado para la conversión al, hasta ahora, CMYK desconocido que nos entregan. Resumiremos los pasos a dar en tres: averiguar, asignar y convertir. Averiguamos, por eliminación, el perfil que se usó para la conversión a CMYK, lo asignamos y luego convertimos a nuestro CMYK final, ISOnewspaper26v4.