La ‘nueva normalidad’ de las artes gráficas
Estamos viviendo un momento de cambios, de digitalización a marchas forzadas, de distanciamiento físico y teletrabajo para muchos profesionales. La pandemia ha acelerado esa transformación digital de la que todo el mundo hablaba, pero pocos creían urgente. Y lo fue. Y lo es.
Pasados los peores momentos de la crisis sanitaria reabrieron sus puertas las empresas, también las de la industria gráfica, con nuevas medidas de seguridad, y contemplaron como muchas de sus carteras de negocio no habían alcanzado aún la línea de flotación mientras descubrieron que había otras oportunidades en la ‘nueva realidad’: la señalética es ahora un must en todas las compañías (sobre todo en aquellas abiertas al público), el packaging sigue con su escalada, ahora que el consumo en hogares se ha visto incrementado, y la digitalización se ha impuesto también en la industria gráfica.
Oportunidades
El distanciamiento físico se marca en vinilo en los establecimientos y locales públicos; y las empresas de Artes Gráficas encuentran en la señalética una aliada para su recuperación económica, hasta el punto de que “fueron varias las compañías que decidieron invertir en equipos de impresión y corte en gran formato incluso antes de que se levantase el Estado de Alarma decretado por el Gobierno, para entrar en el mercado de la señalética y en el sector de corte de materiales que ahora están siendo más demandados como el metacrilato”, recuerda el director de línea de gran formato en Grupo Solitium, Rafael Andrés.
Medidas de seguridad como las pantallas en supermercados han empujado a muchas empresas del sector a valorar y apostar por equipos de corte como los de Summa, customizables a las necesidades de cada cliente y que disponen de herramientas como el módulo de fresado, el tangencial e incluso el de corte textil. “Son organizaciones que están invirtiendo en tecnología para ganar cuota de mercado en el medio plazo y posicionarse como empresas de servicios para aquellos comercios que deben abrir con todas las garantías de seguridad”, analiza Andrés.
El packaging, que ya había comenzado su escalada mucho antes de que el coronavirus paralizara a la economía mundial, se ha consolidado gracias al auge del comercio electrónico que ha subido en estos meses un 40% en España, según datos de Emarsys; y la impresión directa sobre textil también se impone en un mercado que reclama productos personalizados y exclusivos. Ya no se trata de que las tiendas brinden una oferta actualizada para que el cliente elija de lo que hay, sino que éste es ahora partícipe de sus propios diseños. Así, los pequeños negocios y talleres de impresión están aprovechando la tendencia.
La digitalización es ya una realidad. Hemos avanzado en 4 meses lo que se esperaba para los próximos 5 años y las nuevas demandas de productos impresos serán ad hoc, con series más pequeñas y mejores acabados, para lo que se necesitarán equipos más sofisticados y digitales. Además, la ‘nueva normalidad’ también obligará el incremento de impresos que incorporen sistemas de seguridad y verificación, así como un aumento en el uso de materiales sostenibles y respetuosos con el medio ambiente.
En este sentido, la tecnología UVI está experimentando un notable crecimiento sobre todo entre profesionales que trabajan la personalización, sustituyendo a la tampografía en objetos pequeños, y también en gran formato hasta 3x2 metros, ya que puede resistir tanto el rozamiento mecánico como aplicaciones en el exterior, gracias a las tintas que usa que pueden adherirse a cualquier superficie y lograr máxima definición.
Las crisis siempre suponen una ruptura. En este caso se está viviendo una aceleración que puede poner en el disparadero a muchas empresas que apuesten por la innovación y por la diversificación de sus áreas de negocio.