Gráficas Antequeranas El progreso no tiene años, tiene experiencia
Nacida en 1908, la imprenta malagueña Gráficas Antequeranas El Progreso ha sabido adaptarse a los cambios y ha crecido con los tiempos. “Desde la tipografía que usábamos cuando entré de aprendiz, hasta el digital con el que trabajamos hoy día, pasando por el offset”, asegura Juan Ramón García Gallardo, gerente de esta empresa familiar a la que llegó con solo 15 años.
Su ejemplo sirve de guía para muchas otras compañías del sector que, como Gráficas Antequeranas El Progreso, se ven obligadas a adaptarse a los nuevos requerimientos del mercado y a destacar en un sector muy atomizado que, en 2018, sumaba 13.000 empresas, un 3% más que en 2017, de tamaño reducido que se disputan, en la mayoría de los casos, al mismo tipo de cliente, según los datos que arroja el último informe sectorial ‘Papel y Artes Gráficas’ elaborado por Cesce.
Diferenciarse de la competencia, por tanto, es vital para la supervivencia. Cómo si no una compañía de más de 100 años es capaz de mantenerse en un mercado tan complicado… Madurar con los tiempos e invertir en tecnología son patas fundamentales para competir en el nuevo paradigma, “contar con profesionales que respeten y estén motivados con su trabajo”, dice Gallardo, es la clave del éxito. De ahí que esta imprenta centenaria haya elegido a Grupo Solitium como uno de sus partners tecnológicos. Y es que estar a la vanguardia supone, en la mayoría de casos, contar con un respaldo especializado.
El nuevo paradigma
“La industria gráfica se mueve hacia la sostenibilidad, la personalización y el servicio express”, asegura Rafael Andrés, director de la línea de negocio de gran formato de Grupo Solitium.
Reconstruir el futuro de una empresa de este sector sobre estos pilares ya no es una opción en el nuevo escenario. No en vano, y según el informe de Cesce, el exceso de oferta y la reducida diferenciación de servicio hacen que el cambio de proveedor tenga un coste muy reducido, por lo que se produce una fuerte competencia por precio, cuando debería ponerse en valor los acabados. Pero para aportar valor añadido, estas firmas deben apostar por las nuevas tecnologías y embarcarse en nuevas líneas de negocio como el Gran Formato y el Production Printing, que les abra más oportunidades.
Nuevas áreas que para muchas empresas son imposibles de implantar sin una ayuda, sin alguien que les oriente. “Empresas como Grupo Solitium no s0lo ofrecen el equipamiento necesario, también asisten a sus clientes, les escuchan y atienden sus necesidades para dar con la solución mejor adaptada a cada caso. Además, en sus salas demo y en sus eventos periódicos muestras las últimas novedades tecnológicas y enseñan sus capacidades, al tiempo que guían a los interesados en su uso más eficiente”, explica la compañía.
Además, hoy día la sostenibilidad ha pasado a ocupar los primeros puestos en las listas de deberes de muchas empresas. “Por eso, desde el sector de la impresión se habla de producir menos volúmenes y con elementos más ecológicos, utilizando otros materiales textiles o materiales sin pvc, a través de sistemas de tintas ecológicos. Y en este sentido, las mejores son las de base agua y el látex de HP”, explica Andrés.
Y aunque la inversión es un factor determinante en la toma de decisiones de una empresa, más si cabe cuando se trata de enfrentarse a nuevos retos de negocio, los estudios confirman que las nuevas generaciones están dispuestas a pagar hasta un 15% más por productos con valor, “personalizados, producidos en un entorno local, con tiempos de espera óptimos y fabricados bajo principios de sostenibilidad”, apunta el director de la línea de negocio de gran formato de Grupo Solitium.