Pixcolor vuelve a confiar en swissQprint
Caso de éxito
En poco tiempo, el impresor francés Pixcolor ha invertido en dos máquinas de impresión rollo a rollo swissQprint y ha dicho adiós a la impresión por sublimación. ¿Las razones? “Eficacia, variedad de soportes y rentabilidad”, explica la empresa.
A finales de noviembre de 2019, la empresa Pixcolor, afincada en Nancy (Francia), empezó a producir con su segunda impresora rollo a rollo swissQprint, mientras que la primera se puso en marcha a principios de octubre. “Enseguida nos dimos cuenta del potencial que tenía la Karibu”, dice Frédéric Toupenay, director general de Pixcolor. “Ya imprimíamos una gama amplia de materiales flexibles con la Nyala y una impresora por sublimación, pero la Karibu supone un paso de gigante en calidad, eficacia y fiabilidad”, añade. De ahí que la empresa decidiera rápidamente encargar una segunda impresora rollo a rollo de tinta UV de swissQprint. “Con la Karibu, nos ahorramos mucho tiempo y quebraderos de cabeza”, apunta Toupenay.
Pixcolor imprime, entre otros, proyectos gráficos y de interiorismo para ferias y tiendas, campañas visuales, rótulos y expositores. De hecho, el mayor cliente de Pixcolor enseguida constató la diferencia de calidad; Karibu se convierte en el nuevo estándar de referencia.
Mayor variedad de materiales
Pixcolor imprime metros y metros de pancartas, tejidos diversos y láminas autoadhesivas, así como papel, rollos de imán decorativo y otros materiales. “Nunca hemos usado una máquina que funcione tan bien como la Karibu, y hemos tenido unas cuantas impresoras”, dice Frédéric Toupenay. “Podemos aprovechar incluso bobinas de material antiguas que con otras máquinas no podíamos usar”. Con la Karibu, los soportes no se deforman nunca, y la definición y la calidad de impresión general son asombrosas. Todos estos motivos convencieron a Pixcolor de adquirir una segunda impresora.
Eficacia y estabilidad de los procesos
Las tintas UV de swissQprint, desarrolladas especialmente para la Karibu, son muy flexibles, así que la tinta no se agrieta al tensar los materiales en los marcos. Frédéric Toupenay destaca la posibilidad de plegar los materiales sin problemas: “Imprimimos tejidos que tenemos que doblar para transportarlos y que luego montamos en las instalaciones del cliente”. Por supuesto, después no queda ninguna marca visible.
Toupenay resalta también la estabilidad de los colores: “La uniformidad cromática es excelente, desde el primero hasta el último metro impreso. Con muchas otras tecnologías, eso no siempre se consigue”. Asimismo, Toupenay valora que la tinta esté homologada por GreenGuard Gold, ya que les abre las puertas a nuevos segmentos de mercado.
La Karibu también incorpora una mesa de luz integrada cerca del área de impresión, lo que permite al operario producir las aplicaciones retroiluminadas sin interrupción e intervenir de inmediato si procede. “Si hace falta algún cambio, podemos actuar enseguida, sin malgastar apenas tiempo o material”, apunta Toupenay. La máquina también tiene un kit lona mesh que Pixcolor emplea para imprimir soportes que dejen pasar la tinta o trabajos de impresión a sangre. Gracias al kit, la máquina queda siempre limpia, lo que por otra parte supone un gran ahorro de tiempo. “La plantilla está contenta de no tener que limpiar las impresoras nunca más”, sonríe Toupenay.
Ahorro y más ahorro
La Karibu es extraordinariamente eficiente desde el punto de vista energético. Así lo ve Frédéric Toupenay: “En comparación con la impresora de sublimación que teníamos, el ahorro en electricidad es enorme”. Además, la Karibu apenas produce mermas. Gracias sobre todo al curado en frío con lámparas LED, el material no se encoge y, en el caso de trabajos formados por varias piezas, los soportes luego encajan perfectamente. “Ahorramos mucho en material y las reclamaciones ya son cosa del pasado”, señala Toupenay.
La ‘flota’ swissQprint
Pixcolor acumula ya tres impresoras de gran formato swissQprint. Aparte de las dos Karibu, la empresa tiene una impresora plana Nyala. En todas ellas, destacan los bajísimos costes de mantenimiento. “Sencillamente, las máquinas swissQprint no se estropean nunca”, resume Toupenay.