50 años recuperando papel
Este año Repacar cumple 50 años. Hoy, Repacar es una asociación conocida y reconocida, no solo en España sino también en Europa, pero hace medio siglo ni lo era ni pretendía serlo, simplemente fue el sueño de unos recuperadores que juntaron sus fuerzas para unir sus voces en la lucha por unos intereses comunes. Gracias a todos ellos, este año podemos celebrar que ese sueño está cumplido y que Repacar se ha convertido en la decana de las asociaciones de reciclaje en España.
Nuestra asociación tiene una historia detrás que la respalda y, lo más importante, un trabajo incansable de cada uno de los que han formado y forman parte de ella en aras del interés colectivo: el reciclaje y la recuperación de papel y cartón, que han situado a España entre las primeras potencias en recogida y reciclaje de papel y cartón de la Unión Europea.
Gracias a su trabajo, ya nadie duda que el reciclado de papel es un caso de éxito global que contribuye al modelo económico circular, con un importante ahorro de recursos naturales y generando riqueza y empleo verde a lo largo de toda la cadena de valor.
Pero desde mediados de 2017, año en que comenzaron las limitaciones a las importaciones chinas de papel recuperado, así como de otra larga lista de materias primas secundarias, el sector de la recuperación y el reciclado de papel y cartón está viviendo momentos convulsos que se materializa, entre otros efectos, en una elevada volatilidad en el mercado. Esta inestabilidad supone un gran desafío para las empresas recuperadoras, en gran medida por ser este un sector muy atomizado y conformado principalmente por empresas familiares y pymes. No obstante, como siempre sucede en estas situaciones, se pueden generar nuevos retos y oportunidades, pero para ello es necesario que se desarrollen las medidas que el sector viene reclamando a las diferentes administraciones públicas.
El año pasado el excedente europeo de papel recuperado se situó en torno a los 8 millones de toneladas. Excedente que se exportó a otros mercados porque las fábricas europeas no lo pudieron procesar. Este año la situación se está agravando.
Las limitaciones a las operaciones comerciales del que hasta ahora era el principal destino de las exportaciones de papel recuperado europeo, China, han provocado un repentino aumento de la oferta del material en Europa. Y, aunque se está produciendo un incremento de la demanda por parte de otros países del sudeste asiático, ésta no es suficiente para frenar el aumento de la oferta mundial de papel recuperado. Esta situación ha originado caídas drásticas en los precios de nuestro producto en los últimos meses, aunque sin llegar al colapso que muchos vaticinaban.
Las caídas de precios puntuales son habituales en cualquier mercado y se originan para casi todas las materias primas. El problema podría generarse si se perpétua la sobreoferta, difiultando la labor que hoy en día realizan muchas pymes por todo nuestro territorio.
Además, estas acciones proteccionistas, que carecen de toda validez medioambiental, están poniendo en riesgo el funcionamiento de los mercados de las materias primas recuperadas de los residuos, al generar inseguridad comercial y jurídica a las empresas de nuestro territorio. Así, el hecho de que la limitación en contenido de impropios en un lote sea menor al error de su medida, puede provocar que un lote que cumpla con estos requerimientos en la carga, “no los cumpla” según el control en destino. Por ello, nuestra asociación, de forma conjunta con el resto de asociaciones nacionales de recuperadores de Europa, a través de EuRIC y BIR, está trabajando activamente con la Organización Mundial del Comercio para intentar solucionar esta situación.
Otro reto importante que debe afrontar el sector es la mejora de la calidad del papel y cartón procedente de la recogida selectiva municipal. Como ya ha advertido públicamente Repacar, o se mejora la calidad de este flujo, o puede que acabe siendo no apto para el consumo de la industria. Algunas acciones básicas que se podrían implantar en este sentido son la mejora de la contenerización de nuestras ciudades, incluyendo un proyecto de cierre de tapas, los servicios de recogida puerta a puerta para el pequeño comercio o la lucha contra el intrusismo y el robo.
Por otro lado, Repacar, EuRIC y ERPA, están trabajando por una normativa europea que permita que el papel recuperado que sale de nuestras plantas de los recicladores recuperadores no sea considerado un residuo, de tal forma que podamos aligerar la elevada carga burocrática de nuestro sector. Esta situación nos haría más eficaces en el actual mercado y se fomentaría la calidad del material, así como de ser una gran apuesta por la profesionalización del sector.
Además, otro punto fundamental es trabajar en el ecodiseño. Actualmente, se está centrando el foco del impacto al final de la cadena, pero más del 80% del impacto ambiental de un producto se determina durante la etapa del diseño. En nuestro caso hay una apuesta clara por los productos monomateriales o fácilmente segregable.
Si bien nuestro sector no se encuentra en su mejor momento, estamos convencidos que nuestros legisladores sabrán utilizar los próximos desarrollos normativos, que proceden del Paquete de Economía Circular, para poner solución a estos problemas para que podamos seguir ‘Cerrando el círculo’, al menos, otros 50 años más.