Fernando Gil, una imprenta con 70 años de historia
En Tavernes Blanques, muy cerca de Valencia, visitamos la empresa Fernando Gil, S.A., frente a su sede, situada en el centro de un municipio altamente urbanizado. A simple vista, nada hace pensar que detrás de esta fachada encontraremos un verdadero oasis gráfico, pero la realidad es muy diferente.
Fernando Gil es una empresa que ya ha protagonizado unos cuantos reportajes en nuestra revista. La imprenta valenciana, con 70 años de historia, apareció en el número 64 cuando instalaron su primera XL, y volvieron a nuestras páginas con la compra de la Heidelberg Linoprint C751 en el número 78. Cada uno de los equipos ha representado una inversión estratégica enmarcada en un plan de inversiones maduro que ha establecido sus objetivos en función de sus proyecciones de futuro. Es indiscutible que hoy, detrás de la marca Fernando Gil, encontraremos una base de maquinaria que puede cubrir cualquier necesidad y en todos los formatos: varias prensas de impresión tipográfica destinadas a lgunos encargos especiales en tipografía clásica, un departamento de postimpresión superdotado, 23 cuerpos de impresión que cubren casi todos los formatos, un equipo digital firmado también por Heidelberg y un CTP con Prinect Image Control.
¿Calidad o cantidad?
En esta área geoeconómica se ha dado un alto grado de concentración de empresas enfocadas a la construcción y, por tanto, aquí la crisis del’ladrillo‘, inevitablemente, ha pasado factura. También existen otros sectores, como el de la alimentación, que actualmente ocupa una posición relevante en la región.
En Fernando Gil, tanto la segunda generación -con Amparo Gil y Fernando Crespo- como sus hijos y actuales almas -Vicente y Alejandro- han mantenido la misma filosofía. Cuando les preguntamos por los marcadores de los diferentes equipos, entendemos su reacción. Los contadores de copias impresas no son los accesorios que más a menudo se revisan en la empresa; las cantidades no son importantes para el tipo de encargo que pasa por sus máquinas. Fernando Gil se ha especializado en imprimir con un elevadísimo nivel de calidad, y para ello ha sido imprescindible contar con equipos de alto nivel tecnológico, como los que Heidelberg les ha suministrado, y mantenerse fieles a una forma de hacer que ha priorizado la calidad por encima de la cantidad, a cualquier precio. Esta especialización, sin duda, ha sido uno de los factores claves a la hora de seleccionar la solvencia de su cartera de clientes.
Demanda nacional con trascendencia internacional
“Hemos visto muchos competidores y empresas locales que han pasado por concursos de acreedores y quiebras; durante unos años, ese tipo de actividad era la que definía el panorama económico. Nosotros somos una imprenta comercial generalista, pero que ha trabajado mayoritariamente para empresas de cerámica de gama alta, que no han notado la crisis de una manera tan radical, porque una parte de su mercado era internacional y porque su cartera de productos era de gama alta; por tanto, aun no siendo exportadores directos, nuestros catálogos se pueden encontrar en mercados no nacionales. Nuestros clientes saben valorar los niveles de calidad por encima de otros tipos de ofertas, digamos, más agresivas”, nos comenta Vicente Gil.
Speedmaster XL 105-5+L y XL 106+5 +L
A Fernando Gil no le gustan las sorpresas, por eso decidieron invertir en la nueva Speedmaster XL 106+5+L. La inversión del 2007 ya no les dejaba ninguna duda sobre las capacidades de estos equipos y su experiencia les ha dado suficiente base para adivinar que la nueva XL será el complemento perfecto para cubrir sus necesidades actuales y, por supuesto, las futuras demandas. “Son demasiado rápidas estas máquinas; han gastado todo el papel que teníamos almacenado”, añade, con fina ironía, Vicente Crespo cuando se refiere a la última adquisición de la empresa.
Aunque el tipo de encargo que gestionan es de de tiradas cortas, la máquina alcanzaen las entregas niveles de productividad superiores a un 20% respecto a una CD, y con ahorros de tiempo en los cambios sorprendentes. El trabajo en paralelo con dos equipos de formato compatible, -las dos XL- da libertad absoluta a la hora de programar la producción. “El mundo de la impresión ha cambiado mucho. Antes, los procesos de preimpresión eran largos y consumían una buena parte del esfuerzo del impresor; eliminados los fotolitos en las correcciones de color, con la ayuda de los CTP, el trabajo duro se lo lleva ahora el equipo de impresión. Plazos ajustados y tiradas cortas obligan a disponer de imprentas flexibles y procesos de calibración muy automatizados que han de ayudar de forma decisiva en el proceso de cambios y mantenimiento”, afirma Alejandro Crespo. “Nosotros tenemos un problema: no sabemos hacer mal el trabajo. Nuestros oficiales han sido antes aprendices en nuestra imprenta y recibieron su formación de otros oficiales de la casa. De esta manera, no solo transmitimos profesionalidad y know how, sino que intentamos que nuestra filosofía forme parte de su manera de trabajar”.
Compromiso con el medio ambiente
Fernando Gil, de la mano de las nuevas generaciones, obtuvo en 2011 el certificado FSC que certifica el origen del papel utilizado. Como ellos nos comentan, quizás algunos clientes no lo consideren demasiado importante, pero la empresa es especialmente sensible a la trazabilidad y la responsabilidad medioambiental.
Dentro de sus procesos de producción, Fernando Gil fomenta la utilización de papel reciclado y trabaja en la optimización de su consumo; defiende que el sobrecoste que implica se compensa con un menor impacto para el medioambiente y genera un retorno en concepto de imagen para la empresa. Los equipos instalados gestionan la recirculación del agua y trabajan mayoritariamente con tintas basadas en aceites vegetales.
Con este espíritu, es lógico pensar que la premisa de HEI Eco: “Piensa económicamente, imprime ecológicamente” encaja a la perfección con la filosofía de la imprenta, y encontrar sinergias positivas en los equipos de Heidelberg en este ámbito es sencillo.
El Heat Recovery, por ejemplo, reutiliza el calor que genera la máquina y ayuda a optimizar el proceso durante el secado, generando ahorros energéticos importantes. Los equipos Heidelberg están pensados para gestionar los consumos energéticos optimizando el equilibrio entre producción y ecología. “Compartimos el compromiso de Heidelberg con el medio ambiente; para nosotros también se ha convertido en un desafío. En cada uno de los procesos de la máquina podemos encontrar algún estándar que optimice tiempos y cuide la gestión de residuos. Ahorrar tiempos es importante, sin lugar a dudas; en el lavado de rodillos, mantillas y cilindros impresores, la reducción de tiempos en los mantenimientos y limpieza ha sido drástica; además, el uso de productos de lavado también se ha visto notablemente reducido, con lo que generamos menos residuos y gastamos menos limpiadores”, nos explica Alejandro Crespo.
Todo parece indicar que lo peor de la crisis queda lejos y que las imprentas españolas están volviendo a normalizar sus dinámicas de inversión. De las peores situaciones se obtienen lecciones magistrales y surgen tiempos de reflexión que ayudan a valorar errores y oportunidades. Para la familia Crespo Gil el futuro no es de los más fuertes, sino de los que hacen mejor las cosas.