La impresión de gran formato y la personalización

La impresión digital vive en todo el mundo un gran momento con un incremento espectacular de la demanda gracias a su versatilidad, eficiencia y rapidez. Las innovadoras posibilidades que ofrece, desde aplicaciones para decoración en todo tipo de soportes como el vidrio, la madera y la cerámica, hasta la simplificación del proceso de impresión con calidad fotográfica en gran formato, tienen mucho que ver en este éxito.

La decoración de interiores es uno de los campos en los que más impacto tiene la creatividad y la diversidad de opciones ligadas a la impresión digital. Los fabricantes de papel pintado y murales decorativos están aprovechando los avances en impresoras planas, corte digital y herramientas de software para la integración de flujos de trabajo con las que producen —de forma rápida y económica— papeles decorativos personalizados que se ajustan a los estilos de cada espacio arquitectónico y de cada gusto personal. Los nuevos equipos permiten la impresión en tiradas cortas sin prácticamente tener que realizar complejas configuraciones, al contrario de lo que ocurre con la serigrafía rotativa, el huecograbado o la flexografía (impresión en relieve), abaratando enormemente la impresión personalizada.

Los equipos de la gama Océ Arizona de Canon permiten la impresión sobre todo el soporte a sangre, lo que evita tener que recortar posteriormente. Además, el papel pintado impreso con las tintas de la familia Arizona UV no requieren lacado o barnizado adicional, lo que también contribuye a ahorrar tiempo y dinero. Para controlar con precisión el flujo de impresión, el software Onyx Thrive garantiza que la colorimetría sea la óptima en el primer intento, suministrando plantillas que aportan a los impresores una ventaja competitiva. De hecho, estas plantillas para la impresión de papel pintado pueden producirse prácticamente sin coste de configuración y en una calidad óptima. Posteriormente, se puede aprovechar el mismo soporte para la producción final. De este modo, la flexibilidad creativa no se ve limitada, ya que se pueden imprimir tantos modelos de una nueva colección como se desee, y sin coste extra.

Muchos fabricantes de papel pintado y murales decorativos ofrecen, además, sus servicios a través de Internet. En la web, los clientes simplemente tienen que elegir un diseño estándar dentro de un catálogo o encargar una creación personalizada. Este tipo de papeles decorativos se imprimen digitalmente porque el nivel de libertad de diseño y flexibilidad que precisan los clientes es algo que los métodos de producción tradicionales no permiten. En sus diseños individualizados, cada cliente puede pedir millones de colores, imágenes fotorrealistas, gradaciones de color, textos nítidos, finísimas líneas, etc. Gracias a las impresoras de la gama Arizona, todos estos cambios en los papeles de pared y productos impresos para la decoración de interiores pueden realizarse de forma sencilla y económica, ofreciendo unos altos márgenes a los fabricantes.

Pero las nuevas posibilidades decorativas no se acaban en el papel pintado. La capacidad para imprimir prácticamente sobre cualquier superficie plana y objeto rígido con un grosor hasta 5 cm o flexible ha transformado el negocio de muchos proveedores de impresión en sus modernos estudios de diseño de interiores. Los productos impresos con la impresora Océ Arizona incluyen desde muebles personalizados a retratos digitales, vinilos decorativos, accesorios de interior, luces especiales o señalización a medida. Los paneles de cristal cromáticos y los metacrilatos ofrecen múltiples posibilidades como elementos de señalización, mientras que los soportes textiles (algodón, poliéster, etc.) pueden decorarse de forma personalizada y son fáciles de manejar, además de resistentes. Los vidrios son uno de los soportes más versátiles, ya que aceptan diversos materiales como el vinilo impreso y el microperforado, que permite que entre parcialmente la luz del exterior. En interiores, pueden utilizarse vinilos resistentes a las pisadas y moquetas con fotografías o mensajes impresos. Y este tipo de productos únicos, creados sobre soportes.

Para realizar estos trabajos, los impresores necesitan sistemas de impresión que admitan diferentes tamaños, formas y pesos de soportes, disponer de canales adicionales de tinta blanca o capacidad para incluir barniz. De este modo, en cartelería y aplicaciones artísticas, pueden utilizar el barniz como elemento decorativo y el doble blanco para obtener el doble de opacidad en una única pasada y así ahorrar tiempos de producción. En cuanto a los tamaños de mesa estándar, en Canon trabajamos con versiones de equipos de impresión de arquitectura de mesa plana de 1,25 x 2,5 metros y extra grande de 2,5 x 3,05 metros. Se puede imprimir sobre soportes rígidos (soportando un peso de 34 kg por metro cuadrado) hasta 50,8 mm de grosor y sobre soportes flexibles hasta 2,2 metros de ancho.

Para obtener una nitidez, densidad y uniformidad óptimas sobre toda el área de impresión, tanto en mesa plana como en la opción de bobina, incorporamos la tecnología de compensación activa de colocación de píxeles. Asimismo, las ‘zonas de vacío’ seleccionables por el usuario y configuradas para adaptarse a los soportes rígidos de tamaño estándar más utilizados, reducen la intervención del operador incrementando la productividad. Por último, la operación en modo lotes simplifica las producciones desatendidas de trabajos de impresión con múltiples capas. Los sistemas de impresión se complementan además con una mesa de corte digital rápida y precisa sobre soportes rígidos como la goma y los estirenos o flexibles como el papel, el vinilo o la tela, evitando además los errores manuales al automatizar la preparación de los trabajos antes de cortar.

Otro ámbito que está experimentando un importante auge es el de la impresión in-house de gran formato, especialmente en laboratorios fotográficos que pueden así ofrecer a sus clientes el pack completo de servicios de foto e impresión. La impresión in-house debe ser, en primer lugar, económica, para justificar su existencia en lugar de recurrir a impresores externos. Y en segundo lugar, tiene que ofrecer valor diferencial, ampliando las posibilidades de diseño, cambios de última hora, acabados, etc.

Un ejemplo práctico de este tipo de impresión es Gary Knight. Amante de las cámaras Canon desde sus inicios en la profesión y después de trabajar como fotoperiodista en el sudeste asiático, Bosnia, Estados Unidos y diversos países europeos, el fotógrafo inglés Gary Knight decidió hace unos años adquirir una Canon imagePrograf de gran formato para imprimir sus fotografías destinadas a las exposiciones y venta al público. En lugar de realizar trabajos específicos para un cliente o medio, como solía hacer antes, Knight produce ahora lo que considera más apropiado —la fotografía urbana es una de sus pasiones— y lo distribuye a través de su agencia VII, fundada junto a otros seis fotoperiodistas.

La impresora de gran formato Canon imagePrograf forma ya parte del proceso creativo de Knight. El fotógrafo refuerza la alta calidad de impresión que le proporciona la máquina con un papel Canon Polished Rag de 300 gsm que le ofrece una gran riqueza de tonos, y obtiene una reproducción de los colores extraordinaria y fiel a la imagen original. Pero, además, disfruta de un completo control sobre los resultados finales, pudiendo ajustar fácilmente la calidez o saturación de la imagen antes de imprimirla en tamaño grande. Antes de entregarlas al cliente o a la sala de exposiciones, Kinght recorta, firma y sella las obras, convirtiendo un proceso digital en algo casi artesanal.

Las fotos que imprime Kinght también son para la venta directa en el mercado de arte y público en general, por lo que ha amortizado ampliamente la inversión que realizó: la imagePrograf le permite realizar impresiones por un 5-10 % del coste comercial, lo que supone un gran margen de beneficios para el fotoperiodista.

Para la impresión de gran formato in-house, Canon ofrece un completo conjunto de productos, servicios y soluciones que optimizan los procesos y prácticas de trabajo de los laboratorios fotográficos profesionales. Esto incluye el software de flujos de trabajo —desde la preimpresión hasta el acabado— para asegurar la consistencia del resultado y la gestión del color a los servicios de mantenimiento, formación y solución de problemas in situ.