¿El porcino no es sostenible para Europa?
15 de noviembre de 2011
Los ganaderos de porcino hemos contemplado estupefactos ciertos titulares que aseguran que este sector será un gran perjudicado al quedarse sin ayudas europeas, lo que habrá hecho pensar a más de uno si hasta ahora se había estado perdiendo algo. Con todo este desaguisado, lo único que sabemos es que continuaremos la actividad como hasta ahora, sin ayudas y luchando por mantener la competitividad de nuestro sector. Y es que nuestro crecimiento y profesionalización no se ha debido a políticas europeas de refuerzo, más bien ha sido a pesar de éstas, ya que hemos tenido que adaptarnos a innumerables exigencias: sanitarias, medioambientales, de bienestar, etc. asumiendo unos incrementos de costes que nunca han sido compensados. Pese a todo, hoy disponemos de un sector con un gran potencial económico, siendo el clúster que genera más valor del conjunto de la industria agroalimentaria.
En cuanto a la atomización de la oferta, uno de los problemas más comunes de la ganadería, y que también afecta al porcino cooperativo, con una capacidad de negociación muy reducida ante el poder de la distribución, la Comisión tampoco pretende hacer nada. Una herramienta que podría ser de utilidad, las organizaciones de productores, se quedan en una vaga definición sin que se plantee ningún mecanismo de ayuda eficaz para fomentar la vertebración del sector y el reequilibrio de la cadena agroalimentaria.
Ante una volatilidad creciente y una mayor vulnerabilidad del sector ganadero, las propuestas nos parecen insuficientes, contradictorias y demuestran, una vez más, la falta de perspectiva a medio y largo plazo de las decisiones de la Unión Europea.