Anice confía en coger ritmo al Brexit para seguir creciendo en Reino Unido
En una entrevista con Efeagro, Huerta valora que finalmente haya habido acuerdo y que las exportaciones e importaciones, “en principio, queden sin aranceles”. A pesar de ello, recuerda que hay que estar atentos a los trámites que pidan las autoridades, por lo que intuye unas primeras semanas de “lío“ hasta ”acostumbrarse” a la nueva forma de comerciar con el Reino Unido.
Es importante mantener el negocio con las islas británicas porque son el destino del “3-4 % del total exportado de carne“ desde España y es ”muy interesante en valor”, explica, ya que crece la demanda de embutidos y jamones.
Acaba este 2020 que, según Huerta, ha sido un año “agridulce“ para la industria cárnica, con "dificultades” para la hostelería y la restauración –“grandes clientes nuestros"–, pero en el que la cadena cárnica demostró la “capacidad“ para abastecer a la población y el "buen desempeño" en la exportación. En la sociedad ha calado este trabajo porque, hasta antes de la pandemia” se daba por hecho el abastecimiento de alimentos “y” ahora se ha visto que el país está abastecido y que funciona bien”. Además, se ha demostrado “la importancia“ de tener una industria nacional ”que no dependa del resto”.
A pesar de todo, la industria más dependiente del canal de la hostelería y la restauración (como el vacuno de cortes selectos, el ibérico o el ovino) "lo han pasado mal“ y, aunque asegura no tener conocimiento de ningún cierre empresarial debido a ello, Huerta avisa de la limitada capacidad de resistencia. ”Nos preocupa este primer semestre de 2021 porque ya lloverá sobre mojado y puede ser que la resistencia del sector se vea afectada”, advierte, de ahí además la importancia de seguir apostando por el comercio exterior.
En materia internacional, ahora están a la espera de que China dé el visto bueno a la entrada de envíos procedentes de 33 empresas españolas elaboradoras de productos del cerdo. Si finalmente se concede, es un “giro” en la relación comercial con China, según señala, porque hasta ahora sólo permitía la entrada de productos de mataderos y salas de despiece, pero no de fabricantes de elaborados.
Además de China, Huerta ve también “interesante“ apostar por Japón, Corea del Sur, Filipinas, Vietnam o Australia, país este último con el que se está negociando la comercialización de elaborados y carnes. Y cita las carnes de vacuno y ovino porque ”necesitan“ que el comercio exterior "sea su gran motor de crecimiento”.
Por otra parte, la industria cárnica lleva ya varios años afrontando la disputa planteada por los sindicatos en torno a las cooperativas de trabajo asociado que proveen de mano de obra subcontratada a las compañías. Para los sindicatos, esos operarios son “falsos autónonos“ e iniciaron una campaña con el fin de acabar con esa práctica. Según Huerta, ”todas las denuncias“ sobre posibles ”falsos autónomos“ en las cárnicas ”están siendo ganadas por las empresas“ en primera instancia. Por ello, hace una defensa de la subcontratación, que "tiene su sentido" si está "bien regulada”.
En cuanto al compromiso de la industria y el sector cárnico con el bienestar animal, incide en que han sido "proactivos" con el impulso de sellos propios desde las interprofesionales. "Hemos dado un paso adelante y hemos demostrado que son esquemas serios, rigurosos y exigentes”, indica Huerta, quien suma la iniciativa de sus socios de instalar cámaras de videovigilancia en los mataderos antes de que sea obligatorio por ley.
Y alude a otros “retos“ como la "ola verde" que se impone en la Unión Europea, guiada por el Pacto Verde, que tiene "algo de razón en algunas cosas pero no en otras” en su opinión, por lo que demanda un mayor equilibrio entre la sostenibilidad medioambiental, económica y social.