Entrevista a Casimiro Martínez, gerente de Casimiro Máquinas
28 de mayo de 2009
¿En qué consiste exactamente esta nueva máquina?
Es una nueva vía para la distribución de leche, a la que se le pueden acoplar expendedores de queso o yogures.
¿Y qué tiene que hacer el ganadero para hacerla funcionar?
El granjero tiene dos depósitos. Uno lo deja en la máquina cargado de leche y otro lo guarda en su instalación. Cuando el que ha dejado en la expendedora está a punto de vaciarse, la misma máquina le envía una señal de aviso por teléfono. Entonces, sustituye el depósito y listos.
¿Y qué capacidad tienen esos depósitos?
Pues hay una máquina para depósitos de 300 litros y otra para 600.
Entonces, el consumidor se acerca con su botella, paga y la rellena de leche...
Sí, pero puede venir sin ella. A la máquina también se le puede incorporar una expendedora de botellas vacías con tapón.
¿Y quién compra esta máquina? ¿Cuál es el cliente potencial del equipo?
Está dirigido a vaqueros que quieren vender su leche directamente al consumidor final. Este es el concepto de la máquina, la forma tradicional.
Como se hacía antiguamente...
Sí, yo de crío iba con la lechera a buscar la leche directamente a la vaquería. Esta expendedora cumple la misma función. Ahora, en lugar de ir a la vaquería, cojo mi botella y me voy a la máquina que ha instalado el vaquero en la plaza del pueblo.
¿Y con la calidad de antaño?
La calidad de la leche es excelente. No se trata de entrar en guerra con los que la embotellan, pero la verdad es que la calidad es excepcional. Tal como sale de la vaca. Un producto mejor que éste es muy difícil de conseguir.
¿Y qué tal el precio?
Dependerá del vaquero y de la distancia que exista entre éste y el punto de venta. La media está en un euro por litro o litro y medio.
Una de las preocupaciones del consumidor es si la máquina cumple con las garantías higiénicas y sanitarias pertinentes. Para muchos, el hecho de que no pase por las manos de una central lechera, que la trata y envasa e imprime una fecha de caducidad, no ofrece garantías. ¿Qué les diría?
Nosotros no vendemos sólo la máquina. Hemos llegado a un acuerdo con la empresa Alica, que puede hacer lo que se podría llamar una auditoría interna al vaquero, que después certificará con un sello de calidad. Así, el cliente que vaya a por leche a una de las expendedoras tendrá la seguridad de que ésta cumple con todas las garantías, de que el ganadero la mantiene limpia, y de que la leche se obtiene de las vacas del vaquero y que no está mezclada con otras leches. Una expendedora con el sello Casimiro-Alica es una máquina que cumple con todo, en cuanto a normativa y permisos, y que ofrece todas las garantías higiénicas y sanitarias. Esto no todos lo pueden decir.
¿Y no cree que el vaquero tradicional puede andar un poco perdido con esta nueva modalidad para vender leche?
Alica puede enseñarle el proceso que tiene que seguir para la venta de la leche. Es una oportunidad para ampliar el negocio con una nueva línea de distribución. Lo lógico es que empiece con una máquina y, conforme vaya creciendo, adquiera más. No se trata de eliminar la figura de la central lechera, sino de ampliar las posibilidades de venta del vaquero, una forma más de distribuir su producto. Además, también puede hacer y vender queso y yogures. Alica les asesora de dónde es mejor ubicar la máquina y sobre los requisitos legales para su instalación. Un servicio completo.
¿Y ya cuentan los vaqueros con la tecnología necesaria?
Hombre, esta crisis no la va arreglar ni esta máquina ni nadie. Nuestra expendedora es un sistema nuevo de distribución. Dependerá de cada vaquero el riesgo que quiera tomar para ganar más o menos, para distribuir parte de su producción a través de las expendedoras en mayor o en menor medida. Como dije antes, no es incompatible con la venta a centrales lecheras. Pueden convivir perfectamente juntas.
Tres generaciones de garantía
Casimiro Máquinas lleva tres generaciones dedicándose a la comercialización de maquinaria agrícola, y, en la actualidad, representa en exclusiva para España y Portugal, los equipos de firmas como la holandesa Schuitemaker, Rodenator (Estados Unidos), Altec (Francia), Luclar (Italia), Mutti (Italia), Roc (Italia), Agrometal (Argentina) o Jacto (Brasil), entre otras.
Desde marzo, la compañía comercializa para los Emiratos Árabes, Suramérica y España y Portugal las expendedoras de leche del fabricante italiano Fiordilatte (Italia). “Además, de distribuirlas en estos países, desde nuestra central en Sucs (Lleida) fabricaremos parte de la máquina”, explica Martínez.